LOS ACUSADORES SE QUEDARON SIN DESAPARECIDOS
Cuando todo se aclare saldrá a la luz publica el enorme fraude procesal que hay alrededor de este caso, y el complot contra los militares que salvaron a Colombia
LOS ACUSADORES SE QUEDARON SIN DESAPARECIDOS
Por Thania Vega de Plazas
El Procurador Jesús Villabona Barajas, Agente Especial del Ministerio Público, manifestó que no había pruebas de que tres de los desparecidos de la cafetería del Palacio de Justicia de Bogotá, por los cuales están acusados varios militares, hubieran salido con vida de ese recinto. O sea que sólo quedaron ocho.
El sepulturero del Cementerio del Sur reconoció en declaración de 1986 a Cristina Guarín como una de las personas que él había inhumado en dicha fosa. Cristina Guarín es la persona que sus familiares dicen reconocer cuando sale en hombros de un soldado. Pero casi todo el tiempo sólo se ve el trasero de esa persona, tan sólo en unos pocos segundos se le ve la cara. Pero la ascensorista del Palacio de Justicia, María Nelfi Díaz, dice que esa imagen no es de ninguna Cristina Guarín, que esa persona que sale en hombros del soldado es ella, María Nelfi Díaz. Los hijos de ésta también la reconocieron. María Nelfi Díaz se ha reconocido en esas imágenes en cinco ocasiones ante diferentes funcionarios investigadores y en una ocasión en el programa de televisión La Noche, a lo largo de estos casi 25 años. María Nelfi Díaz nunca ha cambiado su versión.
El diario bogotano El Tiempo, en su edición del 3 de febrero de 2010, en titular de primera página, informa que han sido identificados, en el laboratorio de Antropología de la Universidad Nacional de Bogotá, por lo menos dos de los desaparecidos de la cafetería del Palacio de Justicia.
El 24 del mismo mes, Radio Caracol de Bogotá también tuvo acceso al informe del laboratorio de Antropología de la Universidad Nacional, y manifestó en su edición del medio día, y lo repitió por la noche, que son cuatro (4) los desaparecidos de la cafetería identificados en dicho laboratorio.
Ante el pedido de la defensa del Coronel Plazas de que se le compulsara copia de ese informe, la Universidad Nacional le trasladó la respuesta a la Fiscalia, quien ya lo tenía, la Fiscal contesto que eso se le debería pedir a la Juez Tercera. La Juez Tercera dijo que el caso ya está cerrado. Para resumir: a tan delicado informe no tiene acceso la defensa del Coronel Plazas Vega, a pesar de ser éste un sujeto procesal con derecho a conocer todos los detalles de su proceso. En cambio, dos medios de información, que no son partes del proceso, Radio Caracol y El Tiempo, si tuvieron acceso.
En el mismo informe, según Radio Caracol, adicionalmente fue identificado en la Universidad Nacional, el cadáver del magistrado Pedro Elías Serrano Abadía, lo que confirma la afirmación hecha por el Coronel Plazas Vega, desde octubre de 2008, en el sentido de que la supuesta desaparecida Norma Constanza Esguerra está enterrada en el sepulcro del magistrado Serrano Abadía. Esta afirmación ya la había hecho el Tribunal Especial de Instrucción en su informe de 1986, así como el Juez 30 de Instrucción Criminal de Bogotá, el 31 de enero de 1989.
Los restos de la desaparecida Ana Rosa Castiblanco y su feto de ocho meses, ya fueron entregados a sus familiares mediante acta desde el 2 de noviembre de 2001. Sin embargo, la revista Semana de Bogotá, en abril de 2007, montó una verdadera novela de terror e inculpó al Coronel Plazas Vega, y a otros militares, por la supuesta desaparición de Ana Rosa, agregando que un suboficial cuya esposa no podía tener hijos robó el bebé que ella habría dado a luz en un camión del Ejército.
A lo largo del proceso, los agitadores contratados presumiblemente por el colectivo Alvear Restrepo, y dirigidos por René Guarín, enarbolan una fotografía de Ana Rosa Castiblanco y preguntan a gritos, ante los estrados judiciales: “dónde está Ana Rosa?”. Entre los que violentamente gritan eso se encuentra el propio hijo de Ana Rosa, Oswaldo Lozano Castiblanco, quien es uno de los firmantes del acta mediante la cual le fueron entregados los restos de su madre con pruebas de ADN. La prensa colombiana ha publicado varias fotografías donde se ve ese tipo de agitación irresponsable.
Ahora, el diario El Espectador, de Bogotá, el 10 de mayo de 2010, acaba de revelar otro detalle importante del asunto. Nubia Stella Hurtado Torres, una ex secretaria que trabajaba en el Palacio de Justicia el día del asalto terrorista a esa institución, se reconoció, como dice el matutino, “en una imagen de video donde los familiares de la desaparecida (…) Lucy Amparo Oviedo Arias, indicaron haber identificado a su pariente, saliendo con vida del edificio en llamas”.
Como en el caso de María Nelfi Díaz, Nubia Stella Hurtado quien fue rescatada por el Ejército, salió viva y su imagen fue
captada por los noticieros de televisión, pero durante estos años trataron de hacerla pasar por otra persona. Nubia Stella Hurtado Torres es pues la persona que en las imágenes aportadas por la Televisión española aparece saliendo del palacio al lado de unos soldados. Tras ese reconocimiento, se puede decir que la persona que sale no es Lucy Amparo Oviedo Arias, como tratan de hacer creer quienes construyeron la leyenda de que esta última, había sido “desaparecida” ulteriormente por los militares que defendieron el palacio de Justicia.
Creemos que los acusadores se quedaron sin desaparecidos, y cuando todo se aclare saldrá a la luz publica el enorme fraude procesal que hay alrededor de este caso, y la magnitud del complot vengativo contra los militares que salvaron el Estado de Derecho en Colombia, así este tenga muchas imperfecciones.
Bogotá, Mayo de 2010
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