GUSTAVO PETRO, BESSUDO Y KATTAN: ¿INCONGRUENCIA O CONTUBERNIO?

La reunión arreglada por Bessudo y Kattan, ungida con aceite bajo la máscara de la “Confederación de Comunidades Judías de Colombia”, un pomposo nombre que no dice mucho y que tampoco representa a todos los judíos colombianos, fue también doblemente bautizada por el petrismo como “Empresarios con Petro”, todo para ambientar lo que he denunciado desde hace tiempo

Por Ricardo Puentes Melo
Mayo 17 de 2021
@ricardopuentesm
ricardopuentes@periodismosinfronteras.com

Cuando me enteré de la reunión organizada por Jean Claude Bessudo y Saúl Kattan Cohen para “escuchar” al candidato presidencial, Gustavo Petro, no pude evitar hacer relaciones mentales simples. Bessudo, francés, judío ateo; Saúl Kattan Cohen, también judío y petrista (con intereses financieros en Estados Unidos), reunidos con alguien que detesta al pueblo judío y que defiende los intereses terroristas de los palestinos en contra, precisamente, de Israel. También estuvieron allí Alan Bursztyn (gerente de la empresa franquiciante de Carolina Herrera y de Fendi), Abraham Korn (presidente Centro Israelita), Donald Kirschberg (expresidente de AIM), Marcos Peckel (director de la confederación de comunidades judías), y el embajador de Israel en Colombia, Christian Cantor.

Recordé que en sus comienzos, cuando ya Gustavo Petro era un gatillero e ideólogo del M19, Inteligencia del Ejército Nacional y el DAS frustraron el secuestro de un alto dirigente de la multinacional francesa, SOFASA, por parte de ese grupo terrorista.

Recordé también que, desde los mismos inicios de la banda, financiada por grandes intereses de muchos ricos, planeó -como paso estratégico- infiltrar la Empresa de Teléfonos de Bogotá con el fin de poder espiar las comunicaciones de sus víctimas y enemigos. Por eso, por la empresa de los bogotanos pasaron muchos terroristas de ese grupo; incluso, esas fichas de allí sirvieron para escuchar las llamadas telefónicas de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia tiempo antes de que el Palacio de Justicia fuera asaltado por el M19, financiado por el capo Pablo Escobar.

Ni la ETB ni otras empresas del Distrito han estado, desde entonces, fuera del control y la infiltración de la banda de Petro.

Sin ir más lejos, Saúl Kattan Cohen, fue nombrado como gerente de la Empresa de Teléfonos de Bogotá. Seguramente tenía méritos que, a juicio del bandido indultado Petro, eran los justos para dirigir esa entidad.

Así que la reunión arreglada por Bessudo y Kattan, ungida con aceite bajo la máscara de la “Confederación de Comunidades Judías de Colombia”, un pomposo nombre que no dice mucho y que tampoco representa a todos los judíos colombianos, fue también doblemente bautizada por el petrismo como “Empresarios con Petro”, todo para ambientar lo que he denunciado desde hace tiempo: Los gobiernos de Uribe, Santos y Duque han sido gobiernos de transición hacia la postración definitiva a los pies del marxismo, dividiéndose el poder entre maoístas (uribismo – petrismo) y estalinistas (FARC). El ungido en Cuba, en esta alianza criminal, es Petro.

Tristemente, la reunión también tuvo la bendición del cuerpo diplomático de la Embajada de Israel, pretendido “amigo” del pueblo colombiano.

La reunión entre diplomáticos, “empresarios” y bandidos del M19 me trajo a la memoria, también, que Petro y sus seguidores han tratado de tapar con tierra , como los gatos hacen con sus cosas, el secuestro y asesinato de un férreo defensor de los derechos de los trabajadores que jamás quiso transar ni con “empresarios” bandidos, ni con supuestos “defensores” de la clase obrera que no eran más que asesinos de la misma clase de los opresores.

Ese hombre se llamó José Raquel Mercado, presidente de la CTC, un líder negro, carismático, inteligente y profundamente preocupado por el bienestar de los trabajadores. Los terroristas marxistas lo asesinaron porque no quiso venderse al M19.

Y Gustavo Petro fue el gatillero, como lo testifica un compañero de delito.

Eso lo veremos en el inmediato y próximo artículo.