Neruda, tuvo que someterse a un exilio bajo Allende, porque si hay algo que no perdonan los comunistas es al traidor de clase, en su casa de Isla Negra donde confesaría su frustración por lo que defendió que no era más que una utopía.
Esa forma de ser reaccionario, venderse como víctima para convertirse en el mesías, es una característica fundamental no solamente de Allende cuando se revisan sus discursos, sino de Chávez y su pupilo Petro cuyo desgobierno amoral y corrupto sigue su curso normal, ahora con su narrativa desde la Guajira, creando conflictos entre el carbón y la comunidad Wayú.
La generación de conflictos permanentes en todas las áreas de su gobierno produjo al final su propio aislamiento, su propio encerramiento, su propio cataclismo; de tal forma que, cuando el mundo se vio al borde del abismo, los dirigentes se precipitaron en el sin dar crédito a lo que sucedía (Hobsbawn, la era del imperio, 1987: Pg18).
Chávez dentro de su miopía política y económica – al igual que Petro y Allende – lo único que buscó fue la generación de conflicto permanente de tal forma que un día cuando amaneció de mal genio: mando pal carajo la CAN, produciendo el comienzo del proceso de desintegración latinoamericana que se había alcanzado con tanto esfuerzo.
Así como Chávez se hundió en su retórica del odio, de la misma manera como Petro se está precipitando a su propio abismo, cataclismo y aislamiento.
Petro pretende mandar pal carajo al carbón y sus mineros – igual que Neruda – quienes han forjado el crecimiento económico de Colombia para producir su decrecimiento con premeditación y alevosía.
Mientras tanto, es pertinente recordar que durante su periodo de gobierno Chávez expropió a más de 450 medios de comunicación en sus diferentes categorías.
Puntilla: Petro, va por el mismo camino de Allende y Chávez. Depende de nosotros si lo dejamos….
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