LA GRAN PRENSA, AL SERVICIO DEL TERRORISMO
Los autores de la masacre solicitando castigar al representante del Ejército Nacional, la institución que, precisamente, nos salvó de caer en manos de esos bandidos. Vaya, vaya
La gran prensa, al servicio del terrorismo
La ex fiscal Buitrago sigue siendo invitada de honor en las primeras páginas de la gran prensa colombiana para decir una y otra vez las mentiras que ya han quedado desenmascaradas pero que los medios siguen tapando, como hacen los gatos con sus porquerías
Por Ricardo Puentes Melo
Marzo 11 de 2013
No dejo de sorprenderme con la campaña mediática emprendida por la gran prensa de este país contra la verdad de lo sucedido en el Palacio de Justicia en noviembre de 1985, cuando terroristas del M-19 lo asaltaron asesinando a sangre fría a todo aquel que se les atravesó en el camino. Campaña que, valga sospecharlo, debe estar financiada por los abogados del Colectivo quienes, como buitres comisionistas, deben estar sacando dinero de sus otras actividades para destinarlo a este caso a sabiendas de que recibirán cerca de 600 mil dólares por cada “desaparecido” que logren incluir.
Insiste la gran prensa en que hay once desaparecidos, cuando la sentencia del Tribunal Superior de Bogotá, que condenó en segunda instancia al Coronel Plazas Vega, demuestra claramente que solamente puede haber dos: Irma Franco y Carlos Rodríguez. ¡Pero, claro, si por once pagan más que por dos…¡
Sigue cacareando la prensa sobre Edgar Villamizar Espinel, el hombre a quien se le falsificó un testimonio. Dicen mentirosamente los medios que la Fiscalía demostró, mediante un cotejo de firmas, que Villamizar sí había firmado ese testimonio espurio. Y la verdad es que el perito del CTI –organismo que suplantó al testigo- cotejó dos firmas falsas: la del testimonio que se inventaron la Fiscal Buitrago, el procurador Bustos y unos funcionarios del CTI, y la de un extraño documento que tenía en su poder, en su casa, la fiscal Buitrago; un documento que salió de la nada, que no está en ningún proceso y que nadie más, excepto la fiscal Buitrago y su perito del CTI conocían. Nadie se preguntó, excepto Periodismo Sin Fronteras y La hora de la Verdad, por qué no se había cotejado la firma plasmada en el testimonio con el cual condenaron a Plazas Vega, con las firmas que estampó Villamizar en presencia del juez 55 en Bogotá, en más de 18 folios.
La ex fiscal Buitrago sigue siendo invitada de honor en las primeras páginas de la gran prensa colombiana para decir una y otra vez las mentiras que ya han quedado desenmascaradas pero que los medios siguen tapando, como hacen los gatos con sus porquerías. Es que con unas comisiones sobre aproximadamente siete millones de dólares, cualquier periodista con salario de hambre puede convertirse en gato.
Ahora, cuando el abogado Rafael Nieto Loaiza defendió brillantemente a Colombia en el proceso que el Colectivo José Alvear Restrepo le montó al país para ganarse ese dinero, la gran prensa se le fue lanza en ristre para desacreditarlo y hacerlo ver como un enemigo de los Derechos Humanos. Ya no solamente se publicaron notas hechas por equipos de periodistas rasos, sino que hasta los Directores de los medios dedicaron sus editoriales y sus equipos para colocarle a Nieto minas antipersona hechas de injurias y falsedades a montón. Ahí empieza uno a darse cuenta de que la mermelada pro terrorista alcanza a todo el mundo.
Y nadie dice nada de Jorge Enrique Ibáñez, el “defensor” de Colombia que estaba destinado a perder el caso, situación que haría fluir más fácilmente los millones de dólares hacia las arcas del Colectivo de abogados José Alvear Restrepo que, entre otras cosas, dirige un antiguo terrorista del M-19 que se vio involucrado en un asalto a un camión de leche donde hubo secuestrados y muertos por efectos de armas de guerra, como granadas, etc.
Nadie cuenta que Jorge Enrique Ibáñez fue defensor ante el sistema Interamericano por algunos casos, y que ya había “defendido” a Colombia por el caso del Palacio de Justicia.
Pero lo había “defendido” como les gusta a los del Colectivo. En plena audiencia del 23 de marzo de 2010 en Washington, cuando el “defensor” Ibáñez disponía de media hora para defender a los militares por sus actuaciones en los hechos de 1985, no lo hizo; se dedicó a hablar mal del M-19 sin dedicar un solo minuto de ese valioso tiempo para lo que fue contratado. Cualquiera puede llegar a pensar que esa “defensa” de los militares demuestra que Ibáñez estaba del lado de ellos; pero no. Cualquier recién graduado de una facultad de Derecho sabe que esa clase de “defensa”, sin en realidad es defender, no sirve para nada ante ningún Tribunal del mundo. El asunto no era hablar mal del M-19 ya que su autoría en la masacre ya está demostrada desde hace mucho, sino que la cuestión debió enfocarse en una real defensa por las actuaciones de los militares frente a los asesinos.
Ibáñez quiso aparecer como un simple abogado incauto, pero yo dudo mucho que un profesional, un internacionalista con su trayectoria hubiera cometido ese gravísimo error por simple ingenuidad. En cambio, los que demandaron a Colombia, el Colectivo Alvear Restrepo, sí dedicó su tiempo a atacar a las Fuerzas Militares.
Jorge Enrique Ibáñez tampoco pidió en la CIDH que se inadmitiera la acusación del Colectivo Alvear Restrepo contra Colombia debido a que las instancias nacionales no se habían agotado (recordemos que los casos que admite la CIDH se debe a que ya no hay más instancias nacionales a dónde acudir). Así que la demanda fue admitida por la CIDH.
En otras palabras, la actuación de Ibáñez no favoreció a Colombia, sino al Colectivo Alvear Restrepo. ¡Qué curioso..!
Y esa clase de actuaciones ante tribunales internacionales es lo que logra que Colombia se vea obligada a pagar multimillonarias sumas para enriquecer fabulosamente a unos pocos, sobre todo a los del Colectivo.
Por esta razón fue que los militares no apoyaron la candidatura de Jorge Enrique Ibáñez para que los siguiera “defendiendo”, y optaron por la de Rafael Nieto Loaiza, cosa que no le gustó a los del Colectivo Alvear y que se vio reflejada en los titulares y editoriales a sueldo de la gran prensa.
La Cancillería, el Ministerio del Interior y la Policía Nacional tenían como candidato a Jorge Enrique Ibáñez Najar, y se atrincheraron en esa posición. En tanto que el Comando General de las Fuerzas Militares, el Comando General del Ejército y el Ministerio de Defensa apoyaron a Nieto.
Increíblemente, en último momento, la Policía Nacional salió también a apoyar a Rafael Nieto, mientras que la canciller Holguín y el ministro Fernando Carrillo mantuvieron su posición contraria a los intereses del país.
Los del Colectivo, no obstante, estaban tranquilos ya que, como era habitual, el candidato se escogería un par de días antes de la actuación ante la Corte Internacional, así que era francamente imposible que alguien pudiera preparar un alegato en tan corto tiempo. El asunto era pan comido para el Colectivo, ya soñaban en cómo iban a gastar sus cerca de 7 millones de dólares.
Pero no contaban con la disciplina de Nieto Loaiza, ni conque él se había tomado un par de meses para preparar su intervención, en caso de que fuera escogido, como efectivamente lo fue. Nieto había escrito un alegato impecable, trabajado con filigrana, que desmoronaba las pretensiones de los asaltantes del Palacio, hoy disfrazados de abogados defensores de Derechos Humanos.
Enceguecidos de ira, el antiguo terrorista del M-19 y hoy dirigente del Colectivo Alvear Restrepo, ordenó a sus filas hacer algo al respecto.
De ahí surgieron periodistas y directores de grandes medios que se dedicaron a matonear a Rafael Nieto Loaiza. Como el chaparrón pasó sin que Nieto se amedrentara, ahora la emprenden contra el general Alejandro Navas.
Un poco antes de todo esto, Ibáñez, tal vez informado por la Cancillería o por el Ministerio del Interior de cómo estaba el asunto, renunció. Entonces, una vez nombrado en firme, Rafael Nieto Loaiza le extendió su mano generosa a Ibáñez y lo invitó a que lo acompañara como abogado auxiliar suyo en los alegatos ante la CIDH. Pero el abogado Ibáñez dijo que no, que no estaba dispuesto a semejante humillación.
En cambio, adolorido, Ibáñez salió a los medios a decir que el general Navas lo había vetado.
De igual manera, el Representante a la Cámara Germán Navas Talero, por el Polo Democrático, partido político fundado por el M-19, comunistas y antiguos guerrilleros de otras vertientes, salió a atacar al General Navas por su apoyo a Nieto, y dijo que el abogado defensor de Colombia debió haber hecho todo lo contrario: No defender sino declarar culpable a la Nación.
Así que el representante del antiguo M-19, hoy Polo Democrático solicitó una investigación disciplinaria contra el General Navas. Los autores de la masacre solicitando castigar al representante del Ejército Nacional, la institución que, precisamente, nos salvó de caer en manos de esos bandidos. Vaya, vaya.
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