¿J.M. SANTOS LE CUMPLIRÁ A NUESTRAS FUERZAS ARMADAS?
Las acusaciones contra Santos, de haberle dado la espalda a las tropas, fueron contundentemente desmentidas por Gustavo Muñoz
¿J.M. SANTOS LE CUMPLIRÁ A NUESTRAS FUERZAS ARMADAS?
Varios días antes de la fecha de votación, miles de colombianos veíamos con preocupación la indolencia de Juan Manuel Santos frente a la violación de los Derechos Humanos de nuestros soldados, víctimas de los narcotraficantes que se han apropiado de las Cortes y la Fiscalía colombianas
Por Ricardo Puentes Melo
Junio 5 de 2010
La paliza propinada por los colombianos en las urnas a las pretensiones chavista-cubanas en Colombia, fue monumental. El Mockus que en la mañana payaseaba frente a los medios de comunicación –todos a sus pies- haciendo maromas con el tarjetón y abusando de sus dotes histriónicas, salió por la noche a ofrecer un discurso retrechero a sus también apaleados prosélitos que inexplicablemente aplaudieron a rabiar su espantosa derrota.
A mí me dio lástima ver al profe Mockus hablar babosadas, como si se hubiera fumado uno de esos “varillos” que tanto le gustan, y sentí vergüenza ajena con el tambaleo del borrachín Lucho Garzón, quien estaba en plena juma violando la ley seca impuesta por el gobierno.
De nada valieron los estribillos hipnotizantes del lituano para embrujar a sus adeptos; fueron más los que pensaron y avizoraron el peligro inminente de la incursión de Chávez en Colombia si ganaba el profesor que pública e impúdicamente pregonó su admiración y respeto hacia el tirano venezolano. Menos mal.
Varios días antes de la fecha de votación, miles de colombianos veíamos con preocupación la indolencia de Juan Manuel Santos frente a la violación de los Derechos Humanos de nuestros soldados, víctimas de los narcotraficantes que se han apropiado de las Cortes y la Fiscalía colombianas.
Intentando aclarar la posición de Santos respecto a las Fuerzas Militares, contactamos a Gustavo Muñoz Roa, ex consejero de paz y ahora delegado nacional de la campaña “Santos Presidente” para los asuntos relacionados con las Fuerzas Militares y de Policía.
Aunque varios de los militares retirados estaban reticentes a todo lo que sonara a Santos, acudieron a la cita con Muñoz para escuchar las propuestas de la campaña. Y nos sorprendió gratamente a todos la claridad meridiana de Gustavo en la cuestión de las FF.MM..
El diálogo fue muy franco y abierto. Los militares pusieron sobre la mesa las injusticias a que han sido sometidos los soldados por parte de la Fiscalía y el abandono del que han sido objeto por parte de los altos mandos militares, del ministro de Defensa y del mismo presidente Uribe.
Muñoz, sin justificar al presidente ni a Santos como ministro, dejó ver que la célebre e injusta destitución de los 27 oficiales y suboficiales fue presionada por las ONG internacionales que tienen influencia en el gobierno de Estados Unidos y que lo estrujan para que frene las multimillonarias ayudas destinadas a Colombia.
En pocas palabras, parece ser que el gobierno colombiano fue chantajeado por U.S Aid para que destituyera a estos soldados que combatían el narcotráfico y el terrorismo, so pena de secar el chorro de dólares hacia el país, destinado a –oh, paradoja- financiar la protección de sindicalistas y dirigentes de izquierda.
Las acusaciones contra Santos, de haberle dado la espalda a las tropas, fueron contundentemente desmentidas por Gustavo Muñoz, quien citó las palabras del candidato en un reciente discurso donde aseguró que “lo que no pude hacer como ministro a favor de los militares, lo haré como presidente”, en un clarísimo mensaje que recuerda a los militares una “ley” de autoridad: “donde manda capitán, no manda marinero”; muy claro para todos.
Las buenas noticias para los militares, y para quienes admiramos y respaldamos a nuestro Ejército Nacional, son muchas. Gustavo Muñoz, en representación de Juan Manuel Santos, y como su vocero frente a las Fuerzas Militares (posiblemente, según dice él, futuro ministro de Defensa), se comprometió a lo siguiente:
-Restablecimiento del Fuero Militar pleno.
– Todos los delitos cometidos por cualquier militar será investigado y juzgado por la Justicia Penal Militar, con el agravante de que en cualquier caso hallado culpable, las penas se endurecerán radicalmente. Cualquier miembro de la fuerza pública que ose cometer un delito, se verá en serios problemas.
– A los oficiales encargados de ejercer la Justicia Penal Militar, se les aplicará un cernidero donde quedarán solamente aquellos comprometidos con la lealtad y el honor militar.
– Investigación concienzuda de las ONG en las se tenga evidencia de violación de Derechos Humanos y apoyo al narcoterrorismo.
– Creación de una ONG que contrate con el Estado para asegurar la defensa de los militares ante la justicia nacional y los entes internacionales.
– Muñoz propondrá el voto (no beligerante ni deliberativo) de los militares.
– Hospital Militar para los militares.
Gustavo Muñoz se mostró particularmente preocupado por el caso del coronel Plazas, infamemente acosado por una justicia que pareciera estar haciéndole mandados al narcotráfico. Es evidente que al coronel Plazas Vega lo quieren asesinar, y lamentablemente es mucho más indudable que este valiente militar que nos salvó de caer en las garras de la guerrilla del M-19 y del Cartel de Medellín, está hoy abandonado a su suerte. Nadie quiere escucharlo, ni el ministro Silva ni el presidente Uribe toman cartas en el asunto y miran hacia otro lado cuando la esposa del coronel toca a sus puertas con una entendible angustia de saber que su esposo está inexorablemente condenado a morir por orden del narcotráfico que hoy –hay que repetirlo- se apropió de la justicia, de la Fiscalía y que tiene el descaro de colocar candidatos presidenciales.
Que quede constancia de que Plazas Vega ha sido entregado a esos buitres como víctima expiatoria, en una chueca movida causada por la cobardía de ministros indolentes a quienes no les causa resquemor alguno que doña Thania Vega, la esposa del coronel héroe de esa jornada, llame a la puerta hasta de la propia casa del ministro, como si fuera una pordiosera mendigante de las migajas de una justicia que se ha ensañado con quien dedicó toda su vida a servir a Colombia y que hoy se encuentra tratado como el peor de los criminales, sometido a injurias, maltratos y torturas mientras que los asesinos de los magistrados del Palacio de Justicia son candidatos a la presidencia, gobernadores o –qué ironía- fungen como asesores de la presidencia en temas de Derechos Humanos.
Colombia está en deuda con el coronel Plazas Vega. Ojalá que Juan Manuel Santos cumpla su palabra y tome cartas en el asunto… ¡Ojalá! Y ojalá que Gustavo Muñoz sea designado, como él mismo quiere, ministro de Defensa; él ha hecho en pocos días lo que no le place hacer al titular: comprometerse con los verdaderos héroes de Colombia.
Junio 05 de 2010
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