OLA ANTI TRUMP ESTÁ TOCANDO LAS ESCUELAS EN ESTADOS UNIDOS: CARTA ABIERTA A MI COMUNIDAD DE OREGÓN
Como madre, lo que me ha preocupado esta semana han sido la violencia y el odio promovidos por la parte perdedora. La única amenaza que he sentido fue la destrucción de bienes, la interrupción del acceso público a carreteras y servicios, los incendios provocados y las agresiones
Ola anti Trump está tocando las escuelas en Estados Unidos: Carta abierta a mi comunidad de Oregón
Como madre, lo que me ha preocupado esta semana han sido la violencia y el odio promovidos por la parte perdedora. La única amenaza que he sentido fue la destrucción de bienes, la interrupción del acceso público a carreteras y servicios, los incendios provocados y las agresiones
Por Lía Fowler
Noviembre 14 de 2016
Este sábado, el superintendente del Distrito Escolar y algunos miembros de la Junta Escolar de mi comunidad de Oregón publicaron una carta que se proponía persuadir a los padres de que, a pesar de los resultados de las elecciones nacionales, las escuelas seguirían siendo inclusivas y libres de lenguaje que denigre a otros basándose en su “origen, raza, orientación sexual o aptitud”. En la lista se echa de menos algún compromiso para asegurar la inclusión y protección de diferentes afiliaciones o creencias políticas, algo que hace mucha falta si se piensa en las últimas cuatro noches de violencia.
Implícita en la carta del superintendente está la idea de que el presidente electo y los que votaron por él promueven una agenda racista y sexista. La necesidad de reiterar la política del Distrito cuando afirma que “nosotros queremos dejar muy claro que no hay lugar en nuestras escuelas para amenazas o actos manifiestos de fanatismo, intimidación, racismo, o cualquier lenguaje que denigre a otros…” presupone que en nuestra comunidad hay quienes, en virtud de su afiliación política, estarían súbitamente inclinados a adoptar tal comportamiento. Dicho lenguaje promueve los estereotipos y clichés a que el Distrito pretende oponerse. Me inquieta sentir la necesidad de recordarles al superintendente y a la Junta que haber votado por el presidente electo no hace que alguien sea de por sí racista, intolerante, misógino o matón.
Como madre, lo que me ha preocupado esta semana han sido la violencia y el odio promovidos por la parte perdedora. La única amenaza que he sentido fue la destrucción de bienes, la interrupción del acceso público a carreteras y servicios, los incendios provocados y las agresiones. Era literalmente inseguro viajar a Portland. Se informó que el líder de los manifestantes llamados “pacíficos” les aconsejó no tratar de detener ningún acto destructivo para no “censurar su activismo”. Fueron necesarias tres noches de violencia para que la policía de Portland decidiera poner fin al desorden. Sin embargo, en la carta del superintendente no se menciona nada de eso. El silencio de las autoridades, los líderes de la comunidad, el superintendente y la Junta Escolar respecto de estas violentas protestas, tácitamente legitima el comportamiento que pretenden denunciar. Parece que el acoso, la intimidación y la violencia se toleran cuando coinciden con ciertas tendencias políticas.
Como mujer latina casada con un hombre de ascendencia de Oriente Medio y madre de hijos con necesidades especiales, siempre he encontrado que nuestra escuela es un lugar de aprendizaje y crecimiento maravilloso para mis hijos. La carta del superintendente me hace preguntarme hasta qué punto es inclusivo el distrito respecto de las diversas opiniones políticas.
Situaciones como esta se dan en distritos escolares en todo el país. Sería mejor dedicar el tiempo a pensar por qué no hemos podido enseñar a nuestros estudiantes educación cívica y democracia, y a perder con dignidad.
Cordialmente,
Lia Fowler
* Lia Fowler es periodista estadounidense y ex Agente Especial del FBI.
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