PETRO, M-19, URIBE, SANTOS Y LOS ARCHIVOS DE INTELIGENCIA DESTRUIDOS

Por Ricardo Puentes Melo
Mayo 22 de 2021
@ricardopuentesm
ricardopuentes@periodismosinfronteras.com

-José Obdulio -le dije una vez al primo de Pablo- ¿cómo es posible que ni exista ni una foto tuya con Pablo, siendo primos hermanos, ni una de Uribe con sus primos los Ochoa Vásquez, a quienes visitaba muchísimas veces, ni de Uribe con Pablo? En una sociedad como la antioqueña, donde todos se conocen con todos y en una época donde el narcotráfico se veía como una especie de contrabando, algo normal; exótico pero normal, ¿por qué no hay fotos?

-Yo -contestó José Obdulio- nunca conocí a Pablo porque mi mamá los veía a ellos como de menor categoría, como la rama pobre de la familia y llena de gente rara. El tema de Uribe es que, aunque es cierto lo que dices, que todo el mundo conocía a Pablo, es que Uribe siempre tuvo claro que sería presidente de Colombia, y que eso lo iba a afectar. Por eso jamás se acercó a Pablo.

Ya hoy sabemos que mintió en que ni él ni Uribe conocieron a Pablo. Pero de ahí, luego de ver cómo el viejo Ochoa siempre decía que “ese muchacho tiene que ser presidente”, refiriéndose a su familiar, Uribe, puede inferirse que la mafia tuvo el propósito de colocar a Uribe en la presidencia y, por ello, se cuidaron mucho de destruir cualquier evidencia que los relacionara. No tuvieron éxito total, por supuesto.

Así sucedió con muchos nazis que huyeron de la Alemania de la posguerra (como huyeron los padres de Vera Grabe), y así sucede con sectas y organizaciones criminales de todo tipo. Pero no hay crimen perfecto.

De conocimiento público es que el asalto al Palacio de Justicia tuvo como una de sus finalidades la destrucción de los expedientes de los narcotraficantes, principalmente los relacionados al Cartel de Medellín, y muchas de las fuentes de inteligencia consultadas, siempre han nombrado a Álvaro Uribe Vélez como beneficiado de esa operación terrorista. Eso sería entendible y consecuente con el afán de Uribe, siendo senador, de re-indultar a los narcoterroristas del M19 luego de que una valiente juez los llamara a juicio -después del indulto de Barco- durante el gobierno de Gaviria, para que respondieran por los crímenes de lesa humanidad. Y eso explicaría también por qué Uribe, especialmente en su primera presidencia, se rodeó de los cabecillas del M19 más sanguinarios, nombrándolos en diferentes e influyentes cargos del Estado.

Durante las presidencias de Gaviria, Uribe y Santos, especialmente, muchos de los archivos correspondientes al M19 fueron incinerados, destruidos, por orden presidencial y gracias a las presiones de los congresistas Gustavo Petro y Antonio Navarro Wolf, bandidos del M19.

Pero, como dije antes. No hay crimen perfecto, y siempre quedan evidencias.

Un oficial de inteligencia, hace algunos años, me entregó varios documentos y folios correspondientes a la información que el B2 tenía de esos bandidos. Y mucho material del DAS que Uribe y Santos destruyeron cuando decidieron acabar con ese organismo que, entre otras cosas, tenía mucha información de ellos mismos.

Tengo, por ejemplo, material oficial que habla del indulto a Petro quien, creyendo que ese material no existe, insiste en que él no fue indultado porque, precisamente, jamás cometió un delito.

Lamento decirle al bandido indultado que tengo las pruebas documentales y oficiales de que miente.

Y tengo más: Gustavo Petro, alias “Andrés”, tuvo que ver en el asesinato del líder sindical José Raquel Mercado más de lo que él y sus compinches admiten.

Como también tuvieron que ver varios intelectuales y “periodistas honorables”, entre los cuales se encuentra la poderosa familia Santos

Lo veremos en el siguiente artículo.