CENSURA DE PENSAMIENTO EN LA UNIVERSIDAD JAVERIANA

Censura de pensamiento en la Universidad Javeriana

El 1 de marzo de 2013, el abogado, periodista e investigador Eduardo Mackenzie le escribió una carta al director de Ciencias Políticas de la Universidad Javeriana de Bogotá se manifestando su indignación y sorpresa por el rechazo que dos profesores de esa facultad hicieron de la tesis de grado del alumno Carlos Romero Sánchez, en febrero de 2013; un rechazo guiado por razones ideológicas.

Mackenzie no había dudado en ser el tutor de esta novedosa tesis de maestría que hablaba sobre los aspectos menos conocidos y hasta ocultados de la conformación de las Farc en los años 1950 y 1960.

En esos años, el partido comunista de Gilberto Vieira, quien trabajaba en la construcción de la banda criminal subversiva que más tarde será conocida como Farc, logró reclutar algunos de los criminales más sanguinarios del país (los llamados “bandoleros”: Chispas, Sangrenegra, Tirofijo, Pedro Brincos, Desquite, Capitán Ceniza, entre otros) para acelerar su radicalización, formarlos políticamente y convertirlos en fichas de la nueva organización armada comunista.

Utilizando las fuentes disponibles, sobre todo los artículos de la prensa diaria y semanal de Colombia de esos años, pero también testimonios de protagonistas, Carlos Romero sacó a la luz esos hechos, precisamente aquellos que los historiadores oficiales del PCC y sus seguidores en el medio universitario siempre han tratado de ocultar por todos los medios.

El trabajo de grado demuestra con la mayor claridad que las Farc no fueron la respuesta “espontánea” y sociológica de unos honestos campesinos que eran “perseguidos” sin razón por la fuerza pública. Demuestra que, por el contrario, fueron el resultado de un trabajo sistemático del PCC y que éste no sólo jugó un papel de “solidaridad” con esos “labriegos agredidos”, sino que instrumentalizó, para esa creación, muchas de las acciones más bárbaras de esos bandoleros, y aplicó una política destinada a crear un ambiente favorable a la creación de nuevos bastiones revolucionarios, como Marquetalia, desde los cuales partirían los destacamentos destinados a destruir las fuerza militares del Estado y tomar el poder.

Los profesores rechazan ese trabajo de grado pues éste abre una nueva perspectiva de análisis de la violencia comunista en Colombia, en momentos en que el gobierno de Santos discute de paz con esa banda armada. Ellos vetan ese trabajo de grado pues éste rechaza el método aberrante impuesto por el PCC en ciertas universidades: que para hacer la historia de las Farc solo hay que consultar las tesis de las Farc y del PCC. Todo otro enfoque es el resultado de un método “no idóneo”.

El rechazo de ese trabajo de grado constituye un escándalo mayor y un insulto a la inteligencia. Ello muestra cómo la libertad de investigación en la Universidad Javeriana está siendo abolida. Muestra que la libertad de cátedra y la libertad de pensamiento están siendo amenazadas en Colombia. Ante la negativa de esa universidad a corregir esa injusticia y ante el manto de silencio con el que esos actores tratan de cubrir ese acto de censura, la opinión pública debe ser alertada.

Aquí encontrará el texto de la carta:  Carta Andres Davila Ladron de Guevara