AL CORONEL HERNÁN MEJÍA GUTIÉRREZ
Alguien desprevenido no espera que la institución tan respetada sea quien más humille a sus hombres, pero la institución está comandada por cobardes, si, los que posan detrás de otro cobarde
Al coronel Hernán Mejía Gutiérrez
Sin sorpresas y con mucho dolor termino de leer el libro del Coronel Hernán Mejía G. Sin sorpresas porque quienes tenemos amigos Soldados, verdaderos Soldados hemos escuchado de sus labios las historias de la guerra, la supervivencia, de la muerte que quiere arrebatarles el cuerpo del alma que se entrega en combate. Sin sorpresas porque los verdaderos Soldados tampoco han visto nacer a sus hijos y no pocos se han perdido el último abrazo de sus padres. Sin sorpresas porque sus sacrificios, sus resultados dejan de ser suyos cuando sus Comandantes se los apropian y quedan en el anonimato quienes en verdad dejaron la piel, el sudor y el alma en el campo de batalla. Con mucho dolor porque la infamia cometida en contra de Hernán Mejía Gutiérrez es una inmunda copia que recorre las unidades militares atrapando a los mejores Soldados de la Patria, a los valientes que defendieron a sus compatriotas de la amenaza narco terrorista. Sin sorpresas porque de ese tipo de custodios (carceleros) de las cárceles militares conozco pocos buenos y muchos malos. Con dolor porque cuando el Coronel Mejía narra los infames traslados de cárcel recuerdo cuando un sub oficial de grado Cabo que fungía como custodio en la cárcel militar que visito les dijo a dos jóvenes Tenientes detenidos: “por algo están aquí”. Alguien desprevenido no espera que la institución tan respetada sea quien más humille a sus hombres, pero la institución está comandada por cobardes, si, los que posan detrás de otro cobarde pero político en las ruedas de prensa en las que se adjudican el éxito conseguido con la sangre y los muertos de los buenos comandantes como Hernán Mejía.
Tampoco hay sorpresa enterarse de que los medios se convierten en cómplices de la infamia y los periodistas valientes a la hora de conocer la verdad, pero cobardemente la publican a medias, lo que les permiten, lo que no haga daño “allá arriba” de donde se reciben las órdenes.
También es hora de preguntarse cómo y por qué, qué méritos, obra o gracia llevaron a Juan Manuel Santos y Sergio Jaramillo a ocupar Ministerio y Vice Ministerio de Defensa y no sólo a ocupar los cargos sino a permanecer en ellos cuando lo que estaban haciendo era sembrar la destrucción dentro del Ejercito y nadie quiso poner fin a esa canallada.
Creo en Usted Señor Coronel Hernán Mejía G. y creo en Usted no porque leí su libro, leí su libro porque creo en Usted desde que empezó la infamia en contra de los Soldados buenos de la Patria como el Soldado Vergara “la manzana podrida” para Juan Carlos Pinzón.
Hernán Mejía: Sus Padres y Misael, su esposa, sus hijitos saben de qué material está Usted hecho: de honor y valor.
De rodillas sólo ante Dios!
Ángela Zuluaga
Mayo 8 de 2016
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