EL MAOÍSTA GERARDO MOLINA, PADRE DEL URIBISMO

Mientras todo esto se urdía desde el comunismo internacional, el pueblo liberal seguía creyendo ciegamente que sus líderes eran estandartes de decencia. Ningún liberal de a pie imaginaba siquiera que el Partido Liberal era ya propiedad de los comunistas.

Gerardo Molina, maoísta, padre de las ideas uribistas, en su campaña de 1982 con el frente Firmes-M19. Con Adalberto Carvajal, Carlos Pizarro Leongómez,Antonio Navarro,Angelino Garzón y Carlos Bula

Comunismo chino en Colombia, parte 3

Ricardo Puentes Melo

Por Ricardo Puentes Melo
Febrero 8 de 2021
@ricardopuentesm
ricardopuentes@periodismosinfronteras.com

El odio visceral del maoísmo mundial hacia la versión rusa del marxismo se tradujo en la Colombia de los años 70 en la lapidaria frase de “primero muerto que mamerto”, llamando despectivamente “mamerto”, a todo aquel marxista leninista stalinista que, según los seguidores de Mao, “no han entendido bien a Marx”.

“Es que la gente no ha entendido bien a Marx”, suelen decir José Obdulio Gaviria, Fernando Alameda, Everth Bustamante, Paloma Valencia, Paola Holguín, Carlos Valverde y todo el resto de plañideras de las ideas maoístas que sembró en Colombia Gerardo Molina junto a Diego Montaña Cuéllar, y entre los cuales está, como cabeza actual visible Álvaro Uribe Vélez, de quien Gerardo Molina se refería orgullosamente como “el futuro de la izquierda en Colombia”.

Alfredo Rangel, Carlos Valverde y Fernando Alameda

En los años anteriores a la entrada del maoísmo a Colombia, en el país ya existía entre los marxistas la necesidad de adoptar un modelo socialista aplicable a la geografía e idiosincrasia colombianas. Sería Jorge Eliécer Gaitán el que definió claramente la línea que debía caracterizar a la izquierda colombiana: la lucha de clases. Pero era una “lucha de clases” difusa, ya que Gaitán era apoyado por muchos burgueses “capitalistas”, como veremos más adelante.

Gerardo Molina, el padre ideológico del uribismo, fue atrapado por las ideas socialistas desde muy tierna edad. Se destacó en el Partido Liberal como parte de esa corriente marxista que se adueñó del partido y que incluía a figurones como Eduardo Santos Montejo, Enrique Olaya Herrera, Alfonso López Pumarejo y Darío Echandía.

La revolución socialista había empezado a ser trabajada “estatalmente” desde el gobierno de Enrique Olaya Herrera, elegido gracias a la unión del Partido Liberal con los comunistas colombianos. Olaya Herrera le otorga la personería jurídica al Partido Comunista, y desde ese momento se inicia el proceso para llevar a Colombia a una revolución marxista. En ese proyecto se trabajó desde las presidencias de Olaya, Eduardo Santos y Alfonso López Pumarejo.

Alfonso López Pumarejo, Enrique Olaya Herrera y Eduardo Santos, precursores de la izquierda en Colombia

Es López Pumarejo quien, consciente de que el socialismo se difunde a través de un sistema educativo manipulador, decide, en 1934, en su primera presidencia, darle la apariencia de autonomía a la Universidad Nacional de Colombia y designar allí rectores y decanos activistas del marxismo criollo. Luego en 1944, durante su segunda administración, nombra como rector al socialista Gerardo Molina.

Molina, como se ha dicho ya, promulgaba las ideas marxistas en Colombia desde mucho antes de ser rector de la Universidad Nacional. Ya había formado parte del círculo de Jorge Eliécer Gaitán y de la Unión Nacional Izquierdista Revolucionaria (UNIR), fundada en 1933, cuyas ideas serían defendidas por Alfonso López Pumarejo (reforma agraria) y, luego por Gustavo Rojas Pinilla (derechos igualitarios para las mujeres). UNIR duró poco tiempo porque López Pumarejo llama a trabajar a Gaitán y a Molina en su gobierno que, sin ningún empacho, bautizó como “Revolución en Marcha” cuya columna vertebral era lograr la pacíficamente la revolución marxista mediante acabar con el Ejército, adueñarse del sistema educativo y otras instituciones, y empoderar a la Policía Nacional como su brazo armado por antonomasia, enfrentando las instituciones Militar y de Policía.

Vean la conferencia sobre el tema acá:  

Con la llegada de Mariano Ospina Pérez a la presidencia, se entorpeció el proceso revolucionario que habían ideado los comunistas junto a Olaya, López y Santos. Estos sectores de izquierda pensaron, en 1946, que Colombia ya estaba lista para un golpe de Estado, que era necesario darlo de inmediato derrocando a Ospina y estableciendo un gobierno liberal marxista, en cabeza de Jorge Eliécer Gaitán.

Rómulo Betancur, el presidente socialista venezolano de “Acción Democrática” (su nombre recuerda al “Alianza Democrática M19”, “Polo Democrático -M19”, “Centro Democrático” (Maoismo y M19)), fue informado de que Gaitán no apoyaría un golpe de Estado, así que hablaron con Gerardo Molina y otros miembros del partido Liberal, y se decidió aprovechar la figura de Jorge Eliécer Gaitán para originar una revolución violenta para entronizar abiertamente un gobierno socialista como el de Rómulo Betancourt.

Fidel Castro y Rómulo Betancourt

Para ello, dijeron, se contaba con el apoyo de ciertos oficiales del Ejército y con toda la Policía Nacional que había sido armada -como se mencionó- por los gobiernos de Olaya, Santos y López con el fin de apoyar con las armas esta revolución. El momento había llegado. Decidieron asesinar a Jorge Eliécer Gaitán.

El plan comenzó a gestarse desde 1946. Gerardo Molina estaba dirigiendo la Universidad Nacional, organizando estudiantes y profesores en todo el país para que salieran a apoyar la revolución.

En el complot para asesinar a Gaitán estuvieron Gerardo Molina, Diego Montaña Cuéllar, Rómulo Betancourt, Zalamea Borda, y varios dirigentes liberales.

Mientras todo esto se urdía desde el comunismo internacional, el pueblo liberal seguía creyendo ciegamente que sus líderes eran estandartes de decencia. Ningún liberal de a pie imaginaba siquiera que el Partido Liberal era ya propiedad de los comunistas.

Diego Montaña Cuéllar y Gerardo Molina, el padre del uribismo. Ambos estuvieron en el plan para asesinar a Gaitán.

Igual que sucede ahora con el uribismo. No por nada Gerardo Molina, un hombre ruin y despreciable, que tuvo que ver con muchos asesinatos en Colombia, incluidos el de Gaitán y el de Gloria Lara de Echeverri, es el padre ideológico de Álvaro Uribe. (Ver artículo sobre Gloria Lara acá: El asesinato de Gloria Lara)

El uribismo es el producto de lo que Gerardo Molina diseñó para Colombia. Un producto que tuvo aliados como el galanismo (también aliados en el asesinato de Gloria Lara) y otras vertientes “liberales”.

“Les presento a Álvaro Uribe, el futuro de la izquierda en Colombia”, sentenció Molina en los años 80. Y se cumplió.

En el próximo artículo avanzaremos más para que la gente que quiera oír, oiga.

 

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