BANCOS, EL ABUSO DEL ABUSO
Cuando traspasas la puerta de un banco o caja, tienes que tener claro que eres un “victima” más, de los señores del despacho de trescientos metros, sonrisa suficiente y que acuden puntuales al almuerzo de los miércoles
BANCOS, EL ABUSO DEL ABUSO
Por Toni Lara
–periodista español
Tengo algún conocido banquero y también “compis” del cole que han ejercito de tales. Los banqueros como los periodistas, lo son toda la vida, aunque ya no ejercen “aparentemente”, no sean Presidente, ni Vicepresidente, y haga más o menos, que dejaron de sentarse en el Consejo de Administración. Los banqueros siempre están en la retaguardia, cuando dejaron la primera línea, por el motivo que fuera para otros.
Uno de ellos con el que tengo muchísima confianza, cuando le daba mis quejas sobre las entidades financieras, me escuchaba con cara de guasa y al final de mis lamentaciones, contestaba con una sentencia que nunca he olvidado y que cuando nos reunimos a tomar algo y surge, el tema me anticipo a decírsela yo. Estoy convencido que cualquiera de ustedes la conoce, pero para los de mala memoria la repito: “De enero a enero, el dinero es del banquero”, ¡oiga, y nunca falla!.
Cuando traspasas la puerta de un banco o caja, tienes que tener claro que eres un “victima” más, de los señores del despacho de trescientos metros, sonrisa suficiente y que acuden puntuales al almuerzo de los miércoles, no se si habrán cambiado de día, en el que cuentan chistes, alguna que otra batallita, entre las que puede haber alguna subida de color y al final se dan “el parte”, de lo que han de hacer hasta la semana siguiente. ¡Son los dueños del dinero, propio y ajeno!, por lo tanto y teniendo presenta ahora mas que nunca que: “poderoso caballero es don dinero”, tienen cogidos con la presa “lobera”, a los de arriba, los de abajo, de las derechas y de las izquierdas, y especialmente se aprovechan del indefenso españolito de a pié, que no tiene amigos importantes, ni es político (que es patente de corso) y paga con apuros la hipoteca, el préstamo del coche, y mendiga alguna “gracia” muy de tarde en tarde y cuando lo hace, da la sensación de que lo llevan al “matadero”, así de mal lo pasa el pobre.
Sir Paco, cuando era banquero, me contaba que las entidades financieras debían ser claras, con sus clientes. Yo lo miraba con cara de póker y no respondía, porque efectivamente debería ser cual lo decía Fernández Ordóñez, aunque evidentemente eso no ha sucedido nunca jamás.
Después del regalo que les han hecho, los distintos gobiernos, inyectándoles dinero para circulante y que se han quedado, para tapar sus agujeros, a pesar de ser los causantes de la actual crisis.
Ahora sacan modas nuevas, para terminar de fastidiar al personal, abusan de sus propios abusos, que es llegar al colmo del abuso.
Les cuento: Si usted les debe un €, le cobraran intereses de demora, diarios de prestamista, de los de los manguitos y visera verde. Para ser claros de usura que esta penada por ley.
Ahora del dinero que tenga usted en la cuenta o cartilla para el pago de sus compromisos, de ese no le dan ni la hora, y lo manejan como y cuando quieren. Lo justo sería que igual que le cobran, le pagaran. Cobrar si saben, ahora bien pagar…
Ya en el paroxismo de la majadería pretenden convertir a sus clientes en empleados, gratis y por ahí, éste cura, si que no pasa.
Esta misma mañana he ido al banco para sacar dinero de mi cartilla. Bien claro que mi dinero.
En la oficina había un unido empleado en la caja, con más de 30 personas haciendo cola; la sucursal es pequeñita, y tiene un apoderado que atendía a los que estaban aguardando su turno para solucionar problemas, el directo por supuesto que no estaba. Como a la hora apareció el director que sin saludar, se fue directamente a hablar al apoderado y después se encerró en su despacho.
Un día viernes, fin de semana y coincidiendo con fin de mes, la cola cada vez mayor, y un solo cajero. Al llegar mi turno y como me conoce, me ha dado el dinero rápido y me ha dicho: “no te puedo actualizar la cartilla, a partir de ahora tendrás que hacerlo tú, en el cajero automático”. Me ha subido la adrenalina y le he contestado: “Tienes suerte que hay mas de cincuenta personas esperando que no tienen la culpa de vuestras “lindezas” y si te monto el pollo que te mereces, podemos estar colapsado hasta el medio día. Te garantizo que el próximo día que venga, tú, el apoderado o el director, pondrán la cartilla al día. En caso contrario denunciare al banco por escrito al Banco de España. Porque no tengo porque saber manejar el cajero automático, que habéis puesto para ahorraros personal. Soy cliente de la entidad y no empleado, el banco no me paga por hacer su trabajo y si me cobra puntualmente. Tengo varias cuentas en éste banco, alguna de hace cuarenta o más años y cuando me he abierto la cuenta, nadie me ha dicho que tendría que saber manejar ese adminículo, porque si me lo hubieran dicho, trabajaría con otra entidad, e igual que yo, otros muchos. ¿Te has enterado?, tenlo claro el próximo día la pondréis vosotros al corriente o se armara la de Mayo. Me he dado la vuelta y me he ido, los que estaban cerca y han escuchado, me han felicitado.
¿Dónde quieren llevarnos esta gente. Se creen que somos ganado. En los tiempos del dictador estas cosas no pasaban. Será que hay nuevos dictadores encubiertos?.¡Tiene toda la pinta!, precisamente el que escribe, es un rebelde y no dobla la testuz para que lo rematen de un puntillazo. Si quieren guerra, la tendrán. Ya está bien de abusar en todas partes del pueblo.
Cartaya, España, octubre de 2010
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