FARC SIGUEN ASESINANDO MILITARES Y POLICÍAS BAJO EL DISFRAZ DE “DISIDENCIAS”

La gran prensa en Colombia seguirá recibiendo “mermelada” del gobierno y de FARC para continuar engañando a los colombianos, mientras que la “oposición”, seguirá pregonando en las redes sociales que hará reformitas a esos acuerdos impunes con los bandidos. Entretanto, nuestros héroes de la Patria seguirán siendo utilizados como despreciables desechos

FARC siguen asesinando militares y policías bajo el disfraz de “disidencias”

La gran prensa en Colombia seguirá recibiendo “mermelada” del gobierno y de FARC para continuar engañando a los colombianos, mientras que la “oposición”, seguirá pregonando en las redes sociales que hará reformitas a esos acuerdos impunes con los bandidos. Entretanto, nuestros héroes de la Patria seguirán siendo utilizados como despreciables desechos

Ricardo Puentes Melo

Por Ricardo Puentes Melo
Octubre 1 de 2017
@ricardopuentesm
ricardopuentes@periodismosinfronteras.com

El teniente Wilfredo Madrigales Gálvez y los patrulleros Carlos Márquez y Juan Narváez Cabrera salieron de la vereda de Monterredondo, en Miranda, Cauca, madrugaron a regresar a unos funcionarios y oenegeros que estaban realizando unas labores sociales con los guerrilleros de las FARC que supuestamente se desmovilizaron y que están concentrados en ese municipio, donde está ubicado un puesto de mando de la Unidad para la Edificación de la Paz, Unipep.

Pero, tan “desmovilizados” estarán los bandidos, que, cuando los policías estaban de regreso, justo en la vereda Caraqueño, jurisdicción del municipio de Miranda, Cauca, al suroeste del país, los terroristas de las FARC estaban esperando la patrulla con una carga explosiva que detonaron al paso del vehículo de la policía.

Policías asesinados vilmente por las FARC. Y dicen estar “desmovilizados”

El conductor del vehículo perdió el control y se fue loma abajo, donde los narcoterroristas los remataron a tiros de fusil, y luego procedieron a robarse las armas. En el argot de estos asesinos, cuando masacran militares y policías y les roban las armas, se llama “recuperar el armamento para el pueblo”.

Tuvieron la desfachatez de grabar un video donde se ve que los asesinos, riendo y celebrando el salvaje acto, saquean los cadáveres y salen huyendo del lugar. “Perdámonos, perdámonos de aquí”, dice uno de ellos.

Acá está el video de los bandidos. No es posible entender cómo el gobierno dice que “no han sido identificados” los asesinos. Si acá los vemos perfectamente.

 

¿Quién más sino los “desmovilizados” concentrados en Monterredondo sabrían el horario de regreso de los policías, y dispusieron del tiempo necesario para, cuando la patrulla estaba regresando, tenderles la emboscada?

Por supuesto, la Policía Nacional, aunque sabe que los asesinos son los mismos “desmovilizados”, solo pueden decir -por orden del gobierno de Santos- que son “disidencias”. Pero, como lo confirmó un alto oficial a este medio: “no es cierto que haya disidencias, esa es una mentira que nadie se cree. Son los mismos bandidos obedeciendo órdenes de Timochenko, Márquez, Catatumbo”.

Policías rematados a tiros de fusil, por los criminales que dicen estar “desmovilizados”

Para quien conozca lo suficiente de los procesos de paz en Colombia, esto es algo común. En todos los procesos anteriores con FARC (y con otros grupos de facinerosos, como el M19), los terroristas entran a un proceso de paz donde los cabecillas se “desmovilizan” y emprenden una nueva etapa en el proyecto comunista, desde la “legalidad”, y que no es otro que la toma del poder, combinando todas las formas de lucha. Entretanto, los mandos medios asumen los lugares vacíos, pero siguen bajo el mando y directriz del Partido Comunista. Las FARC han hecho esto en varias ocasiones, desde su mismo nacimiento, y como la fórmula les ha servido, la siguen implementando. Mientras hablan de paz, ordenan ejecuciones, tomas, asaltos, genocidios y, por supuesto, siguen controlando y lucrándose con sus rutas de narcotráfico.

El atentado de ayer es una muestra más de la engañifa de los terroristas y del gobierno cómplice, que obviamente participa del negocio.

La gran prensa en Colombia seguirá recibiendo “mermelada” del gobierno y de FARC para continuar engañando a los colombianos, mientras que la “oposición”, seguirá pregonando en las redes sociales que hará reformitas a esos acuerdos impunes con los bandidos.

Entretanto, nuestros héroes de la Patria seguirán siendo utilizados como despreciables desechos, colocados como polígono para que los criminales, en medio de jolgorios macabros, los sigan asesinando.

En este festín de depravados, donde los congresistas por quienes votamos protestan en Twitter pero no hacen nada en las sesiones del Congreso -donde deberían citar a los responsables-, sólo nos quedan dos cosas: Orar a Dios y votar por quien prometa hacer trizas esos malditos acuerdos.

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