Tras la caída formal de la Unión Soviética, gracias a Ronald Reagan y San Juan Pablo II en 1992, sectores del mundo libre descansaron en ese triunfalismo que brindaba la sensación de la utopía colectivista que se había perdido para siempre (Ver Laje, Márquez, 2018).
Sin embargo, poco tiempo después, abrazando nuevas banderas, reinventando su discurso, nace lo que hoy se conoce como el neo comunismo o el esquizofrénico Socialismo bolivariano del siglo XXI de Hugo Chávez quien tuvo su momento sublime cuando pronunció: Juro ante esta moribunda constitución, ante la mirada atónita y de temor de Rafael Caldera.
Según el Royal College of Psychiastricts: Se desconoce la causa inicial de la esquizofrenia. Pero, es posible que tenga su origen en una alteración mental junto con una mezcla de sustancias químicas que alteran la estructura del cerebro como tal. Se caracteriza por ser una enfermedad cuyos pensamientos y comportamientos se encuentran alejados de la realidad (junio, 2009).
Se sabe, por ejemplo, que uno de los padres de la psiquiatría: Sigmond Freud, alteró sus comportamientos psicóticos por cuenta del consumo de sustancias alucinógenas, drogas en general.
Por lo general, quienes se identifican con las ideas socialistas tienden a tener comportamientos que rayan en lo psicótico.
Dentro de esta línea de investigación, como dirían en la academia, podríamos incluir a los jóvenes románticos de la primera línea, las nuevas camisas pardas del neo socialismo del siglo XXI, quienes destruyeron y destruyen todo a su paso.
¿Es normal este comportamiento?
Adolfo Hitler, por ejemplo, tuvo desde muy pequeño un resentimiento muy sentido hacia su padre, autoritario.
Luego, en su juventud, quiso estudiar en la escuela de Artes y Música de Viena.
Su director, un judío, le negó el ingreso.
Su odio visceral hacia los judíos se convirtió en una obsesión, para pasar a la justificación de sus actos violentos.
Hugo Chávez, también tuvo su comportamiento psicótico.
Su obsesión por Bolívar 24/7 lo llevó adoptar posturas totalmente alejadas de la realidad a tal punto que ordenó la exhumación su cadáver en medio de la santería y brujería que lo inundó hasta el final de su muerte.
En Colombia, no nos quedamos atrás.
¿Porqué de la obsesión de Iván Cepeda hacia Álvaro Uribe Vélez? Todo su accionar legislativo se ha concentrado en un solo objetivo. Un objetivo que se ha convertido en una obsesión. En un resentimiento. En un odio visceral hacia AUV.
Una obsesión que por momentos raya en la locura porque repite y repite sus actos con el fin de lograr un resultado diferente pasando por encima de cualquiera.
Al estilo de Marx, quien tuvo como pilar filosófico que el fin justifica los medios. Es decir, que no importa pasar por encima del oponente con tal alcanzar el objetivo.
De tal forma que ustedes analizan el comportamiento psicótico, delictivo del M19 que comenzó con la toma de la embajada por alias la chiqui para llegar a la cúspide como lo fue el violento y sangriento episodio del Palacio de Justicia.
Con el agravante que se van creyendo sus propias mentiras y justificando en sus actos como Petro, quien no nos explica cuál es el origen del dinero de las bolsas. Ni, donde se encuentra el señor Montes. ¿Muerto o vivo?
Siempre con una justificación o una victimización.
¿Por qué el CNE no sanciona a Petro por su delirante accionar político convocando manifestaciones por fuera del tiempo establecido?
Porque le tienen miedo, porque una de las características de los psicópatas es que logran vender miedo y temor.
Para terminar, se han inventando dentro de la nueva izquierda el paradigma de paridad de género, equidad de género, transformación de género, de tal forma que ustedes ven hoy en día en los formatos de Colsanitas que ahora incluyeron una nueva modalidad sexual: Usted se considera hombre, mujer o binario; nada más psicótico que ese formulario.
Y, se me acabó el espacio para comentar sobre el histrionismo y hedonismo de Claudia y su foulard. Fidel Castro, el Ché. Que tal el muro del Che en el U. Nacional. Y, la U. Pedagógica, con un mural de Bateman Cayón. Ni se diga. Y…un perro que se llama Ramón.
Puntilla: Y de psicóticos, los chilenos, as, quienes se cansaron de vivir bien, para vivir mal, ¿bajo el nuevo socialismo de Boric? Siempre vestido de negro, con barba.
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