JUAN MANUEL SANTOS OFENDE A LOS EUROPEOS
Su gobierno queda satisfecho si un colectivo de abogados utiliza la compra de los testigos y, después del descubrimiento de estos hechos, este Colectivo expresa que estaba supuestamente engañado
Juan Manuel Santos ofende a los europeos
Carta de una ciudadana europea
Señor Presidente Santos,
Pocos días después que Usted asumiera el cargo como Presidente de Colombia, me he preguntado la primera vez si yo realmente entiendo el idioma español. Los periodos de tiempo fueron cada vez más cortos, razón por la que tenía que hacerme la misma pregunta y todo indica que en el futuro debería seguir así.
Como ciudadana alemana no puedo evaluar cuándo el pueblo colombiano llegará al límite pero, para mí, personalmente, su discurso en Turquía ha sido la gota que rebosó la copa.
“Europa debe poner su casa en orden”, así fueron sus palabras. Comparando, no recuerdo que nuestra Canciller Angela Merkel haya tenido palabras con un tono tan fuerte hacia usted; ni tampoco tengo memoria de que algún estadista europeo lo haya tenido.¿O ahora se puede compartir el trabajo en los medios de comunicación con su nuevo mejor amigo, el presidente venezolano Hugo Chávez? Chávez contra los Estados Unidos de América y usted en contra de Europa? Por favor, aclare ante la comunidad internacional, si usted ha decidido que Colombia vaya en el camino del socialismo del siglo 21 con su gobierno.
También entre los Estados europeos individuales hay que establecer diferencias. Permítame expresarlo de manera sencilla: hay Estados que tienen que ser salvados, y otros que tienen que financiar este rescate. Pero ni la diplomacia ni la economía y tampoco la aparición de un hombre de Estado debe ser el tema aquí, sino sus palabras “elegidas”.
Usted dice que el Código Europeo influye sobre América Latina. Y, debido a su tono, de una manera negativa. Sin embargo, yo puedo mostrarle cómo su comportamiento afecta a Europa, y no sólo a Europa sino el mundo entero, como algo negativo, irresponsable y contraproducente.
No es la primera vez que tengo la audacia de pedir que por fin saque a la luz el contenido de los computadores y dispositivos USB que fueron incautados durante el ataque en contra de los terroristas de las FARC en Ecuador el primero de marzo de 2008, para ser evaluados y que sean accesibles para el mundo o para los órganos proveedores de la seguridad nacional y los órganos internacionales competentes.
Lo mismo se aplica al equipo en 2010 con la muerte de Jojoy y, recientemente, este año han sido encontrados en la eliminación de otros jefes de terroristas de las Farc. Esto nos afecta a todos. Es decir, su actitud, hacerse el de vista gorda permanente, sólo sirve para apoyar al terrorismo global. Y estamos hablando de la seguridad internacional, hablamos del narcoterrorismo global y no sólo de un problema interno de un Estado en particular.
Mientras que Europa está tratando de salir de la crisis y menos se preocupa por otros gobiernos del mundo, para lanzar palabras desventajosas, es exactamente esta Europa la que va a aportar a su Ley de victimas más de 55 millones de euros.
Una ley que está condenada desde el principio, en términos de su financiamiento, al fracaso, porque no es económicamente viable y por lo tanto una vez más las víctimas van a sufrir.
Y el hecho de que cuando la ley estuvo en proceso de desarrollo, ningún representante de las víctimas de las guerrillas fue consultado. Si las cosas son así, Europa debe limitar el gasto para eso.
Y otra pregunta se deriva de este contexto, ¿cómo puede una ley ser aprobada, sin tener en cuenta la legislación presupuestaria, pese a que desde hace 20 años los miembros de las Fuerzas Armadas están luchando para la legítima nivelación de sus salarios sin éxito, por lo que tienen derecho por la ley?
Pero al igual que en casi todo el mundo, el Ejército colombiano es sólo una necesidad no deseada. Mientras que algunos de los Ministros de Defensa celebran los éxitos militares contra los terroristas en los medios de la comunicación, los soldados están en tratamiento en el hospital, han perdido en los campos minados de las FARC sus pies, piernas, brazos, sentado en una silla de ruedas, esperando que la justicia colombiana examine si han considerado que el ataque contra los terroristas estaba en armonía con los derechos humanos de los terroristas.
La justicia colombiana no se pregunta cómo murieron los soldados durante sus años de búsqueda de los terroristas en la selva. Y todo esto por supuesto, con el apoyo de activistas de los derechos humanos europeos. Aparte de una corta protesta ante los Estados Unidos cuando lanzaron al agua a Bin Laden, frente a las violaciones de los derechos humanos en Colombia los europeos trabajan infinitamente más.
Se premian a los periodistas que, por ejemplo, compraron testigos para sus reportajes que en realidad eran miembros de las organizaciones guerrilleras, etc, lo que es la misma forma de apoyo al terrorismo. Si usted esta dispuesto a aconsejar a esta “civilización” europea para ponga su casa en orden, usted recibirá todo mi apoyo.
Pero su gobierno queda satisfecho si un colectivo de abogados utiliza la compra de los testigos y, después del descubrimiento de estos hechos, este Colectivo expresa que estaba supuestamente engañado. No sólo porque el gobierno colombiano está condenado por un tribunal internacional de los derechos humanos por algo que ha sido perpetrado por los paramilitares. También fue condenado a 40 años de cárcel, por estas razones, un general colombiano supuestamente responsable.
Y ahora rebajan esta condena a 37 años. ¿Dónde está el fundamento jurídico? Sin duda, es evidente que un nuevo proceso debe ser iniciado. Incluso si el sistema judicial de Colombia ha dicho repetidamente que es autónomo, sin embargo, esto no lo exime de la obligación de cumplir con las leyes vigentes.
También tenemos los procesos escandalosos contras los militares que han recuperado el Palacio de Justicia en el año1985 después de que la organización terrorista M-19 lo asaltó. Aún así el coronel Plazas Vega está encerrado en una prisión militar, aunque no hay evidencia ninguna, a pesar de que se demostró que todos los supuestos testigos (tres) en realidad no lo eran.
¿Es realmente usted ahora el comandante en jefe del Ejército?
He leído que Usted considera la elección del nuevo alcalde de Bogotá como un testimonio de sí es posible que un ex guerrillero, o mejor ex-terrorista, puede en una forma democrática llegar hacia el poder. ¿Es la bienvenida?
Tengo una pregunta: ¿Cómo puede ser que alguien que ha sido condenado por posesión ilegal de armas con fines terroristas debe ser elegido para un cargo público?
Estamos hablando de un ex miembro de una organización terrorista que nunca se ha disculpado, aún más, ha afirmado en público que el coronel Plazas Vega le habría torturado mientras estaba preso. Pero tuvo que disculparse públicamente en el diario de mayor circulación del país, El Tiempo, por estas mentiras. Creo que no solo tengo problemas con el español actual de Colombia, sino también con el concepto de la democracia allá. Puede ser más o menos lo mismo que si los nazis de Alemania, que niegan haber cometido el Holocausto judío, ahora fueran a la alcaldía de Berlín.
Desde hace seis meses he reclamando ante su gobierno y ante la vicepresidencia para la protección de la familia de periodista independiente Ricardo Puentes Melo y de sus tres hijos menores de edad, sin que haya habido una reacción adecuada de su gobierno. ¿Puedo inferir de su conducta y de su gobierno, que no hay protección para los periodistas que están involucrados en la investigación de presuntas mentiras sobre las desapariciones en el Palacio de Justicia?
Antes de que alguien venga aquí en Europa con la idea loca de que Usted debe hacer orden en su propia casa, sería mejor no echar a perder aún más.
Felicitaciones por sus acuerdos con Turquía. Espero que ustedes hayan intercambiado las documentaciones sobre los terroristas de cada uno de sus países. ¿O debemos asumir en el futuro que las Farc van a entrenar la PKK, como ya se vislumbra en los computadores de Raul Reyes y quizás se corrobora en los de Jojoy y Cano, que usted no ha querido publicar?
En total desacuerdo con su política, finalizo esta carta, aunque téngalo por seguro que todavía hay mucho más que decirle.
Desde Alemania
Annette Tessmann
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