Guardando las notables proporciones, se podría plantear una disfonía al comparar al hoy senador Roy Barreras con el príncipe de Maquiavelo; más aún, cuando al buscar en la definición de la Rae: Maquiavelo: bien, persona astuta y engañosa donde el fin justifica los medios (Lenin).
A su vez, desde el punto de vista de doctrina política, se podría definir como la idea de sobre poner la razón del estado sobre cualquiera otra consideración ética y moral para mantener el poder.
Se comprende, entonces, la personalidad del hoy senador Roy Maquiavelo Barreras, donde con tal de satisfacer su propia empatía hipocrática, falsaria, al estilo el ex senador Gustavo Bolívar, calculadora, subordina a su quehacer diario en pro de la razón de estado que lo embriaga en estos momentos; de la misma manera, como lo embriagó esa misma razón de estado en el gobierno de Uribe, de Santos y de Duque; así como, lo es su apoyo irrestricto al desgobierno del petro caos, en pro de su propio beneficio.
Contrario a Florencia que vivió su época de esplendor, Colombia tendrá que vivir un momento de oscuridad por cuenta del despotismo del actual desgobierno del petro caos, el cual quedó reflejado en las palabras ególatras y déspotas del ministro de Hacienda José Antonio Ocampo al decir que: la alarma que están generando las empresas es parte del botín por el cual están generando poca credibilidad en el gobierno, más bien; crean que estamos ante un gobierno responsable fiscalmente, monetariamente, y que el gobierno no está generando pánico.
Lo dice, el mismo ministro de hacienda del gobierno del Salto Social, de Ernesto Samper, un gobierno éticamente responsable en la historia de Colombia.
Puntilla: Viendo al ministro Ocampo y al senador Roy Maquiavelo Barreras, y al partido conservador, podemos concluir que Maquiavelo, efectivamente, en comparación con lo actual, fue un príncipe.
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