RENÉ GUARÍN ES EN REALIDAD UN SECUESTRADOR Y GUERRILLERO
Por eso es que entendemos que Iván Cepeda y otros pretendidos activistas de Derechos Humanos, brindan tanto apoyo a la lucha de este peligroso personaje al que los medios de comunicación le visten como defensor de los Derechos Humanos.Pero ya sabemos que René Guarín no es más que un cínico.
RENÉ GUARÍN CORTÉS, EN REALIDAD ES UN GUERRILLERO TERRORISTA AMNISTIADO
René Guarín no es un defensor de Derechos Humanos, como quiere aparecer, sino un terrorista del M-19. igual que su hermana Cristina Guarín, a quien quiere hacer aparecer como una humilde empleada de la cafetería del Palacio
Por Ricardo Puentes Melo
Agosto 17 de 2010
No le demos más alargues. RENÉ GUARÍN CORTÉS, defensor de Derechos Humanos y principal acusador contra el coronel Alfonso Plazas Vega, por la supuesta desaparición de su hermana Cristina Guarín Cortés, es un secuestrador terrorista, miembro amnistiado de la guerrilla del M-19, mismo grupo narcoguerrillero que tomó a sangre y fuego el Palacio de justicia y que asesinó magistrados y civiles en los nefastos hechos de noviembre de 1985.
René Guarín, el acusador más enconado del coronel Plazas, a quien señala con su dedo ante los medios de comunicación que le han dado espacio a este hombre, cliente del colectivo de abogados Alvear Restrepo, no es más que un secuestrador, un guerrillero amnistiado que, con el silencio cómplice de las ONG y de Gustavo Petro, Antonio Navarro, Vera Grabe, Carlos Franco, Otty Patiño, Rossember Pabón y otros guerrilleros amnistiados que fueron sus compañeros de delito, viaja hoy por el mundo como un defensor de los Derechos Humanos fingiendo ser víctima de delitos de Estado.
Enterarnos no fue sencillo. Todo comenzó con un mail que nos llegó donde se nos informaba de que este Guarín habría presuntamente participado en un secuestro de un importante empresario en Bogotá. La fecha que nos dieron estaba errada, pero por fortuna yo conocía al empresario. Lamentablemente había fallecido hacia varios años.
Sin embargo, todavía vivía un amigo mutuo, quien me informó que el secuestrado no había sido el empresario, sino un hijo suyo que tuvo que salir del país por obvias razones. Me comuniqué con él y, aunque me advirtió que no quería dar entrevistas sobre este hecho –que quería olvidar a toda costa- me informó la fecha de su secuestro. Y me dio un dato aún más valioso: Recordaba perfectamente que sus secuestradores eran del M-19, recordaba al conductor del auto en lo que subieron, recordaba que este conductor se llamaba René Guarín Cortés, y estaba seguro de que este pillo había sido amnistiado durante el gobierno de Virgilio Barco.
Solicité información al Consejo Superior de la Judicatura, que todos sabemos que son cercanos a la izquierda, pero ellos no quisieron suministrar ninguna información. Embolataron el Derecho de Petición.
Sin embargo, con los datos suministrados por la víctima, el resto fue relativamente sencillo. El hecho figura con lujo de detalles en la prensa de la época, año 1988. También conseguimos el documento donde se listan a varios guerrilleros amnistiados del M-19 y las FARC. Allí figura el guerrillero René Guarín Cortés, con la cédula de ciudadanía No. 79.284.960 (la misma que registran los medios de comunicación con referencia a la identidad del secuestrador capturado). Su nombre aparece junto al de Vera Grabe y el de Carlos Ramón González Merchán (del Partido Verde).
Uno se pregunta qué hay detrás de todo el montaje contra el coronel Alfonso Plazas. Y la respuesta es sencilla: El M-19; la misma alianza entre guerrilla y narcotráfico que se tomó el Palacio de Justicia para asesinar magistrados y destruir procesos contra los narcotraficantes, quiere la cabeza de Plazas Vega.
Hoy tenemos todo mucho más claro. Cristina del Pilar Guarín, la hermana de René Guarín, había ingresado a trabajar en la cafetería del Palacio de Justicia. Y bajo esa máscara de que esta mujer era una humilde empleada, su hermano, con la asesoría del colectivo Alvear Restrepo, con abogados que desde años antes estaban vinculados con guerrilleros del M-19, montó una obra de tragedia griega para gritar al mundo entero que su pobre hermana, una sencilla y pobre mujer, había sido secuestrada, asesinada y desaparecida por el coronel Plazas Vega. Pero olvidó mencionar este René Guarín, que él mismo es un secuestrador, un guerrillero del M-19 que fue amnistiado por el gobierno de Barco.
Cristina del Pilar Guarín tampoco era una sencilla y humilde mujer. Era una graduada de Derecho de la Universidad Nacional, donde René Guarín también estudiaba Ingeniería de Sistemas. ¿Qué hacía una profesional trabajando como empleada en la cafetería del Palacio de Justicia…? ¿No es un poco extraño que la hermana de un guerrillero del M-19 entre a trabajar en un puesto por debajo de su nivel, de bajo perfil, en un edificio que quince días después de su fecha de ingreso, sería tomado salvajemente por el grupo guerrillero donde militaba su hermano René Guarín..? ¿No es extraño que el abogado defensor de Petro (miembro del M-19), Rafael Barrios Mendivil, miembro del colectivo de abogados Alvear Restrepo, sea hoy quien acusa a Plazas…?
Con este importante dato, es lícito preguntarse si Cristina del Pilar Guarín no fue también una guerrillera que el M-19 colocó en el Palacio de Justicia con el propósito de hacer inteligencia y pasar informes a la guerrilla donde también militaba su hermano.
Por eso es que entendemos que Iván Cepeda y otros pretendidos activistas de Derechos Humanos, brindan tanto apoyo a la lucha de este peligroso personaje al que los medios de comunicación visten como defensor de los Derechos Humanos, y víctima de un crimen de Estado. Pero ya sabemos que René Guarín Cortés no es más que un cínico.
Un cínico que sigue siendo apoyado por sus compinches de la guerrilla. Gustavo Petro, Antonio Navarro, Vera Grabe, Carlos Franco, Carlos Ramón González, Rossember Pabón y Otty Patiño –entre otros- nos deben explicación por habernos ocultado este importante hecho que seguramente habría dado otro giro al proceso de Plazas. También nos debe explicación el guerrillero amnistiado León Valencia, otro que hoy da cátedra sobre derechos humanos.
El complot queda mucho más claro a la luz de estos descubrimientos. Y lo repetiremos hasta el cansancio: La narcoguerrilla y sus aliados están empeñados en inculpar falsamente a los militares que han asestado golpes a esta coalición macabra entre la guerrilla y el narcotráfico que ha infiltrado la justicia colombiana.
No de otra manera puede uno explicarse por qué la juez Jara, que condenó al coronel Plazas Vega a una pena de 30 años, haya sido nombrada juez a pesar de que su examen para el cargo la colocó entre las últimas personas. las más ineptas. Ya puede uno explicarse por qué es nombrada también para el caso de Plazas Vega. Y por qué es sacada del país, supuestamente para pagarle estudios en el exterior (algo que es irregular). La protegen de ser acusada por prevaricato. Esta juez luchó hasta lo último para que el coronel Plazas fuera llevado a una cárcel, lugar donde –según información de inteligencia militar- estaba todo previsto para que el coronel fuera asesinado. La juez Jara, que también le negó al coronel el derecho humanitario de asistir al funeral de su padre, tendrá que responder algún día por estas aberraciones. Ojalá nos diga quién o quiénes la tienen en su nómina.
También se explica uno por qué la Fiscal Ángela María Buitrago se valió de testigos falsos, que no existen, para ensañarse contra el hombre que salvó al país de caer en poder total de la narcoguerrilla.
Otro asunto importante: René Guarín y sus compinches, cuando fueron capturados por el secuestro, tenían en su poder armas que ellos habían robado en un asalto a Nemocón, donde asesinaron a un agente. Y otro más: La otra capturada María Antonia Espitia, vivía en Zipaquirá, población donde operaba Gustavo Petro, y que hoy milita, adivinen dónde… Sí en el Polo Democrático. María Antonia Espitia y Patricia Ariza, directora de la Corporación Colombiana de Teatro, están hoy acusadas de ser integrantes, además, del PC3 (Partido Comunista Colombiano Clandestino) un movimiento clandestino de las FARC
En este momento estoy escuchando que la noticia se le está dando al coronel Plazas en RCN radio.
Se le está diciendo al coronel Plazas que quien lo acusa falsamente de secuestro, no es más que un secuestrador…
Se le está diciendo que mientras él sigue recluido, sus acusadores, los mismos que se tomaron el Palacio de Justicia y masacraron a decenas de colombianos, hoy posan como defensores de los derechos, como senadores, gobernadores y hasta candidato presidencial.
Es aberrante todo esto.
Agosto 17 de 2010
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