MIENTRAS TANTO, EN SUIZA…

Mientras tanto, en Suiza…

Llega el nuevo acuerdo Santos-Farc a Berna. Llega el presidente Santos al World Economic Forum en Davos. Ni siquiera la presencia de Shakira alcanzó de abrir las chequeras y los corazones de los inversionistas. ¿Llega un nuevo embajador de Colombia a Suiza?

Por Florian Schwab*
Enero 20 de 2017
@Schwab_Suiza

¡Qué diferencia! El primer acuerdo, horas después de la ceremonia de La Habana, llegó a Suiza acompañado por un coro jubiloso diplomático: Un secretario de estado se fue desde Berna hasta el caribe colombiano, se reunió con la canciller Holguín, el gobierno publicó comunicados de prensa, fotos y videos para celebrar el pequeño pero importante papel de Suiza: Conservar una copia del acuerdo en el archivo federal. La segunda versión del acuerdo, la del Teatro Colón, acaba de llegar a Berna casi dos meses después de su firma. Por correo. Eso nos informan fuentes diplomáticas. Esa vez no hay comunicado de prensa. Ni una sílaba se dejó a conocer al público interesado. El traslado del documento se efectuó en máxima discreción. Y no fue por falta de oportunidades – al contrario, hubieran abundado las ocasiones para volver a montar un gran escenario: Por ejemplo, el viaje extendido del presidente Santos después de la entrega del premio Nobel de Paz. O su visita, hace unos pocos días, a la cumbre anual del World Economic Forum (WEF) en las montañas suizas, en Davos. En el WEF asistió también en canciller suizo, Didier Burkhalter.

No, el bajo perfil se debe al hecho de que la diplomacia pública y complaciente de finales de septiembre provocó reacciones: la ferocidad del debate interno colombiano alcanzo a causar un pequeño terremoto en la política suiza. El canciller se tuvo que explicar en el parlamento. Todavía hay diputados que siguen investigando el papel suizo en las controvertidas negociaciones de paz y en el plebiscito. Una interpelación tramitada en los próximos meses aclarará hasta lo último que el almacenamiento del documento en Suiza carece de efecto jurídico.

En la diplomacia suiza debe haber gente que se siente engañada por el gobierno colombiano. Pero no pueden ir hasta allá de rechazar el nuevo acuerdo, porque eso significaría admitir un error. Entonces decidieron degradar el asunto a un acto administrativo menor. Pena máxima para el gobierno Santos. En Davos, el presidente pontificó en una sesión especial acerca de “invertir en la paz”, mientras el ministro Cárdenas se encargó te recibir los cheques de la comunidad financiera. Pero como no fueron anunciadas mayores donaciones, hay que deducir que no las hay. Ni siquiera la presencia de Shakira alcanzó de abrir las chequeras y los corazones de los inversionistas.

La razón es simple: Con excepción del multi-bilionario e inversionista de izquierda George Soros, quién tiene su agenda propia, los inversionistas ya no le creen a Santos. Un ex-banquero suizo afirma que en la anterior reforma tributaria el gobierno colombiano hizo trampa a los inversionistas quienes en buena fe se habían establecido en Colombia. Ahora, con la actual reforma tributaria, el país pasará de la antesala del infierno fiscal al pleno infierno.

Según señala el portal noticiero Los Irreverentes, el presidente Juan Manuel Santos decidió enviar a Gustavo Gómez como embajador a Suiza, al esposo de la Presidente de la Corte Constitucional, María Victoria Calle. Todavía la noticia queda por confirmar. En caso tal, se podría tratar de una manifestación de gratitud por parte del ejecutivo colombiano por el fallo que permitió forzar la implementación del acuerdo en contra del veredicto del soberano colombiano. Y para el gobierno suizo se armaría otro rompecabezas colombiano: ¿Recibir o no recibir a un embajador proveniente del pantano de escándalos que es la justicia colombiana? Recordamos que el gobierno alemán rechazó la aprobación al ex fiscal Eduardo Montealegre como embajador en Berlín.

*Florian Schwab es redactor del semanario suizo “Die Weltwoche”