¿URIBISMO MAOÍSTA? ¡NO LO DUDEN!

Por Ricardo Puentes Melo
Agosto 3 de 2019
@ricardopuentesm
ricardopuentes@periodismosinfronteras.com

La conversación transcurrió en medio de un almuerzo en un restaurante colombiano ubicado en Miami. Allí, nos dimos cita Eduardo Mackenzie, el Coronel Plazas Vega y yo. Fue la primera vez que pude abrazar a Mackenzie y agradecerle su apoyo por la persecución política que aún sufro. Mackenzie siempre fue un cercano incondicional y, aunque diferíamos en algunas cosas, solo nos distanció temporalmente un artículo suyo sobre mi posición en el caso de la responsabilidad de la francesa en el atentado del Centro Andino en Bogotá. Pero eso es otro asunto.

En el almuerzo con el Coronel Plazas y Eduardo, les solté – como un jarrado de agua fría- lo que yo pensaba ya de Álvaro Uribe Vélez.

-Coronel, Eduardo… Yo ya lo acepté… Uribe es de izquierda. No hay otra explicación para lo que está sucediendo-. Acto seguido, les hice un recuento de la trayectoria política de Uribe, siempre ligada a la izquierda -desde sus comienzos con el ala marxista del liberalismo, comandada por Ernesto Samper.

El Coronel Plazas, a quien aprecio profundamente, se alteró un poco.

-Ricardo, usted ha tenido razón en muchísimas cosas.. Pero decir que Uribe es de izquierda es desproporcionado. ¡Él combatió a las FARC! ¡Por Dios!

– Coronel.. El M19 también combatió a las FARC, el ELN, el EPL, los paras.. Muchos marxistas han combatido a las FARC y eso no los hace de derecha.

-Me niego a creerlo, Ricardo -me dijo el Coronel, un poco molesto -Yo trabajé con el presidente Uribe y sé de su talante anticomunista.

Eduardo estaba silencioso. Nos escuchaba atentamente.

-Ricardo… ¿estás diciendo que esto es otro episodio de la vieja pelea entre maoístas y stalinistas?

-Ni más ni menos, Eduardo.. Es eso. Una disputa entre facciones.

. Duque es el monigote conciliado entre Uribe, Castro, Santos, FARC, Partido Comunista y Soros, elegido para ser el gobierno de transición que establecerá definitivamente el poder de Cuba en Colombia

La conversación quedó ahí. Para mí fue evidente que mi explicación había sido demasiado atrevida, hasta ofensiva, para estos dos amigos con quienes habíamos defendido tantas veces eso que se conoce como “el ideario uribista”, que vaya uno a saber qué es.

Lea acá Renuncio al Centro Democrático

De eso, han pasado unos cuantos años. Luego vino mi renuncia al Centro Democrático y cada día que pasa tengo más y más argumentos que respaldan esa tesis: El uribismo es maoísta y se enfrenta a la línea stalinista de las FARC. Por eso, tanto el EPL como el ELN han sido más allegados a eso que se conoce como “uribismo”.

Cuando Iván Duque hizo la alharaca insípida de ordenar la captura de los cabecillas del ELN, yo, estando seguro de la afinidad del uribismo con las ideas maoístas, publiqué en Twitter que ese show pasaría muy pronto y que en menos de lo que canta un gallo llamaría a esos narcoterroristas al diálogo. Y así fue.

La reciente visita de Iván Duque y su extensa comitiva a la China Comunista, incluido el homenaje que le hicieron a la memoria Mao y su ejército de asesinos, me hizo recordar una serie de eventos ocurridos durante mi “amistad” con José Obdulio Gaviria, cuando sus lugartenientes Fernando Alameda y Carlos Valverde intentaban infructuosamente de convencerme de las bondades del marxismo-maoísmo, y de cómo -debido a las “bellezas” del maoísmo- las FARC los odiaban a muerte.

-Todas esas vertientes -les decía yo, usando una expresión santandereana- son la misma mierda pero de diferente culo. Punto.

Una vez José Obdulio Gaviria fue elegido senador por primera vez, su viaje de celebración fue a… Sí.. a China.

Cuando le pregunté a Alameda por Obdulio, éste, incómodo con la pregunta, me dijo: “Jose anda por China.. haciendo no sé qué cosas”.

Como lo establecí luego, esas “no sé qué cosas”, no fueron otra cosa que rendir cuentas a sus patrocinadores -y de Uribe, obvio- del Partido Comunista de China.

Quien desee averiguar sobre la cantidad de viajes de José Obdulio Gaviria a China, desde que Uribe ocupó la presidencia- se sorprenderá. Obdulio fue el mensajero de Uribe en las relaciones con las dictaduras comunistas de China, Cuba, Venezuela.

Varios analistas han quedado extrañados estupefactos frente al homenaje sentido que Iván Duque rindió a los asesinos marxistas chinos, causantes de la mayor masacre comunista cometida en país alguno. Yo no me sentí sorprendido. Duque es el monigote conciliado entre Uribe, Castro, Santos, FARC, Partido Comunista y Soros, elegido para ser el gobierno de transición que establecerá definitivamente el poder de Cuba en Colombia.

Duque siempre ha sido de izquierda, Tercera Vía, antimilitar, pro Soros, maoísta, discípulo del también maoísta Alan García, de Juan Manuel Santos, admirador de otro maoísta -Jorge E Robledo- y de Gustavo Petro y, al igual que su padre, un tramposo desvergonzado timador del erario.

Los intereses de China en Colombia se han intensificado desde las presidencias de Álvaro Uribe. Uriel Gallego, el mismo encargado de abrir las puertas a Odebrecht, también le tendió el tapete rojo a China para que se fuera apropiando del control de aeropuertos puertos marítimos, con sobrecostos y todo, de gancho con las corruptelas de los Char, Mazuera, Luis Carlos Sarmiento, los Nule, Carlos Slim y, por supuesto, George Soros. Los intereses de China se centran mayoritariamente en el Urabá antioqueño donde Obdulio tiene bien colocada a su familia, y donde Uribe es idolatrado como una deidad. En el Urabá se hace lo que digan Uribe y Obdulio.

Son y han sido millones de dólares que esta bacrim política ha negociado con los comunistas chinos. Y ese será el tema de artículos futuros.

No por nada el Centro Democrático ha promocionado siempre con bombos, platillos y guirnaldas sus estrechos nexos con el Partido Comunista chino.

Eso, sin mencionar que Iván Duque anunció orgullosamente que había conseguido que la China Comunista delegara instructores para enseñar inglés en las comunidades apartadas del país. Y, como cereza del ponqué, dio a conocer la noticia de que China manejará información sensible de inteligencia, archivos secretos y numerosos datos privados de los colombianos. Duque y el CD están entregando el manejo de bases de datos a empresas chinas que han sido acusadas de espionaje por el gobierno de Estados Unidos. Ridículo pero cierto.

Así que la postración de Iván Duque y su gobierno frente a la nauseabunda memoria de Mao y sus asesinos comunistas, es la menor de las preocupaciones que deben tener los colombianos.

La entrega de Colombia al comunismo internacional ya es un hecho que nadie puede ocultar.

Eso es fácilmente comprobable con este impúdico cruce público de cartas entre el CD y el Partido Comunista de China