EL CHIRIBICO CHAPARRALUNO
Gómez Méndez, el Chiribico chaparraluno, tiene nexos familiares con terroristas de las FARC, y cuando fue Fiscal General nombró guerrilleros en puestos importantes de la Fiscalía
El chiribico chaparraluno
Si Juan Manuel Santos mete en el gobierno a Gómez Méndez, nos lleva el que sabemos. Santos ya fue presionado para que nombrara en su gabinete a otro samperista, nada menos que a Juan Mesa, secretario privado del narcopresidente
Por Ricardo Puentes Melo
Julio 1 de 2010
Quienes devoramos en nuestra niñez montañas y montañas de comics, sabemos que los malos casi siempre terminan en la cárcel y los buenos se quedan con la gloria y las mujeres hermosas. Por supuesto, hay algunos archicriminales que aunque son puestos presos siempre se fugan. Pero esto es necesario para la trama dramática de las historietas y para mantener el suspenso. Un superhéroe no es indispensable si no fuera por sus archienemigos. Nosotros los entendidos llamamos a esto: “dialéctica”.
Desafortunadamente, eso no sucede en la vida real, donde los archicriminales no son señalados como lo que son, sino invitados a formar parte de los gobiernos. O, si no los invitan, ellos se hacen invitar y para ello recurren a sus amigos de la gran prensa que han tratado de lavar la imagen de estos pillos, sin mucho éxito para ser francos. Los archicriminales también usan motes vistosos para ser recordados por sus enemigos y por los anales del hampa.
Hoy les voy a hablar de un hombre conocido como “El Mosco” o “El Chiribico chaparraluno”.
¿Ustedes conocen a Alfonso Gómez Méndez…? Es un señor muy renombrado que tuvo muchos logros, pero el mayor de todos fue ser amigo de Ernesto Samper Pizano, alias ‘el Bojote’, y quien fuera nombrado presidente de Colombia gracias a los dineros del Cartel de Cali, cuyos integrantes eran también amiguísimos de Gómez Méndez.
Yo no sé por qué en el Tolima se le conoce a Gómez Méndez por el mote de “el Chiribico chaparraluno”, siendo que “chiribico” es un arácnido apestoso y ponzoñoso. El Dr. Gómez Méndez no es ningún arácnido, ¡no señor…!
El Chiribico chaparraluno (digámosle así en honor a su tierra), fue un importantísimo Fiscal General de la Nación que tuvo el honor de defender a capa y machete al Dr. Samper en ese famoso proceso 8.000 donde se le descubrió que los Rodríguez Orejuela le habían financiado su campaña presidencial. En realidad, estos capos de la droga no solamente habían financiado a Samper, sino que tenían a sueldo a la mayoría de congresistas, a la Corte Suprema de Justicia y hasta a la Corte Constitucional, llena de magistrados enriquecidos con los dineros de los narcos. Pues bien… el Chiribico chaparraluno no sólo le ayudó a su jefe Samper con lo del proceso 8.000, sino que le tapó casi todas sus pilatunas y crímenes de Estado.
Otro de los grandes logros del Chiribico chaparraluno, fue haber apoyado a las FARC en todo el proceso del Caguán. Una de las cosas que hizo para tapar las evidencias de que las FARC eran narcotraficantes, fue dejar libre a Fernandinho, quien confesó ser socio de las FARC con los que enviaba más de 30 toneladas mensuales de coca a Holanda y les traía de vuelta fusiles y municiones. Todo eso lo sabía el Chiribico chaparraluno, pero le importaba un pito ya que a los chiribicos no les interesa nada, a excepción de que les produzca réditos millonarios, como de hecho se los ha producido su amistad con la narcoguerrilla durante muchos, muchos años. Quien denunciara a Samper, era perseguido sin piedad por Gómez Méndez, nuestro Chiribico chaparraluno, hasta sus últimas consecuencias: la cárcel o la tumba. Este Chiribico era y sigue siendo supremamente peligroso.
Luego de que el Bojote Samper dejó la presidencia, para respiro de Colombia, llegó Andrés Pastrana. Pero el no fue una mejoría real ya que entregó más de medio país a las FARC donde esta guerrilla llevaba a sus secuestrados, comerciaba con droga, ejecutaba y torturaba miles de colombianos y otras bellezas que hacían que medio país –el controlado por la guerrilla- se convirtiera en un centro del hampa internacional donde venían bandidos de todos los rincones del mundo a comerciar drogas, armas y sexo. Por fortuna para las FARC, el Chiribico chaparraluno seguía de Fiscal y apoyando denodadamente a la subversión; tanto, que logró que Andrés Pastrana declarara: “(Las FARC) no son un grupo narcoguerrillero. Ellos son realmente una guerrilla y desean combatir las drogas”. Eso lo dijo Pastrana, aunque no me crean.
Cuando la banda de criminales de las FARC asesinaron a los Turbay Cote, Raúl Reyes salió ante los medios a decir, sonriendo cínicamente, que lo único que se sabía “es que están muertos”. El Chiribico chaparraluno intentó por todos los medios ocultar la autoría de las FARC en esta masacre, pero a la guerrilla poco le importaba ocultarlo: eran los amos del país en ese momento. Ellos sabían que con su amigo Chiribico controlando la Fiscalía, tendrían la impunidad necesaria, cosa que se cumplió. A quien sí le fue mal, fue al humilde taxista, Diego Gómez, quien fue testigo de los hechos. A Diego lo encontraron muerto en el baúl de su carro en el año 2001. Y el Chiribico, cagao de la risa.
Es que las FARC son la multinacional que más dinero tiene en el mundo. Algunos estudiosos aseguran que la guerrilla, gracias a sus negocios de narcotráfico, secuestro y trata de blancas, tienen mucho más dinero que Santodomingo, Ardila Lulle y Luis Carlos Sarmiento juntos. De público conocimiento es que el Chiribico no se arrima a cualquier palo…
La gestión en la Fiscalía de Gómez Méndez –el Chiribico chaparraluno- se caracterizó por ser una donde el narcotráfico se movía a sus anchas. Este fiscal recibió multimillonarios sobornos de los capos de Cali, y construyó una impresionante red de delitos e impunidad donde los generales de la Policía estaban implicados hasta el cogote pero, protegidos por Gómez Méndez, nos restregaron en la cara su impunidad.
El trato del Chiribico con Pastrana para ocultarle todas sus cochinadas, era que, además de que se patrocinara con dineros del Estado la campaña del narcocandidato Serpa a la presidencia, se le pasara a él una parte importante de los dineros mal habidos del pastranismo. Así, el Chiribico chaparraluno se hizo el de la vista gorda cuando el entonces ministro de Transporte de Pastrana le robó al país 26mil millones de pesos para indemnizar irregularmente a Dragacol. Es que el Chiribico no quería hacerlo tampoco porque era socio del papi de Mauricio, el cafetero Jorge Cárdenas, en una emisora de Chaparral que le entregaron en pago por sus oscuras gestiones. Además, el fiscal Chiribico tampoco ordenó investigar a Mauricio Cárdenas porque recibió otra muestra de gratitud de la familia: la hermana de Mauricio –Patricia- le fue entregada para que saciara sus apetitos amatorios. Eso lo denunció en su momento el periodista Vicente Peña, quien murió en extrañísimas circunstancias. ¡Ah, Chiribico vergajo…!
El Chiribico es célebre, como ya se habrán podido dar cuenta ustedes, por sus fechorías y encubrimientos a favor de la narcoguerrilla. Fue él quien utilizó su poder para dejar libres a los espías alemanes Werner y Micaela Mauss, amigos de Serpa y socios del ELN en negocios de secuestros. Horacio Serpa, con estrechísimos lazos con las guerrillas, en especial con el ELN, también ha sido un suertudo. Gómez Méndez, nuestro Chiribico chaparraluno le archivó el expediente que vinculaba a Serpa con el proceso 8.000.
El Chiribico tiene amigos tan apestosos como el cura jesuita Javier Giraldo, un sacerdote proguerrillero que ha sido acusado de mandar asesinar a quienes osen oponerse a él o denunciar sus fechorías. Dos humildes chocoanos fueron sus recientes víctimas. En la época de la Fiscalía bajo el mando de Chiribico, el cura Giraldo se la pasaba denunciando a sus opositores. Y el Chiribico, no bien recibía la denuncia, ordenaba inmediatamente la detención de los infelices que retaban el poder sacro de este cura siniestro. Al cura Giraldo le pillaron varias indagatorias de terroristas robadas a la Fiscalía. Pero no le pasó nada. Es que el Chiribico era muy poderoso. Y lo sigue siendo.
Otro gol del Chiribico, fue hacerse el loco con las varias denuncias contra Ernesto Samper por el asesinato de Álvaro Gómez Hurtado. ¡Pues claro..! ¡Cómo iba a investigar a Samper si éste era su jefe…! (Chiribico vergajo, ¿así y todo quieres convertirte en nuestro ministro de Justicia..? Ta culiiiimbo, mijo )
Gómez Méndez, el Chiribico chaparraluno, tiene nexos familiares con terroristas de las FARC, y cuando fue Fiscal General nombró guerrilleros en puestos importantes de la Fiscalía. Y les embolató procesos. Por ejemplo, por cosas de la vida, el Chiribico logró que su compadre, Raúl Rojas, saliera libre a pesar de que a éste último le tenían grabadas casi 2.000 horas de conversaciones sobre secuestros y atentados terroristas; también le sirvió esta estrecha amistad a Rojas para que su hija fuera nombrada por Gómez Méndez para trabajar en la Fiscalía general de la Nación.
Pero las andanzas del Chiribico chaparraluno, Gómez Méndez, con la guerrilla no se limitaron a su gestión en la Fiscalía. En su campaña a la Cámara de Representantes, su segundo renglón en la lista era Rafael Celis, otro guerrillero de las FARC; y quien les patrocinó la campaña fue Guillermo Alfonso Jaramillo, también miembro de las FARC quien desde la gobernación del Tolima les construyó carreteras a la guerrilla para facilitarles sus fechorías, les dio contratos, y otras cosas que me da pereza relacionar aquí
Además, el Chiribico chaparraluno fue defensor del mafioso Giorgio Sale, amigo de farras de los magistrados de la Corte.
También, Gómez Méndez perteneció a la UP, el brazo político de las FARC. En 2008 fue nombrado como vicepresidente de la Internacional Socialista, en reunión celebrada en Atenas, cargo en el que reemplazó a su amigote Horacio Serpa, el narcocandidato de las FARC y las guerrillas.
El Chiribico, antes de ser Fiscal, fue visitante asiduo de los Rodríguez Orejuela en La Picota. Y su hijito, Alfonso Gómez Lugo, es hijo digno. “Hijo de Chiribico nace torcido y no endereza su tallo”, reza más o menos el sabio refrán.
Y hay muchas cosas más en la narcohistoria del Chiribico chaparraluno. Pero solamente les diré por ahora que el tipo este es más peligroso que cachetada de enano. Es mejor caer emboscado por el mono Jojoy, que convertirse en blanco de este redomado pillo.
¿Por qué cuento todo esto…?
Porque el Chiribico chaparraluno, gracias a los buenos oficios del su amigote de pachanga y golf, el izquierdoso Enrique Santos –hermano de Juan Manuel Santos-, y del hijo de aquél, Alejandro Santos. Ambos están presionando desde El Tiempo y Semana para que nombren de ministro del interior –y futuro ministro de Justicia- a este señor. Enrique Santos tiene influencia sobre su hermano, el presidente electo. Y como es amigo de Gómez Méndez, y el Chiribico le ha tapado sus cositas, pues no le ve problema en presionar para lograr su objetivo.
Si Juan Manuel Santos mete en el gobierno a Gómez Méndez, nos lleva el que sabemos. Santos ya fue presionado para que nombrara en su gabinete a otro samperista, nada menos que a Juan Mesa, secretario privado del narcopresidente. También tiene en su comisión de empalme al exministro de Justicia de César Gaviria, Fernando Carrillo.
Carrillo, como ministro de Justicia, alcahueteó los exagerados lujos de Pablo Escobar en la Catedral, y guardó silencio cómplice por los asesinatos que el capo cometía dentro del supuesto penal, que en realidad era una cómoda mansión resguardada por la Fuerza Pública. Igualmente, Carrillo fue denunciado por los periodistas Juan Carlos Pastrana y Vicente Peña el robo de 4 millones de dólares en la construcción de “la cárcel” de La Catedral.
Fernando Carrillo, según el investigador Peña, era compañero sentimental de Isaac Lee. Esta relación homosexual no es en realidad interesante; pero sí lo es el hecho de que este Isaac Lee, quien le robó 15 millones de dólares a la revista Semana, salió fácilmente del país pese a estar denunciado por haber ordenado el asesinato del celador Luis Eduardo Fonseca, en el edificio donde cohabitaba a veces con su pareja, Fernando Carrillo. Carrillo, además, se casó con una sobrina de Serpa.
Una amiga gitana me enseñó un mantra para evitar que el Chiribico vuelva a sus fechorías con más poder que antes. Ella me dice que hay que repetir la siguiente frase toda esta semana antes de que Santos llegue de sus vacaciones. Ahí les dejó el poderoso mantra. Hay que repetirlo millones de veces mientras se aporrea la figura del Chiribico con un retrato de Alvaro Uribe:
“Ay, so jediondo Chiribico Chaparraluno: ¡Quieto animal de monte y agacha tu pico al suelo…!”
Pero, si no funciona este hechizo, no queda más remedio que dirigirnos a su excelencia el Doctor Juan Manuel. Doctor Santos: no nos vaya a salir con un chorro de babas. Mire que el Chiribico es más malo que Caín. ¿Sí, por favor…?
Junio 30 de 2010
Comentarios