LUIS ALFREDO RAMOS Y EL DECORO DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
Es vulgarmente claro que la acción contra Luis Alfredo Ramos fue una decisión política, no jurídica, y los magistrados no tuvieron empacho en ocultarlo. Allá lo dijeron: “Si Ramos está tan emocionado con la campaña, le vamos a acabar esa emoción..”
Luis Alfredo Ramos y el decoro de la Corte Suprema de Justicia
Eso no es todo. Barceló es amigo del alma del cura jesuita Javier Giraldo y fiel servidor de la ONG Justicia y Paz, órgano defensor de guerrilleros y hampones de toda calaña
Por Ricardo Puentes Melo
Septiembre 09 de 2013
Cuando pensábamos que la Corte Suprema de Justicia tenía mayorías decentes, magistrados alejados de mafiosos y jueces insobornables que no dejaban que ideología política los tentara a la hora de emitir fallos y juicios, volvemos a decepcionarnos. La orden de captura contra el precandidato presidencial por el uribismo, Luis Alfredo Ramos, nos vuelve a alertar sobre la realidad.
Nos contaron quiénes están detrás de esta infamia. Y nos dijeron que los fantasmas de la corrupción de lo que antes se llamaba “la majestad de la justicia”, han vuelto a renacer con redoblada furia, contraatacando los pequeños vestigios del uribismo que se atrevió a desenmascarar las lujuriosas cochinadas de las altas Cortes.
Nuestras fuentes nos aseguran que quien firma la orden de arresto contra Luis Alfredo Ramos es nada menos que José Luis Barceló Camacho, quien antes era magistrado auxiliar y reemplazó a Jorge Luis Quintero Milanés, un magistrado íntimo amigo del criminal Giorgio Sale, y quien junto a otro célebre narcomagistrado, Yesid Ramírez, fue receptor de los regalos del narcotraficante Giorgio y quien, también junto a Ramírez, firmó el libro de “visitantes ilustres” de la Enoteca (de propiedad de Mancuso) y dejó servilleticas llenas de amorosos mensajes para el hampón Salvatore.
De Jorge Quintero Milanés, padrino de Barceló, también sabemos que odia con toda su alma al general Rito Alejo del Río y que su esposa trabaja con la Fiscalía General de la Nación, gran inquisidora del Ejército Nacional. Siempre juró sobre la Biblia que fue víctima de las chuzadas del DAS (chuzadas que jamás aparecieron), y se opuso con descaro a la extradición de David Murcia Guzmán. Llevó numerosos procesos por “parapolítica” y tomó decisiones contra Mario Uribe, primo del presidente Álvaro Uribe, a quien también detesta con alma, vida y sombrero.
Bueno… Pues quien reemplazó a don Jorge Quintero Milanés, es quien firmó la orden de captura contra Luis Alfredo Ramos: José Luis Barceló
Camacho.
Barceló Camacho es egresado de la facultad de Derecho de la Universidad Militar Nueva Granada, infiltrada en su cúpula por guerrilleros y alcahuetas de guerrilleros. Se empezó a hacer famoso cuando hizo cesar procedimientos contra alias “Alfonso Cano”, comandante de las FARC, por los delitos de homicidio agravado, tentativa de homicidio agravado y terrorismo, aduciendo que el pobre hombre ya estaba muerto. Es más, lo absolvió “post mortem” por el delito de rebelión, tal vez con la íntima esperanza de que tal maniobra fuera una especie paz y salvo judicial para su camino hacia el averno.
Eso no es todo. Barceló es amigo del alma del cura jesuita Javier Giraldo y fiel servidor de la ONG Justicia y Paz, órgano defensor de guerrilleros y hampones de toda calaña. Es de público conocimiento que, cuando había un proceso donde estuviera vinculado un terrorista de las FARC defendido por los abogados la ONG Justicia y Paz (que debía ser procesado en Riosucio, Chocó), esta ONG decía que no había garantías allí y que tal o cual proceso debía ser trasladado fuera de Riosucio. Entonces, interponían recurso ante la Corte Suprema de Justicia.
Y viene lo interesante: Quien firmaba los traslados fuera de Riosucio era el magistrado Barceló. Otra treta era demorar esos traslados para presionar el vencimiento de términos con el fin de lograr que los terroristas quedaban libres.
Es vulgarmente claro que la acción contra Luis Alfredo Ramos fue una decisión política, no jurídica, y los magistrados no tuvieron empacho en ocultarlo. Allá lo dijeron: “Si Ramos está tan emocionado con la campaña, le vamos a acabar esa emoción..”
Las noticias no son buenas para Ramos. A él lo procesan bajo Ley 600; esto significa que, bajo esta ella la Corte Suprema de Justicia tiene la facultad para decidir si detiene a alguien o no para el llamado a indagatoria. Esto es una potestad interna inventada por la Corte Suprema que va en contravía de la Constitución, pero como la Corte es omnipotente y nadie se atreve a demandar esa norma, los magistrados aprovechan su todapoderosa facultad. Así que deciden llamar a indagatoria a Ramos, con orden de captura incluida.
No hay ningún antecedente de que alguien llamado a indagatoria por la Corte Suprema de Justicia, por cargos de parapolítica, sea dejado libre después. Y esto se debe a que en la Ley 600 el tipo de delito o la peligrosidad del indagado hace que por gravedad de uno u otro factor, la Corte, esgrimiendo la norma mencionada, niegue la libertad de quien caiga en sus garras.
Por eso, si la Corte Suprema dejara libre a Luis Alfredo Ramos después de ordenar su captura para indagarlo, se acarrearía un denuncio por captura ilegal. Como ordenaron capturarlo aduciendo la alta peligrosidad de la persona y/o el delito, indagarlo y soltarlo significaría reconocer que no tenían ninguna de las dos causales para arrestarlo. Sería reconocer que ellos, los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, cometieron un prevaricato.
He ahí la razón por la cual ningún caso de parapolitica ha terminado bien para el procesado. Sin temor a exagerar podemos decir que la inmensa mayoría de los casos de parapolítica han tenido su génesis en intereses mafiosos de los jueces o presiones ideológicas de hampones en altos cargos del Estado.
La Corte Suprema no ha pasado su momento oscuro ni ha salido de los tenebrosos alcances de suciedad y corrupción que instauraron Yesid Ramírez, Iván Velásquez y todos los que jamás han dejado de ser amigos de mafiosos. Su fetidez solo se compara con la que existe en la Fiscalía General de la Nación.
Les doy algunas cifras.
¿Saben cuántas veces el cura Giraldo interpuso recursos para traslado de expedientes..? CINCO…!
¿Saben cuántas veces estas solicitudes le cayeron a Barceló…? CINCO…!
¿Saben cuántos traslados aprobó Barceló..? CINCO..!
Para que no haya dudas de que todo esto no es más que una persecución contra todo lo que huela a Uribe.
Y para que no haya dudas del decoro del doctor Barceló Camacho
@ricardopuentesm
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