NO HAY CAUSA PERDIDA

No hay causa perdida

Por Rafael Gómez Martínez

Octubre 22 de 2012

Durante el pasado fin de semana, lluvioso y frío, solamente existían dos opciones: ir a cine y leer un buen libro. Hice las dos. Fui a cine y me leí un libro. No hay causa perdida.

Cuando se termina de leer la bibliografía del ex presidente Álvaro Uribe Vélez se entienden muchas cosas. Así, como no se entiende el porqué con JMS estamos negociando lo que no se debe negociar.

A Uribe le tocó bien duro. En medio de un alambre de púas y un campo minado. Cuántos atentados contra su vida. Cuántas veces puso en peligro su vida por su país.

Y, una vez en la Presidencia, todas sus acciones por un país que estaba entregado a la guerrilla de las Farc, el Eln y demás grupos insurgentes.

Por eso es que no se entiende para qué se tiene que viajar más de 19.000 kilómetros a Oslo, como bien preguntó Dora Glottman en Blu Radio.

Personalmente, me gustó más la primera parte que la segunda. Porque en la primera parte hay detalles que yo desconocía. Las circunstancias que rodearon la muerte, asesinato, de su señor padre a manos de las Farc. Su campaña para el Senado desde una cabina telefónica en la U de Harvard. La historia del farol de rodillas.

Álvaro Gómez Hurtado comentaba que para llegar a ser un gran líder hay que ser sencillo y mostrar cierta dosis de humildad. Pero, por sobre todas las cosas, seguridad en sus argumentos. Pero, más que eso: coherencia entre lo que se siente, se piensa y se dice. A los dos Álvaros les sobraron estas cualidades. Cualidades que a JMS le hacen faltan, sin duda alguna.

Recuerdo, con gran emoción, por ejemplo, el día en que AUV salió a la Plaza de Bolívar en medio de una manifestación estudiantil y cómo al final salió airoso. Dominando al toro. ¡Quédese quieto, Álvaro! En cambio JMS le huye a la confrontación directa. Como el día de los estudiantes.

Con Álvaro Uribe Vélez pasa, lo que pasaba con Álvaro Gómez Hurtado. Que por momentos usted siente un desencanto, que ya debería retirarse. Pero eso es precisamente lo que desean sus contendores. En cambio, con JMS el desencanto fue desde el primer día.

Después de leer con atención No hay causa perdida, me quedó claro que en resumidas cuentas, sumerce: Álvaro Uribe tiene todo lo que le hace falta a JMS.

Puntilla. Voladuras de torres eléctricas. ‎2 civiles muertos y 11 heridos en atentado de las Farc en Arauca. Un niño muerto. En ataque al Ejército murió un campesino de Tame y su hijo de 3 años. Extorsiones en Bogotá. Pero vivamos a todo dar el orgasmo de la paz. Lo bueno del paro en la justicia, en minúscula, es que no se nota porque la justicia en Colombia no funciona.