EL DESGOBIERNO DE SANTOS Y LA PERSPECTIVA ELECTORAL

El desgobierno de Santos y la perspectiva electoral

El próximo presidente será el doctor Oscar Iván Zuluaga, a menos que un inmenso fraude, a la Chávez o Maduro, lo impida

Por Miguel Posada

4 de mayo de 2014

Las últimas encuestas muestran un repunte muy importante de la candidatura de Oscar Iván Zuluaga y uno significativo de Marta Lucia Ramírez, quienes se acercan en intención de voto al Presidente-candidato, Juan Manuel Santos. Se desinfla Peñalosa. Esto último no sorprende. Nadie sabe cuál es su verdadero pensamiento. ¿Qué explica este fenómeno, que además ha sido de extraordinaria rapidez? Cada quien tendrá su teoría. La mía, es que en la medida en que el país se siente desgobernado, busca un candidato que tome el timón con firmeza.

Noticias como aquella de que un puñado de indígenas (los Uwa o Tunebos) paraliza, porque le da la gana, la mitad de la exportación petrolera sin que el gobierno imponga el bien común son indignantes. Tenemos también un paro agrario, movido por la subversión, que afecta los derechos de movilización de miles de personas. Y siguen eternamente unas conversaciones de paz que despiertan sospechas y cuyo plazo (que el Presidente dijo sería de unos pocos meses) no se cumplió. Estos son todos hechos que generan desencanto con el gobierno. El gobierno habla con quien hace ruido y daño, no con los representantes legítimos de algún sector inconforme. Y así ha sido desde el inicio del gobierno.

Cuando se presentó un paro de camioneros, al inicio del período, el gobierno habló con quienes tomaron las vías de hecho, no con quienes representaban a la mayoría de transportadores. En el Cauca, negoció con los indígenas manipulados por las FARC, pero no presto oído a quienes presentan cordialmente sus propuestas. En el tema del café, dejó a un lado a la Federación, que tiene un sistema democrático de representación desde hace décadas, y negoció con unos revoltosos que no se sabe a quién representan. En el Catatumbo prácticamente legalizó el cultivo de coca, luego de una negociación con unos voceros cercanos a las FARC. ¿Ahora quién desmonta a los voceros espurios?

Otro aspecto que ha polarizado la opinión es el fraude evidente en las pasadas elecciones parlamentarias. El fraude favoreció a los aliados de Santos.

Por otra parte, el tratamiento que se ha dado a las Fuerzas Militares deja un muy mal sabor. Relevos de oficiales meritorios, por un lado, y por otro, nada se ha concretado para defender a los soldados de Colombia de las falsas acusaciones y los procesos amañados. La campaña Santos es muda al respecto. Y es muda también ante las posiciones vergonzosas del Fiscal General en defensa de la impunidad para los delincuentes de la guerrilla. Santos también mantiene su apoyo al dictador de al lado. Nada dice cuando el locuaz personaje insulta el ex presidente Uribe. ¿Eso es loable prudencia, o es falta de carácter?

La economía del país muestra muchas cifras positivas: baja inflación, crecimiento aceptable, desempleo a la baja y déficit público bajo control.  Ellas se logran en parte por políticas acertadas del gobierno, pero más se deben al trabajo de los colombianos y al apetito internacional por los “commodities”. Hay otros hechos, en materia económica, que no son halagadores, como la pérdida de competitividad de los productores nacionales. Tampoco se ve avance en las grandes obras que el país necesita. Sabemos que la Agencia Nacional de Infraestructura va a entregar a los aspirantes a concesiones diseños más completos, evitando pleitos futuros, pero no es claro si habrá proponentes bajo las condiciones que se han diseñado. El hecho es que no hay avances visibles y el gobierno no ha podido resolver la parálisis que causa la famosa consulta a las comunidades, muchas veces falsas, que se atraviesan a todo.

Los fracasos del gobierno son muchos para relacionarlos todos. Pero además de los ya mencionados toquemos dos más. El más grave, porque afecta todo lo demás, es que nada se logró para reformar una justicia que es una vergüenza: lenta, politizada e infiltrada, y además corrupta. ¿Puede el ejecutivo hacer algo? No es fácil, pero si puede hacer algunas cosas. Por lo menos en lo penal, podría haber presentado una buena terna para Fiscal General. No lo hizo. En la educación, una reforma necesaria se echó atrás. Nuevamente la turba ganó. El Presidente dejó a la Ministra “colgada de la brocha”.

Todo esto va sumando en contra del presidente Santos, quién parece gobernar para las encuestas, pero no se da cuenta de que la gente quiere seguridad, firmeza de carácter y gobierno, no una veleta que se mueve según como crea que se mueve el viento.

Dicen los expertos que en política lo importante son las tendencias. Si eso resulta cierto, el próximo presidente será el doctor Oscar Iván Zuluaga, a menos que un inmenso fraude, a la Chávez o Maduro, lo impida.