¿ENTREGARON LAS FARC ALGUNOS NIÑOS-SOLDADOS EN ANTIOQUIA?
Resulta inadmisible que la prensa colombiana, así como la señora Paula Gaviria, la Unicef, el ICBF y el mismo CCRI, al mismo tiempo que aparentan estar bien involucrados en el tema, se desentiendan completamente de algo tan crucial
¿Entregaron las Farc algunos niños-soldados en Antioquia?
Resulta inadmisible que la prensa colombiana, así como la señora Paula Gaviria, la Unicef, el ICBF y el mismo CCRI, al mismo tiempo que aparentan estar bien involucrados en el tema, se desentiendan completamente de algo tan crucial
Por Eduardo Mackenzie
6 de marzo de 2017
¿A dónde fueron a parar los niños-soldados que las Farc dicen haber entregado ayer sábado, en la vereda Carrizal, del municipio de Remedios, en Antioquia, al Comité Internacional de la Cruz Roja? Nadie sabe dónde están. Esa operación, que Paula Gaviria, consejera presidencial, y la prensa en general, muestran como “exitosa”, está lejos de serlo y mucho menos de ser clara.
No se sabe cuántos niños fueron entregados, ni en qué condiciones estaban en ese momento. No se sabe qué edad tienen, ni cuántas niñas y cuantos niños había en ese acto. Y, sobre todo, no se sabe a dónde se los llevaron enseguida, ni en qué fechas esos niños volverán al seno de sus familias. Ni siquiera hay fotos, ni testigos de ese acto. Solo hay un comunicado de tres párrafos de la CICR y las declaraciones del señor Joshua Mitrotti, de la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), que tampoco responden a esos interrogantes.
Esos niños fueron examinados superficialmente por personal médico de la Unicef en una vereda “transitoria de normalización” antes de ser entregados a la Cruz Roja Internacional. Enseguida este organismo los pasó a una “organización social designada” (léase un aparato de las Farc), para que los trasladen a un lugar desconocido donde esos menores pasarán, en principio, por un proceso de “rehabilitación”, según los lineamientos del cuestionado programa “Camino Diferencial de Vida”, diseñado por las Farc para no perder el control de esos menores combatientes después de los simulacros de liberación. Nadie sabe qué materias, ni qué educadores intervendrán en ese proceso de “rehabilitación”.
Por el momento, esos niños siguen en un lugar secreto bajo el control de las Farc.
El programa “Camino Diferencial de Vida”, que fue ideado en La Habana, y que impide el menor signo de transparencia sobre el tema de la puesta en libertad de los menores que combaten o que estaban en el seno de las Farc, fue denunciado por mí en un artículo del pasado ll de febrero (1).
Lo ocurrido ayer en la vereda Carrizal fue, en realidad, una maniobra de distracción muy tenebrosa destinada a ocultarles a los colombianos, y a las familias de esos niños víctimas, lo que las Farc van a hacer para evitar que los jefes de esa banda sean inculpados por el Tribunal Penal Internacional por lo que hicieron, durante cinco décadas, con los niños-soldados y los niños secuestrados.
A la fecha, nadie sabe cuántos son los menores que están en las filas de las Farc pues esa organización armada no ha querido entregar esos datos. No ha querido informar ni al gobierno, ni al CICR, aunque los falsos “acuerdos de paz” contemplan eso. Las Farc muestran así que están dispuestas a impedir que la opinión pública, y los organismos internacionales, conozcan las dimensiones reales de ese crimen de lesa humanidad.
Por eso resulta inadmisible que la prensa colombiana, así como la señora Paula Gaviria, la Unicef, el ICBF y el mismo CCRI, al mismo tiempo que aparentan estar bien involucrados en el tema de los niños-soldados en Colombia, se desentiendan completamente, en realidad, de algo tan crucial y aceptan sin más, sin verificar nada, sin hacer preguntas, sin exigir información completa, lo que dicen y prometen los hábiles operadores de las Farc sobre la pretendida “entrega de menores”.
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