JUAN CAMILO RESTREPO, CANDIDATO DE LAS FARC
El acuerdo entre las FARC y el gobierno de Pastrana incluye el exterminio del ejército mediante la “depuración” de los altos mandos militares, y la conformación de un “nuevo ejército patriótico” integrado por militares afines e insurgentes desmovilizados. Al menos la mitad de las guarniciones militares deberían estar comandadas por los jefes de las FARC
Juan Camilo Restrepo, candidato presidencial de las FARC
El documento en cuestión consta de 15 puntos en los cuales “Tirofijo”, “Alfonso Cano” y “Raúl Reyes” dicen estar decididos a movilizar todos sus recursos y hombres para apoyar la candidatura presidencial de Juan Camilo Restrepo, en caso de que Fabio Valencia Cossio no aceptara tan discutido honor
Por Ricardo Puentes Melo
Agosto 27 de 2012
Siempre he sabido que Juan Camilo Restrepo es una ficha que juega en la política colombiana como si la mano negra de las FARC moviera a su antojo a este personaje desdichado que tiene como su objetivo en este gobierno despojar de sus tierras a campesinos y empresarios para repartir lo expropiado entre guerrilleros encubiertos y falsos desplazados azuzados, usados y reusados por las guerrillas farcoelenas para que se apropien de tierras ajenas y sirvan de testaferros de sus malévolos intereses.
Juan Camilo Restrepo es capaz de inflarse de orgullo cuando ordena a los cuatro vientos que expropien Las Pavas, o cualquier otra finca, a cualquier costo, mientras descarga puñetazos de ira descontrolada cuando sus planes se retardan o son ventilados en la prensa libre de este país. Para tales planes de controlar este mundo colombiano, muy al estilo de los villanos de tiras cómicas, no ha dudado en contratar en el ministerio a guerrilleros y terroristas de extensos prontuarios criminales (incluso sin que tales se hayan indultado o amnistiado) que atacan a labriegos indefensos con la ayuda cínica y despiadada de ciertos oficiales de la Policía que, me atrevo a asegurarlo, cumplen su oficio de sátrapas sobornados con dineros procedentes del delito.
De esas cosas hablaremos en futuros artículos.
Pero de una cosa sí hablaremos hoy: Juan Camilo Restrepo, el actual ministro de Agricultura de este malgobierno de Santos, fue postulado por las FARC para ser su candidato presidencial.
Resulta que durante el gobierno caguanero de Andrés Pastrana, los terroristas realizaron una “Carta de Intención entre las FARC-EP y el Gobierno Nacional”, una especie de “pacto de Ralito” para refundar el Estado, pero sin que ninguno de los allí mencionados haya sido siquiera investigado (al contrario del acuerdo paramilitar que tiene en la cárcel a decenas de personalidades).
El documento en cuestión consta de 15 puntos en los cuales “Tirofijo”, “Alfonso Cano” y “Raúl Reyes” dicen estar decididos a movilizar todos sus recursos y hombres para apoyar la candidatura presidencial de Juan Camilo Restrepo, en caso de que Fabio Valencia Cossio no aceptara tan discutido honor.
Este valioso documento no es nuevo. Fue revelado por la revista de Pedro Juan Moreno (periodista asesinado por denunciar la corrupción) en el 2007, pero ninguna autoridad judicial ni de investigación hizo absolutamente nada, como sí lo hicieron –ya lo dijimos- cuando se conoció un documento similar de los paramilitares.
En este documento de las FARC, los terroristas insisten en la necesidad de prolongar el periodo presidencial de Andrés Pastrana durante dos años más, y de nombrar como su sucesor a Fabio Valencia Cossio o Juan Camilo Restrepo:
“PUNTO 2: Se buscará que su sucesor (el de Pastrana) sea un miembro de la Gran Alianza por el Cambio que garantice fielmente la continuidad del proceso de paz iniciado en 1998. Para efectos prácticos, las FARC-EP se comprometerán a movilizar a la población bajo su dominio, con el fin de apoyar una candidatura de los señores Fabio Valencia Cossio o JUAN CAMILO RESTREPO SALAZAR.”
“PUNTO 4: El punto 1 (la ampliación del gobierno de Pastrana) se materializará a través de una Asamblea Nacional Constituyente autorizada por el Congreso de la República en la que es mayoría de la Gran Alianza por el Cambio. Esta Asamblea producirá una Nueva Constitución Nacional basada plenamente en los resultados de las negociaciones a que se refiere el PUNTO 2 y su objetivo sería la refundación del Estado Colombiano”
Se dice en el documento que tal Constituyente no debería ser elegida popularmente ni su texto sometido a referendo,
sino manejada totalmente por el Congreso pastranista para que “no se frustren las expectativas de paz que animan al pueblo colombiano”.
Igualmente, el acuerdo entre las FARC y el gobierno de Pastrana incluye el exterminio del ejército mediante la “depuración” de los altos mandos militares, y la conformación de un “nuevo ejército patriótico” integrado por militares afines e insurgentes desmovilizados. Se acuerda también que al menos la mitad de las guarniciones militares deberían estar comandadas por los jefes de las FARC.
El acuerdo incluye, obviamente, un diálogo entre FARC y gobierno tendiente al perdón e indulto de los crímenes de lesa humanidad de la guerrilla, y también un lavado de dineros procedentes de narcotráfico y secuestro que hacen parte -tiempos ha- de los activos e inversiones en las grandes empresas del país.
Finalmente, aclaran que las FARC no entregarán jamás las armas pero que “respetarán los derechos humanos y moderarán su influencia sobre las organizaciones políticas en otros países del área andina”.
Ese es el plan macabro que las FARC y sus cómplices están desarrollando en la actualidad. Si bien no lograron concretarlo durante el gobierno de Pastrana, gracias a la avasalladora campaña del entonces candidato Álvaro Uribe Vélez, hoy sigue vigente en la agenda terrorista gracias a los buenos oficios de Juan Manuel Santos, precursor del Caguán y ministro de Pastrana.
Juan Camilo Restrepo sigue, sin duda alguna, formando parte de las aspiraciones terroristas de convertirlo en presidente. No por nada está haciendo un excelente trabajo desde su cartera destrozando el campo colombiano, persiguiendo a campesinos honrados, y loteando predios robados a sus legítimos dueños para ser escriturados a bandidos terroristas o sus compinches rateros que pasan como desplazados cuando no son más que rufianes trashumantes, parásitos engordados con nuestros impuestos para que hagan la tarea a la subversión.
¿Y saben quiénes apoyarían la candidatura de Juan Camilo Restrepo por las FARC en ese año? Pues nada más y nada menos que las mismas ONG que hoy aplauden su gestión contra el agro colombiano.
Todo está escrito desde hace años. Y seguramente este gobierno proguerrillero se saldrá con la suya.
Alístense todos, porque Juan Camilo Restrepo puede cumplir los deseos de Tirofijo, Cano y Reyes, que deben estar moviendo todas sus influencias desde el mismo infierno.
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