ESPÍAS CUBANOS EN LA UNIVERSIDAD DE FLORIDA
5 años hace Redacción Periodismo Sin FronterasA pesar de ser un ateo comunista, Carlos era líder de los retiros católicos de una iglesia en Miami a la que iban muchos cubanos ricos. Hay personas que en esos retiros comparten temas íntimos de sus vidas y me imagino que fue por esa razón que Carlos se hizo líder de los retiros católicos. ¡Quién hubiera pensado que un católico practicante sería un espía del régimen opresor de Cuba comunista!
Por Frank de Varona
Junio 2 de 2020
@frankdevarona1
El profesor de la Escuela de Educación de la Universidad Internacional de Florida (FIU) Dr. Carlos Álvarez era el espía perfecto del régimen sanguinario de Cuba. Lo conocí hace muchos años cuando yo era Superintendente Asociado de las Escuelas Públicas del Condado Miami-Dade y era un asesor muy activo de la Escuela de Educación de FIU. Trabajé muy de cerca con el decano y varios profesores. Cuando me retiré de las Escuelas Públicas del condado Miami-Dade fui nombrado profesor asociado visitante de Estudios Sociales y serví por siete años y medio en la Escuela de Educación de la Universidad Internacional de Florida.
Durante varios años trabajé junto con Carlos Álvarez en la Escuela de Educación de FIU. Carlos era muy agradable, muy amistoso con todos y muy popular entre los profesores y estudiantes en FIU. Siempre caminaba por los pasillos de la Escuela de Educación de FIU hablando con todos los profesores y estudiantes.
A pesar de ser un ateo comunista, Carlos era líder de los retiros católicos de una iglesia en Miami a la que iban muchos cubanos ricos. Hay personas que en esos retiros comparten temas íntimos de sus vidas y me imagino que fue por esa razón que Carlos se hizo líder de los retiros católicos. ¡Quién hubiera pensado que un católico practicante sería un espía del régimen opresor de Cuba comunista!
Junto con su esposa Elsa, nacida en Camagüey, Cuba, mi ciudad natal, Carlos fundó FIU y se hizo muy amigo del presidente de FIU Modesto Maidique, a quién espiaba en todos sus asuntos. Carlos llevaba a estudiantes de FIU a Cuba frecuentemente y así se reunía con su jefe de Seguridad de Estado. Otros profesores de FIU viajaban frecuentemente a Cuba con todos los gastos de viajes pagados por una fundación de Estados Unidos.
A pesar de ser un ateo comunista, Carlos era líder de los retiros católicos de una iglesia en Miami. ¡Quién hubiera pensado que un católico practicante sería un espía del régimen opresor de Cuba comunista!
Una vez fui invitado a visitar Cuba por una profesora de muchos años en FIU que iba a la isla con Carlos. Ella me informó que casi todos los cubanos de la Escuela de Educación iban al viaje. Se iban a hospedar en el Hotel Nacional, ir a Tropicana, y al bar Floridita y reunirse con profesores comunistas de la Universidad de La Habana. Después iban air al hotel Meliá Varadero. Toda la visita a Cuba de varios días era gratis.
Le pregunté quien financiaba estos viajes a Cuba y me dijo que era una Fundación en Estados Unidos. Le pregunté por qué lo hacía y me explicó que la Fundación quería que se levantara el embargo comercial contra Cuba y que se reconociera al régimen diplomáticamente. Le pregunté cómo estaba la situación en Cuba y me dijo que estaba muy bien y que no se podía creer lo que se decía de Cuba en Miami.
Entonces le expliqué a la sorprendida profesora que yo había invadido a Cuba por Bahía de Cochinos a los 17 años y que si yo fuera a Cuba con ellos me fusilarían a mí y los arrestarían a todos por llevarme. La dejé sin habla.
Los profesores de FIU invitaban a profesores comunistas de Cuba a visitar Miami y a dar conferencias en FIU. Los cubanos anti-comunistas de Miami protestaron estas conferencias pero no pudieron quitarlas. Después los profesores de FIU invitaban a los profesores de Cuba a sus casas en Miami. Recuerdo haber ido a una en la casa de Miami Beach de un profesor de FIU a escuchar a los profesores comunistas de la Universidad de La Habana.
Carlos Álvarez pretendió ser mi amigo para espiarme sabiendo que yo era veterano de Bahía de Cochinos. Su tarea como espía de los servicios de inteligencia del régimen sanguinario y brutal de Cuba era espiar a cubanos en Miami.
Entonces le expliqué a la sorprendida profesora que yo había invadido a Cuba por Bahía de Cochinos a los 17 años y que si yo fuera a Cuba con ellos me fusilarían a mí y los arrestarían a todos por llevarme. La dejé sin habla.
El 9 de enero de 2006 Rui Ferreira escribió un artículo titulado “Detienen en FIU a dos supuestos agentes de Castro” que fue publicado el Nuevo Herald. El periodista explicó que el 8 de enero de 2006 el profesor de la Universidad Internacional de Florida (FIU) Carlos M. Álvarez, de 61 años, y su esposa, Elsa Prieto-Álvarez, de 55 años, fueron arrestados bajo cargos de espiar para Cuba. Dijo que este matrimonio “parecen ser veteranos de la inteligencia cubana –con 30 y 20 años de experiencia, respectivamente– que iniciaron sus actividades en territorio estadounidense por separado hasta que se casaron, a inicios de la década de 1990, y comenzaron a trabajar juntos”.
De acuerdo con la Fiscalía Federal el matrimonio admitió a la Agencia Federal de Investigaciones (FBI) que llevaban años trabajando para la inteligencia cubana. Carlos lo hacía desde 1977 y su esposa Elsa a partir de 1982. Carlos era profesor de psicología en FIU y su esposa era coordinadora de un programa de entrenamiento de trabajo social, especializado en intervención de crisis y terapia de grupo.
De acuerdo con la Fiscalía federal Carlos y su esposa Elsa enviaron “al régimen dictatorial de Cuba análisis de la situación política en Estados Unidos, informaciones sobre miembros y organizaciones anti-comunistas del exilio cubano, sobre el juicio, en el 2000, a la red de espionaje cubana, a la vez que reportaron sobre el niño Elián González”. Además Carlos informó a Cuba de la identidad de un empleado del FBI que fue alumno de él en FIU.
Ferreira escribió que el Fiscal General del Sur de Florida Alexander Acosta expresó que los dos espías cubanos pusieron en peligro la seguridad de Estados Unidos. ”Siempre que espías trasmiten algún tipo de información al gobierno de Cuba, hay un peligro para Estados Unidos”, dijo el Fiscal Acosta. Y añadió: “Estas personas estuvieron en contacto con jóvenes, los quisieron influenciar a una edad en que son muy influenciables”.
Carlos además prestaba asesoría psicológica a los departamentos de policía de Miami-Dade y Miami. ”Hacía evaluaciones psicológicas de los candidatos a policías al momento del reclutamiento. Tenía una responsabilidad enorme”, dijo el Fiscal Acosta.
Ferreira dijo que Carlos llegó a Estados Unidos en 1961 y se hizo ciudadano en 1973. Conoció a Elsa a finales de los años 1980, se casó y comenzó a realizar en conjunto actividades de espionaje. Ellos se ayudaban mutuamente.
El FBI hizo un registro en la casa del matrimonio, donde vivían con sus hijos y los padres de Elsa Prieto-Álvarez. Los agentes del FBI “descubrieron un radio de onda corta con una antena exterior, códigos de trasmisiones, programas de computadoras para codificar y descodificar mensajes”. Los agentes dijeron que enviaban disquetes a apartados postales con direcciones en Estados Unidos.
Ferreira escribió que Carlos era uno de los profesores de FIU que promovía el ”intercambio académico” y, en muchas ocasiones, la última en 2004, llevó a estudiantes universitarios a La Habana. Obviamente el propósito de estos viajes a la isla, aparte de reunirse con su jefe de los servicios de inteligencia del régimen, era para lavarles el cerebro a los estudiantes. Carlos participó en el ”Diálogo de 1978” en La Habana, el cual condujo a la liberación de 3.600 presos políticos, y fue miembro del comité ejecutivo del Instituto de Estudios Cubanos (IEC). En La Habana, Carlos tenía contacto con el Centro de Estudios sobre Inmigración de la Universidad de La Habana. Antes de 1959, Carlos estuvo estrechamente vinculado a la Agrupación Católica Universitaria en La Habana, algo extraño para un comunista ateo. Quizás espiaba a los católicos que desde 1959 activamente luchaban contra la tiranía y muchos de ellos fueron fusilados.
Recuerdo perfectamente cuando el arresto de la pareja provocó sorpresa y conmoción entre profesores y otros empleados de FIU quienes decían que era imposible que Carlos y Elsa fueran espías. Ferreira explicó que FIU informó en un comunicado “que desconocía las investigaciones, pero anunció su compromiso de colaborar con la Fiscalía, al tiempo que nombraba como su abogado para este caso al ex fiscal federal Robert Martínez”.
Carlos era uno de los profesores de FIU que promovía el ”intercambio académico” y, en muchas ocasiones, la última en 2004, llevó a estudiantes universitarios a La Habana
El Juez de Distrito Federal K. Michael Moore sentenció a Carlos a cinco años de prisión por ser un agente no registrado de Cuba y a Elsa Alvarez a tres años de cárcel. El Juez Moore dijo que el matrimonio llevaba una doble vida y su crimen era un engaño y traición a la comunidad cubana. El Fiscal Alexander Acosta dijo que el matrimonio trabajaba para los Servicios de Inteligencia de Cuba y le entregaba información importante sobre los líderes importantes de la comunidad cubana del exilio.
En el juicio, Carlos declaró lo siguiente: “Por favor acepten mis disculpas por todas las heridas y dolor que he causado con mis acciones. Asumo responsabilidad y lo siento mucho”. Elsa dijo lo siguiente: “Rompí la ley. Tomo completa responsabilidad. Lo siento mucho”. Carlos estuvo preso en el Centro Federal de Detención en el centro de Miami desde su arresto en enero de 2006. Elsa estaba libre desde que pagó una fianza de U.S. $400.000.
Carlos y Elsa están libres en Miami ya que han cumplido sus sentencias. Una amiga mía de Camagüey que era amiga de ‘Elsita’, como le decían en Cuba, la vio recientemente en una tienda de departamentos en Miami. Elsa huyó porque no quería enfrentarse con su antigua amiga cubana a quien traicionó. Muchos cubanos en Miami y en otras ciudades de los Estados Unidos piensan que este matrimonio debería haber sido condenado a más años de prisión o deportados a Cuba.
Otros espías hispanos y cubanos en Estados Unidos
Ana Belén Montes fue una espía que hizo mucho daño a los Estados Unidos.
Montes trabajó para la Agencia de Inteligencia de la Defensa del Pentágono (Defense Intelligence Agency, DIA) durante muchos años y estuvo a cargo de los asuntos de Cuba. El 21 de septiembre de 2001 fue arrestada y acusada de ser espía de Cuba. En octubre del mismo año se declaró culpable y en 2002 fue condenada a 25 años de cárcel y 5 de libertad vigilada. El gobierno de los Estados Unidos la considera responsable de la muerte de al menos uno de sus agentes en Centroamérica.
Los cinco espías cubanos de la Red Avispa
Cinco espías cubanos, quienes eran oficiales de inteligencia de la isla, también conocidos en inglés como los “Miami Five”, fueron arrestados en septiembre de 1998 y posteriormente condenados bajo los cargos de conspiración para cometer espionaje, conspiración para cometer asesinato, actuar como agente de un gobierno extranjero y otras actividades ilegales en los Estados Unidos. Estos espías estaban en los Estados Unidos para observar e infiltrarse en los grupos patriotas anti-comunistas cubanoamericanos como Alpha 66, la Fundación Nacional Cubano Americana y Hermanos al Rescate. Formaban parte de la Red Avispa.
Fidel Castro hizo una campaña internacional para reclamar que Estados Unidos los devolviera a Cuba. Al no responder el régimen dictatorial e inhumano de la isla, encarceló al contratista estadounidense Alan Gross quien había ido a La Habana a dejar teléfonos satelitales y otros equipos de comunicación a la colonia judía de La Habana.
Gross no cometió ningún crimen y fue condenado a la cárcel a 15 años de prisión para usarlo de rehén con el fin de liberar a los espías. Uno de ellos, el líder de los cinco, Gerardo Hernández, está vinculado al derribo de dos pequeños aviones civiles operados por Hermanos al Rescate en aguas internacionales en febrero de 1996 por dos MiGs de Cuba. Cuatro estadounidenses de origen cubano murieron en este cruel ataque ordenado por Fidel y Raúl Castro. Este espantoso crimen ha quedado impune. El régimen usó a Gross como rehén para cambiarlo por los espías.
El presidente marxista Barack Obama liberó a Gerardo Hernández, quién había sido condenado a cadena perpetua por conspiración de asesinato. También liberó a Luis Medina, también conocido como Ramón Labañino, y a Antonio Guerrero a quienes les quedaban pocos meses de condena. Estas tres personas fueron parte del acuerdo vergonzoso con Cuba.
Los otros dos espías, René González y Fernando González, fueron liberados con anterioridad después de cumplir la mayor parte de sus sentencias de 15 años y ya habían regresado a Cuba, donde fueron recibidos como héroes. Los tres cubanos espías fueron liberados como parte del acuerdo. Ellos formaban parte de una red que colectaba inteligencia sobre prominentes líderes del exilio cubano y bases militares de Estados Unidos.
¡Cuba escoge muy bien a sus espías!
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