LAS POSTURAS DE CENTRO SON INSABORAS, INCOLORAS E INODORAS: ALEJANDRO ORDÓÑEZ
“Nuestra clase dirigente es parte del régimen que derrotamos el 2 de octubre, ella es casi tan responsable como el actual Presidente de la actual debacle institucional, su respaldo suicida al proceso de la Habana le permitió a Santos avanzar sin mayores contratiempos”
Las posturas de centro son insaboras, incoloras e inodoras: Entrevista a Alejandro Ordóñez
“Nuestra clase dirigente es parte del régimen que derrotamos el 2 de octubre, ella es casi tan responsable como el actual Presidente de la actual debacle institucional, su respaldo suicida al proceso de la Habana le permitió a Santos avanzar sin mayores contratiempos”
Por Ricardo Puentes Melo
Agosto 15 de 2017
@ricardopuentesm
ricardopuentes@periodismosinfronteras.com
No recuerdo cuándo fue la primera vez que escuché hablar de Alejandro Ordóñez Maldonado. Tal vez siendo ya siendo él Procurador General y yo estando inmerso en la lucha en contra del complot que buscaba condenar al Coronel Alfonso Plazas Vega a más de 30 años de cárcel. Cuando tuve la fortuna de encontrar a Edgar Villamizar Espinel, el testigo que fue suplantado por la Fiscalía General de la Nación en el proceso contra Plazas, el nombre de Ordóñez fue el único seguro y confiable, como persona y funcionario, para que recibiera el testimonio trágico de Villamizar.
Católico practicante, padre de familia y esposo devoto. Fui testigo directo del profundo amor que hay entre la familia de Ordóñez, de la ternura y afecto que hay entre ellos. El Rosario no falta en su diario vivir y, aunque no soy católico, como cristiano profundamente creyente admiro la importancia que Ordóñez y su familia dan a Dios como ser real en sus vidas.
Ricardo Puentes Melo: Dr. Ordóñez, siempre me ha causado curiosidad saber cuáles fueron esos libros que usted quemó en su juventud. ¿Qué tenían? ¿Por qué los quemó?
Alejandro Ordóñez: En realidad no hubo ningún libro, como muchas veces se sugiere. La quema que hicimos con algunos amigos de juventud fue de unas pocas revistas pornográficas que empezaron a circular por toda Bucaramanga, hace cuarenta años. En su momento, quisimos generar un hecho simbólico en defensa de los niños que empezaban a ser objeto de campañas contra su inocencia.
Usted causa mucho escozor en todos los sectores de la izquierda. ¿A qué cree que se deba?
Porque no comparto muchos postulados de ese sector. No comparto sus dogmas “igualitaristas” ni su concepción “libertaria” de la vida. Por ejemplo, en materias económicas no comparto la idea de que la igualdad sea en la pobreza y no sea posible en la riqueza, para la muestra basta con mirar la miseria en la que tienen sumida a Venezuela. En asuntos morales no estoy de acuerdo con una libertad sin límites que permita la muerte de los más indefensos a través del aborto y la eutanasia, ni en la facilidad de que los jóvenes se puedan auto-destruir con el consumo de drogas. Tampoco comparto su concepción “igualitarista” de la familia, del matrimonio ni de la adopción de niños por parte de uniones del mismo sexo. En fin, son muchas las cosas que me distancian de la denominada izquierda y que son la razón para que les cause mucho escozor, como Usted lo dice.
También causa mucho escozor entre los sectores de “centro”. ¿Algún comentario?
La verdad a mí me cuesta trabajo identificar lo que piensan los que dicen pertenecer al “centro”, porque no es fácil ver con claridad sus posturas, que en muchas ocasiones son insaboras, incoloras y hasta inodoras. Prefiero a los fogosos izquierdistas que a tibios centristas.
En pocas palabras, si es posible, ¿qué es para usted ser de centro? ¿Qué es ser de derecha y ser de izquierda?
Como le dije, los de centro adoptan posturas tibias y, por eso, es que no se comprometen con nada, sus políticas son difusas y adoptan la libertad de la veleta. La izquierda tiene múltiples cabezas, están desde los anarquistas hasta los totalitaristas, pero ambos profesan algo en común: el ataque a los principios y valores morales cristianos. Los de derecha se supone que defienden dichos valores, pero en algunas ocasiones van en contravía de ellos. Aquí vale decir que más que ser de izquierda, de centro o de derecha, lo importante es que la política busque el bien común de todos los colombianos, y a eso es a lo que le apunto en mi propuesta de gobierno.
Hablemos de sus propuestas. ¿Podría resumirnos las 10 más importantes?
En primer lugar debo señalar que mis propuestas están atravesadas por la protección y la defensa de la familia, porque sin verdaderas familias no podemos aspirar a tener una buena sociedad ni un buen Estado. Por eso es que mis propuestas todas deben leerse en perspectiva de familia. Así es que buscaré bajar los impuestos, para generar mayor inversión y recaudo para crear más empleos que le den la mano a la familia. Si tenemos más empleos atacaremos la elevada informalidad, generando mayor calidad de salud y pensiones en beneficio de las familias. De otra parte, pero en la misma dirección, buscaré fortalecer a las madres cabeza de hogar y a las madres comunitarias con las debidas prestaciones sociales, pues está claro que el sostén de la mayoría de familias colombianas son las madres. En materia de educación, eliminaré con toda firmeza cualquier ideología que pretenda la corrupción de la inocencia de nuestros niños, así mismo lucharé con todos los medios estatales contra el consumo de drogas que lo único que ha logrado es la perdición de los jóvenes y la disolución de la familia. Con el mismo propósito promoveré la vocación del agro, fortaleciendo a las familias campesinas, volviéndolas fami-empresas.
¿Qué piensa usted del derecho de los militares al voto?
Estoy de acuerdo, pues actualmente no tenemos la amenaza de una dictadura militar que justifique prohibirles participar en la democracia.
¿Estaría de acuerdo con darle más autonomía a las regiones? ¿Cómo? ¿Es usted más centralista o federalista?
La autonomía que gozan hoy en día las regiones es suficiente. La Constitución del 91 fue acertada en declarar a Colombia como un Estado unitario pero con descentralización administrativa. Lo que hace falta para hacer una realidad dicha autonomía es darle las herramientas a los municipios y departamentos para que ellos puedan satisfacer de primera mano las necesidades de los ciudadanos. Y para ello he pensado seriamente en promover que el IVA sea del recaudo de los municipios para que tengan los recursos necesarios para cumplir con las funciones que le encargó el constituyente.
Me refería a la autonomía presupuestal. Hoy en día los recursos fluyen hacia el centro y es el gobierno quien decide cómo redistribuye tales recursos. Por eso tenemos que departamentos pujantes y trabajadores aportan al Estado más de lo que reciben. ¿No es ésta una forma de socialismo, de subvención a la falta de iniciativa?
Ud. tiene razón, la descentralización languidece, el traslado de funciones sin recursos y de contera el fracaso de las políticas públicas golpeando los derechos económicos y sociales termina por hacer perder confianza y credibilidad a la institucionalidad. ¿Que hacer para fortalecer fiscalmente las entidades territoriales y permitirles cumplir sus deberes constitucionales, legales y administrativos? Los Municipios deben vivir de lo que el hombre produce además de lo que el SGP transfiera a esa entidad por ello el IVA debe ser materia de política y recaudó municipal tal como ahora se hace con el impuesto predial, industria y comercio, vallas, sobretasas, alumbrado etc.
La reforma a la justicia es algo prioritario. ¿Cómo la haría? Si es mediante Constituyente: ¿No teme que una constituyente termine siendo peor que la del 91, diseñada a medida de mafiosos? ¿Cómo evitaría eso?
La justicia requiere de reformas estructurales, pero éstas se pueden lograr sin reformas constitucionales. En realidad, a la justicia le hace falta voluntad política de un gobierno que les proporcione los medios logísticos y el talento humano suficiente y bien remunerado, que pueda administrar justicia con eficiencia y prontitud. Y esto se puede lograr con simples reformas legales o medidas administrativas. En lo único que considero que debería reformarse a la justicia por vía constituyente es a la Corte Constitucional que se ha convertido en una cortesana del presidente, y por eso debe reestructurarse su forma de elección así como el número de magistrados, porque hoy sólo cinco magistrados, generalmente, de ascendencia gobiernistas deciden lo que está bien y está mal en el país, se requiere de mayor democratización de la Corte.
Pero, ¿hará una Constituyente? ¿Cómo se diferencia de la Constituyente que piden las FARC?
Claro que haré una Constituyente, no basta con ganar, si uno triunfa y gobierna con el actual diseño institucional se convierte en el primer secuestrado del Régimen, en esas condiciones mejor no ser Presidente, termina sometido a la institucionalidad ilegítima surgida de unos acuerdos ilegítimos. Mientras la Izquierda pretende una Constituyente para seguir avanzando e imponer definitivamente el Socialismo del S. XXI, nosotros con las mayorías que nos permitieron el triunfo cumpliremos el mandato del 2 de octubre y adecuaremos la institucionalidad para combatir con eficacia la corrupción.
Después de tener las firmas necesarias, ¿piensa lanzarse solo o en alguna alianza?
Estoy convencido de que seré el candidato de la gran coalición triunfadora del 2 de octubre, me acompañarán las bases conservadoras, el Centro Democrático, la Colombia creyente, la Reserva de la Fuerza Pública y muchos sectores ciudadanos que creen lo que nosotros creemos, anhelan lo que anhelamos y quieren reconstruir nuestra Patria.
¿Haría usted alianzas con la izquierda para las elecciones?
Alianza con partidos políticos de izquierda no, pero si alguien de ese sector coincide con mi propuesta siempre será bienvenido.
Hablando de eso, ¿cómo fue el voto que le dio la bancada de izquierda para apoyarlo a la Procuraduría? ¿Restituyó de algún modo ese apoyo? ¿Les dio puestos, contratos, etc.?
Días antes de mi elección como procurador, cuando ya era un hecho, me invitó la bancada del Polo Democrático a una reunión en el hotel Ópera de Bogotá. Asistieron 7 de los 9 senadores, que, por cierto, a dos de ellos los destituí dos años después: Gustavo Petro e Iván Moreno.
En la conversación, que duró aproximadamente hora y media y en la que el vocero era el señor Petro, palabras más, palabras menos lo que se me manifestó fue: “El Polo tiene dudas y no ha decidido si apoyarlo o no, nuestro jefe, el Dr. Carlos Gaviria, manifiesta que usted milita en la derecha confesional y se corre el riesgo de que usted instrumentalice la función con propósitos ideológicos”.
Respondí, confieso, con alguna sonrisa socarrona, que no instrumentalizaría la función más de lo que lo hizo el Dr. Gaviria, y les dije: “Ustedes se dicen librepensadores, ¿verdad? Y con orgullo asintieron. Yo no soy librepensador, yo profeso valores y principios tan vigentes ayer como hoy. En religión soy católico, en filosofía tomista y en política conservador. Si ustedes no votan por mí, en razón a lo que yo pienso, ello sería un acto de incoherencia con el librepensamiento. Los invito a ser coherentes, no creo que terminen ustedes promoviendo el delito de opinión.” Finalmente, votaron por mí.
¿Es usted homofóbico? ¿Deben temer los homosexuales si usted llega a ser presidente?
Los homosexuales no deben temer, deben estar tranquilos. Hay que distinguir dos cosas, una es el homosexualismo y otra la agenda política de los lobbies gay, que fungen más como comisarios políticos de la extrema izquierda que como defensores de la comunidad LGBTI. Lo invito a leer y a compartir con sus lectores la entrevista al homosexual y crítico Kino Navarro en la Revista digital Actuall.
El homosexual, como cualquier persona, tiene una dignidad que debe ser respetada. Otra cosa es equiparar el matrimonio a la unión homosexual o reconocerle a esta comunidad el derecho a la adopción, en eso no estoy de acuerdo. Menos en imponer la ideología de género como ideología del Estado mediante la cual se adoctrinen a nuestra niñez y a nuestra juventud.
Nunca los he perseguido, más aún, tengo algunos amigos homosexuales y nombré a varios miembros de la comunidad LGBTI en la Procuraduría por sus competencias profesionales.
Hemos notado que los sectores cristianos no-católicos lo apoyan mucho a usted, que han vencido la resistencia histórica que sienten mutuamente entre católicos y “protestantes”. ¿Qué coincidencias y qué diferencias hay entre usted y ellos, hablando de la visión de país?
Son coincidencias políticas y cívicas. Ni yo dejaré de ser católico ni ellos dejaran de ser Evangélicos como consecuencia de esta alianza. Hemos dado recientes batallas conjuntas en defensa de la familia, de la vida y del matrimonio. Esas son batallas culturales que hoy comprometen a toda la sociedad occidental.
Juntos hemos dicho al Gobierno: Con los niños no se meta, los niños son de papa y mamá, no del Estado. No pretendan adoctrinar a nuestra niñez en la ideología de género, los papás tenemos el derecho de escoger la educación de nuestros hijos. Antes que el Estado, es a los papás a los que nos corresponde educar a nuestros niños.
¿Regresaría Dios a las aulas y entidades del gobierno? ¿En qué forma? ¿Habría libertad de cultos o se impondría la religión católica en la educación oficial?
Algunos creen erradamente que la Constitución del 91 expulsó a Dios de nuestra Carta Magna y todo parte del hecho de que no han leído ni siquiera el preámbulo. En 1991, el constituyente, al promulgar la Constitución, lo hace invocando la protección de Dios. Más adelante, en el Artículo 68, reconoce a los padres de familia el derecho “de escoger el tipo de educación para sus hijos menores”. Es decir, no sería extraño ni violatorio de nuestra Constitución que se incluyera en los programas académicos la enseñanza de la religión, no de una religión oficial sino de la que los padres de familia elijan.
Hablando de educación, ¿Cómo propone usted salir del atolladero, del abismo en que ha caído el sistema educativo en Colombia?
La propuesta es construir un Estatuto Único Docente que permita mejorar la calidad de la educación en el país. Mayor dignificación salarial y mayor profesionalización para nuestros maestros significarán mejores bases para las nuevas generaciones. Una jornada única para estudiantes es necesaria, pero debemos optimizar condiciones de infraestructura y alimentación escolar. La corrupción golpea al sistema educativo en todas sus ramas. La vamos a expulsar evitando intermediarios y apersonando realmente al Estado en la administración de los bienes.
¿Es usted estatista o prefiere la libre empresa y la iniciativa privada? ¿Hasta qué punto?
Todos deben aportar y ser beneficiados. Creo en las economías que hacen rico al ciudadano porque así se hace rico al Estado. Creo en la necesidad de tener más propietarios y menos proletarios. Promoveré el emprendimiento, protegeré al trabajador y el empresario tendrá seguridad jurídica.
¿Qué hará con los elevados impuestos?
Como dije anteriormente, es necesario bajarlos. El desarrollo económico en Colombia se estancó por cuenta de la presión fiscal. Ya son más de 15 reformas tributarias en 20 años y los colombianos no aguantan más que el Estado les meta la mano al bolsillo de forma descarada mientras despilfarran sus recursos en excesos y mermelada.
La fórmula está inventada y se aplica con éxito en muchos países. Bajar los impuestos potencia el recaudo, genera mayor inversión y mayor consumo. La suma de estos factores conduce a la generación de más puestos de trabajo y a la formalización de los empleos. El resultado final es más cotizaciones y más dinero, el que tanto hace falta, para los sistemas de salud y pensiones.
¿Cuál es la propuesta para los empresarios?
Seguridad jurídica, por sobre todo, para que el empresario pueda desarrollarse y generar empleo formal, digno y decente.
Hablando de industriales, ¿por qué cree que no fue invitado al Foro de la ANDI, donde los candidatos y precandidatos a la presidencia fueron llamados? ¿Qué piensa de que hayan escogido a Fajardo y a Duque como los mejores candidatos?
Nuestra clase dirigente es parte del régimen que derrotamos el 2 de octubre, ella es casi tan responsable como el actual Presidente de la actual debacle institucional, su respaldo suicida al proceso de la Habana le permitió a Santos avanzar sin mayores contratiempos, primaron sus intereses a los principios, por eso no resisten la voz de quienes no nos resignamos a seguir combatiendo el avance del socialismo del S XXI en nuestra Patria. A propósito, recuerdo un profético escolio de Nicolás Gómez Dávila que me parece una radiografía de nuestra clase dirigente: “La revolución invade Palacios plenamente desertados”.
Finalmente, Dr. Ordóñez, sabemos que ud es creyente y practicante católico, que reza todos los días junto a su familia. ¿Cree sinceramente que puede haber cabida para Dios en la dirección de un Estado, como lo cree el recién electo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump?
Lo cree Trump en Estados Unidos, lo cree Putin en Rusia, lo cree el presidente Andrzej Duda en Polonia, lo cree el primer ministro de Hungría Viktor Orbán y lo cree la Constitución Política de Colombia, se manifiesta en su preámbulo. Claro que yo también lo creo.
Eso de que Colombia es un Estado laico fue un “cuentazo” mal echado de Carlos Gaviria, un magistrado que le hizo mucho daño a la jurisprudencia.
Estados laicos son España, México y Francia, pero en ninguna parte de nuestra Constitución se define a Colombia como Estado laico. Colombia es aconfesional, que es diferente, pues no excluye a Dios sino lo contrario, lo incluye en su artículo más importante que es el preámbulo.
Y una última pregunta: ¿Su esposa, doña Beatriz de Ordóñez, lo apoya en esta aventura a la que se lanzó?
Por supuesto, todos los días me anima, me alienta, me impulsa a seguir dando esta batalla por las familias. Ahora que las Farc “entregaron” las armas, puedo decir que con ella soy el único candidato con brazo armado.
Comentarios