OTRA PERSECUCIÓN
La decisión contra Fedegán es en todo caso un mensaje intimidatorio, uno más, contra los opositores del Gobierno y contra aquellos que manifiestan críticas al proceso de paz
Otra persecución
La decisión contra Fedegán es en todo caso un mensaje intimidatorio, uno más, contra los opositores del Gobierno y contra aquellos que manifiestan críticas al proceso de paz
Por Rafael Nieto Loaiza
Enero 17 de 2016
De acuerdo con la ley 89 de 1993, corresponde a Fedegán la administración de la cuota de fomento ganadero y lechero (contribuciones parafiscales) a través del Fondo Nacional del Ganado FNG.
Así venía haciéndolo desde hace más de veinte años, con muchos éxitos. Sin embargo, desde el vencimiento del último contrato en el 2014, el Ministerio, sin justificación alguna, se negó a renovarlo y se limitó a hacer prórrogas de tres meses. En el entretanto, el FNG y Friogán, la empresa que administra los frigoríficos del Fondo, fueron incluidos en la ley 1116 de 2006 que busca “la recuperación y conservación de la empresa… mediante su reestructuración operacional, administrativa, de activos o pasivos”.
A principios de este año, el Ministerio de Agricultura, a través de un acto administrativo sin fecha, le quitó a Fedegán la administración del FNG. Alega que puede hacerlo porque el FNG estaba incurso en una causal establecida en el decreto 2537 de 2015 según la cual el Ministerio puede asumir la administración de las contribuciones parafiscales agropecuarias cuando “el Fondo sea o haya sido admitido en proceso de reorganización en los términos de la ley 1116 de 2006”.
Ocurre que:
- El decreto 2537 se expidió el 29 de diciembre pasado, en plenas vacaciones, y está claramente dirigido a buscar una excusa que le permitiera al Ministerio quitarle a Fedegán la administración del FNG. El único Fondo admitido en la 1116 es el FNG.
- El presidente de la junta del FNG es ni más ni menos que el Ministro de Agricultura y varios de sus miembros son designados por él.
- Fue el Ministro, en su calidad de presidente de la junta, quien autorizó que el FNG y Friogán solicitaran su inclusión en la 1116.
- Además, si hubiera habido fallos administrativos en el FNG, serían responsabilidad del Ministro y de los miembros de junta que designó.
- Peor, las pérdidas en que ha incurrido Friogán en los últimos años se deben no a la mala gestión sino al hecho de que el mismo Ministerio haya aplazado una y otra vez la aplicación del decreto 1500 de 2007 que obligaba a que todos los mataderos tuvieran frigoríficos para asegurar la calidad de la carne sacrificada en ellos. Friogán se consolidó y creció con base en las expectativas generadas por ese decreto.
En resumen, el Ministerio de Agricultura aparta a Fedegán de la administración del FNG porque el Fondo y Friogán están en la 1116, aunque estén en la 1116 por decisión del Ministro y por culpa de las medidas políticas del mismo Ministerio que frustran sus expectativas y crecimiento.
Es evidente que el Ministerio legisla con nombre propio, que la decisión contra Fedegán no es técnica sino política, no mira el interés del sector agropecuario sino el del Gobierno y no es más que una persecución. Persecución personal contra José Felix Lafaurie, exalto funcionario del gobierno de Uribe, casado con la representante del Centro Democrático María Fernanda Cabal, y ahora presidente de Fedegán y, en ese carácter, agudo crítico del capítulo de tierras firmado con las Farc en La Habana. Y persecución contra los ganaderos, a quienes las Farc han visto desde siempre como sus enemigos y a quienes han extorsionado y secuestrado sistemática e interminablemente. Además de ser una muestra más de intolerancia y de violación de los derechos civiles y políticos de los ciudadanos, ¿es la decisión contra Fedegán un regalo más para las Farc o el cumplimiento de una exigencia de ellas en La Habana?
La decisión contra Fedegán es en todo caso un mensaje intimidatorio, uno más, contra los opositores del Gobierno y contra aquellos que manifiestan críticas al proceso de paz. Santos, de nuevo, es complaciente y débil con los violentos e implacable con los civiles que se atreven a cuestionarle. Su gestión pasará a la historia con la vergüenza de haber perseguido sin cuartel a periodistas, opinadores y empresarios, como los cañeros, que se atrevieron a discrepar. ¡Pero, lo decimos desde ya, no vencerá! Más temprano que tarde se hará justicia.
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