EL GOBIERNO DE SANTOS PROPINA OTRO GOLPE AL EJÉRCITO
El General Gustavo Matamoros Camacho se había convertido en una molesta piedra en el zapato para Santos y su nuevo mejor amigo, Hugo Chávez
EL GOBIERNO DE SANTOS PROPINA OTRO GOLPE AL EJÉRCITO
Con la salida del general Matamoros, pierde el ejército y pierde Colombia. Ganan las FARC, sus mentores del partido Comunista y, por supuesto, el tirano Chávez que siempre ha querido minar la moral de nuestro ejército para que el suyo, de corte castrista, no tenga problemas cuando él lance su ofensiva final –junto a sus aliados de las FARC y el ELN, sobre nuestras fronteras
Por Ricardo Puentes Melo
Abril 22 de 2011
El camarada Santos ha propinado otro mortífero y contundente golpe al ejército colombiano. El primero fue, recordémoslo, aquel 29 de octubre de 2008 cuando siendo ministro de Defensa, destituyó a 27 oficiales acusándolos falsamente de asesinar civiles desarmados, dentro de lo que dieron en llamar: “Falsos Positivos”. En esta tarea Santos estuvo acompañado por el guerrillero Carlos Franco, el general Carlos Suárez Bustamante (alias La Machaca), aliado de personajes como Iván Cepeda, Piedad Córdoba, Gloria Cuartas y el cura Giraldo; también estuvo en ese montaje el general Fredy Padilla de León, de quien se han conocido últimamente sus andanzas en negocios no muy pulcros y pactos masónicos para estafar a la Nación.
Esta vez, aprovechando que la opinión pública anda poco pendiente de la realidad nacional, por estar sumida en retiros espirituales y descansos en el puente más largo del año (y también aprovechando que el ejército se encuentra ocupado ayudando a los damnificados por la ineptitud del gobierno en el tema invernal), el camarada Santos, que es experto en manipulación mediática, decidió llamar a calificar servicios al general Gustavo Matamoros Camacho, jefe del Estado Mayor Conjunto. Para ello, le ordenó al almirante Cely que llamara al general y que le solicitara voluntariamente la baja. El general Matamoros se negó y el gobierno, haciendo uso de su discrecionalidad, llamó a calificar servicios al único, además del general Navas, que ha defendido la tropa de la guerra jurídica, mediática y política originada desde la misma Presidencia del país.
Todos deben conocer que el General Gustavo Matamoros Camacho no sólo pertenece a una familia en la que abundan generales con distinguidos e importantes servicios a la patria, sino que sus ancestros han estado presentes, construyendo la nación, desde los mismos inicios de esto que llamamos América. Haciendo honor a esa tradición, el General Matamoros se ha destacado por la defensa de valores y principios que el comunismo y sus hijos bastardos –las guerrillas- han pretendido destruir desde que colocaron a Colombia en la mira de sus maquinaciones terroristas.
El General Matamoros no es, pues, ningún aparecido; y su hoja de vida como uno de los oficiales más brillantes y respetados del ejército, rebosa en golpes severos a los narcoterroristas.
Sabemos que Alejandro Santos, el sobrino del presidente Santos, director de Semana, fue instruido por su tío para que utilizara la revista lanzando algunos abrebocas que justificaran de alguna manera este terrible golpe al ejército que desde hace tiempos se estaba fraguando en la Casa de Nariño.
El General Gustavo Matamoros Camacho se había convertido en una molesta piedra en el zapato para Santos y su nuevo mejor amigo, Hugo Chávez.
Matamoros, junto al general Alejandro Navas, eran los únicos Altos Mandos que defendieron a capa y espada el Fuero Militar, una Justicia Penal Militar efectiva, y el Fuero Penitenciario para los militares; esto, en contravía de las pretensiones del ministro Germán Vargas Lleras quien sueña con enviar a prisiones normales a todos los militares para que compartan celdas y patios con los bandidos que combatieron.
El General Matamoros, segundo oficial al mando en la estructura de las Fuerzas Militares, también dio una lucha dura por la defensa del ejército, cuerpo sobre el cual está enfocado todo el esfuerzo comunista para exterminarlo, ya sea en ataques y emboscadas, o en los estrados judiciales –que es donde la subversión ha tenido sus más importantes victorias contra nuestros soldados.
Navas queda solo. Aunque conocemos sus ardientes defensas de su tropa, en discusiones a puerta cerrada donde ha encarado valientemente hasta al ministro Vargas Lleras exigiéndole respeto a los héroes de la patria que día a día arriesgan su vida no sólo por los colombianos afectos o no a la institución, sino incluso para que el ministro pueda desplazarse por el país (A todas éstas, ¿no es extraño que Vargas Lleras combata hoy a quienes propinaron duros golpes a los amigos del ministro, reconocidos mafiosos que le prestaron sus avionetas (sabemos de una) para desplazarse por el país durante su campaña política?)
Navas queda solo porque el reemplazo del general Matamoros –el general Paredes- es de la camarilla que llama a docentes afectos a la subversión para dictar cátedra a oficiales novatos en la Escuela Superior de Guerra. Porque, Colombia debe saberlo, en la Escuela Superior de Guerra hay docentes que parecen más dignos de enseñar a las FARC, que a quienes van a combatir la guerrilla. Ese ha sido otro frente de guerra contra el ejército: adoctrinar en el comunismo a quienes llegan a ser los comandantes del ejército). Pero ese será tema para más adelante.
Con la salida del general Matamoros, pierde el ejército y pierde Colombia. Ganan las FARC, sus mentores del partido Comunista y, por supuesto, el tirano Chávez que siempre ha querido minar la moral de nuestro ejército para que el suyo, de corte castrista, no tenga problemas cuando él lance su ofensiva final –junto a sus aliados de las FARC y el ELN, sobre nuestras fronteras.
Y no duden que en la lista seguirá el comandante del ejército: El general Alejandro Navas. El camino quedará expedito para los enemigos de Colombia que buscan someterla al socialismo bolivariano.
Abril 22 de 2011
Comentarios