UTILIZARÉ EL MIEDO PARA MANEJAR LA ECONOMÍA: MOCKUS
Mockus dice que utilizará el miedo si es necesario, ese sentimiento tan útil para manejar la gente
“UTILIZARÉ EL MIEDO SI ES NECESARIO”: MOCKUS
Por Eduardo Mackenzie
Hay que leer entre líneas al profesor Antanas Mockus. Pues su sistema comunicacional es único: una revisión después de una afirmación. Así, él dice todo pero nada es claro. El candidato verde no puede comunicar de otra manera. Quizás porque sus respuestas son, con frecuencia, escalofriantes.
¡Mockus se declaró dispuesto a extraditar al presidente Uribe, y al ex ministro Juan Manuel Santos si un poder extranjero lo exige! Esa afirmación monstruosa no será olvidada. Esa frase fue, quizás, el momento “cumbre” de la campaña de Mockus pues llegó a tocar un punto de no retorno. Quizás esa frase causará su pérdida. Después, claro, Antanas corrigió su frase. Pero el daño ya estaba hecho. Su opinión sobre la extradición del Presidente de Colombia, que cayó como un trueno después de la salva de insultos de Hugo Chávez contra el candidato Santos y contra los electores colombianos, reveló no sólo un espíritu cobarde respecto de injerencias abusivas de regímenes y movimientos extranjeros, sino que descorrió, por unos instantes, la cortina que oculta un tinglado que mira con simpatía la candidatura verde: los cónclaves fanatizados que sueñan con montarle al presidente, y a algunos de sus ministros, después de agosto, escenarios de linchamiento de “justicia popular” tipo revolución cultural proletaria por haber ellos sacado al país, a costa de altos y honrosos sacrificios, de la pesadilla en la que nos encontrábamos en 2002.
Desde luego, entre una y otra frase, entre una afirmación y su contrario, todos estamos viendo que Antanas Mockus ignora los principios básicos de la Constitución y que es, por lo tanto, un candidato que puede alcanzar altísimos niveles de incompetencia.
Después de oírlo, la conclusión es ésta: Colombia no estará segura con Mockus. ¿Sabe él acaso que hay en marcha un proyecto tenaz contra Colombia por parte del Foro de São Paulo que se mueve bajo la batuta de las FARC?
Otro motivo de alarma: no siempre Antanas revisa sus afirmaciones. Sobre el juicio abierto en Ecuador contra el ex ministro Juan Manuel Santos, Mockus no ha cambiado. El sigue creyendo que atacar el campamento de Raúl Reyes fue un “error” y que les gesticulaciones del juez de Sucumbios es algo que “no le podemos impedir a Ecuador”. ¿Cree Antanas que con ese curioso talante podrá él un día pedirle al país en general, y a los militares y policías colombianos en particular, hacer sacrificios y hasta dar la vida por los intereses superiores de la Patria? No. Quizás lo que hay en ese juego turbio de afirmaciones indignas y revisiones “reequilibrantes” es la voluntad de introducir la desmoralización en los partidos, en la sociedad civil y en las fuerzas armadas para embarcar a Colombia en una transición hacia la nada.
De hecho, la economía, la seguridad del Estado y de la sociedad, son puntos que han desaparecido prácticamente del debate, pues el profesor Mockus no parece sentirse atraído por esas temáticas. Nada es más insólito y temerario.
Pero hay otras cuestiones que son tocadas tangencialmente y que el elector debe saber. Por ejemplo, Mockus le dijo a la Revista Dinero, de Bogotá, el 30 de abril, que él haría una reforma tributaria “preventiva” y que utilizaría para eso, si es necesario, el miedo, ese sentimiento tal útil, explicó, para manejar la gente. Esa es la “decencia” de Mockus. Su propuesta es hacer una reforma tributaria “lo más redistributiva posible”, para “ver a quien le quitamos” la plata. El fiscalismo aplastador para financiar el Estado-providencia, es un modelo muy mal visto hoy en todas partes: ni los Estados Unidos de Barack Obama, ni la Unión Europea, ni la Rusia de Medvedev, y ni siquiera la China comunista están en eso! Empero, el profesor Mockus se casó con esa teoría abandonada, y por la que Grecia está pagando un alto precio.
Pero hay más. Dinero le preguntó a Antanas si le preocupa saber que no tendrá el apoyo mayoritario del Congreso.
Su respuesta fue una revelación: “La democracia deliberativa plantea que en los escenarios constituyentes, más incluso que en el Congreso, la gente puede decidir por argumentos”. Es decir, que el Congreso que acaba de ser elegido por los colombianos sería disuelto por Antanas para montar, en cambio, un “escenario constituyente”, que cambiará la ley y la Constitución, pues para eso son las Constituyentes. Así pues, Mockus comenzaría su eventual mandato en el más puro estilo de su admirado Hugo Chávez: con una Constituyente que cambiaría las reglas de juego.
En ese contexto preciso, del “escenario constituyente”, se debe examinar el cuento mockusiano de la “legalidad democrática”, noción brumosa que, dicen, es uno de sus ejes de campaña. “¿Qué es la legalidad democrática?”, le preguntó Dinero. Sorpresa. Mockus despachó el tema en dos líneas y media. ¿Por qué? Porque lo que tiene en mente asusta a muchos. Dijo: “Es el cumplimiento de la ley por todos frente a todos. ‘Democrática’ quiere decir que no haya dogmatismos de la ley, que ésta se cumpla por encima de todo y que si no se está de acuerdo con las leyes, se puedan reformar democráticamente”. Es decir, cuando Mockus pide a todos “cumplir” la ley, se refiere a su ley, a la nueva ley que pretende imponer mediante su “escenario constituyente”. No es la ley de hoy, de todos, es la ley que viene, una ley desconocida y que algunos están preparando tras bambalinas en alguna parte. Esa es la ley que, según Mockus, se debe cumplir “por encima de todo”. ¿Sería abusivo decir que aquí también hay como un extraño mimetismo con el método de Chávez? No. Ese mimetismo está allí, patético y obsesivo, en el programa real, no en el formal, del candidato del partido verde.
Finalmente, otro punto caduco de Mockus, que ningún país aplica: la llamada “responsabilidad ambiental”. Para Mockus, las empresas y la inversión privada deben someterse. La innovación tecnológica, la productividad y la modernización del aparato productivo, vital para el desarrollo del país, son eclipsadas por esa ideología. Antanas dice que las empresas deberían contratar más trabajadores e invertir menos en maquinaria y modernizar “a un ritmo más lento”. Es el retorno a la idea reaccionaria del crecimiento cero, utopía de los ecologistas más atrasados. Es lo que hace Rafael Correa en Ecuador, con los resultados que sabemos. La idea acertada es protección ambiental sí, pero no contra el crecimiento.
Mayo 4 de 2010
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