SIGUEN AMENAZANDO A FAMILIARES DE TESTIGO SUPLANTADO EN CASO PLAZAS VEGA
El cabo Villamizar anda escondiéndose de la persecución infame de la Fiscalía, y su hijo, hermanas y sobrinos estarán desde hoy en la mira, como objetivos de guerra de este ente que tiene en la cárcel a quienes rescataron al país de la mafia narcoguerrillera; esa misma mafia a la que tan buenos oficios brindó la Fiscal Vivián Morales y su compañero sentimental
Siguen amenazando a familiares de testigo suplantado en Caso Plazas Vega
Espeluznante. La Fiscalía General de la Nación, que debería defender a los ciudadanos, no solo se ha convertido en una entidad experta en pagar testigos falsos, en fabricar pruebas, ocultar cadáveres de supuestos “desaparecidos”, y suplantar testigos impunemente. Ahora también parece que actúa como una banda de sicarios
Por Ricardo Puentes Melo
Octubre 17 de 2011
En una verdadera pesadilla se ha convertido la vida del cabo retirado del ejército Edgar Villamizar Espinel. Miembros de la Fiscalía lo acosan desde que se presentó a contarle a la Procuraduría General de la Nación que fue suplantado en un testimonio que supuestamente rindió en las caballerizas de la Escuela de Caballería ante la entonces Fiscal Ángela María Buitrago, el representante del ministerio público Henry Bustos Alba, el investigador Efrén González, el Fiscal Auxiliar José Darío Cediel Serrano, y el investigador Pablo E. Vásquez H. Todos, en mi humilde opinión, cómplices en tal suplantación.
Lo que dijo el cabo Villamizar a Periodismosinfronteras.com antes de presentarse ante la Procuraduría fue: “Una vez que yo hable, la Fiscalía General de la Nación me va asesinar”. Y vaya si estaba diciendo la verdad.
Desde ese día, le han enviado sufragios a su hijo, le enviaron amenazas a él, lo llevaron engañado a un lugar donde la Fiscal delegada ante la Corte Suprema de Justicia Norma Angélica Lozano Suárez y otras personas del CTI estaban más interesadas en convertir a Villamizar de acusador a acusado. Y todo con la preocupante complicidad y participación de la Oficina de Derechos Humanos del Ministerio del Interior. (Ver: https://www.periodismosinfronteras.org/amenazan-a-testigo-suplantado-en-caso-de-plazas-vega.html)
A raíz de esta encerrona, unida a amenazas de todo tipo, el cabo Villamizar volvió a ocultarse.
Pero los sabuesos de la Fiscalía están empeñados en encontrarlo. Han ido a los sitios donde antes vivía Villamizar, a sus antiguos lugares de empleo.. Han visitado a sus amigos, y a todos les han dicho que Edgar Villamizar es un delincuente de la peor calaña, sumamente peligroso y que necesitan encontrarlo para que no haga más daño a la sociedad. ¡Qué descaro..!
¿Por qué presumimos que la persecución viene de la Fiscalía…? Sencillo: porque es el único organismo que está interesado en vengarse de Edgar Villamizar Espinel. !Y el mismo cabo lo advirtió a tiempo…!
Así que la Fiscalía hizo otro montaje anunciando a los medios que Villamizar se presentaría a testificar en el caso del Coronel Sánchez, también del Palacio de Justicia, pero callaron a la prensa que jamás notificaron al cabo retirado. Éste no tenía idea del asunto hasta el mismo día de la diligencia. Y, de todas formas, ¿cómo iba a asistir con la Fiscalía encima muriéndose de ganas de freirlo vivo?
El asunto es que de alguna manera la Fiscalía se enteró de que el cabo Villamizar aprecia a su familia más que a nada.. Así que decidió hostigarla con llamadas y visitas… Y con algo más..
Este viernes 14 de octubre pasado, la hermana del cabo Villamizar puso en conocimiento de las autoridades que unos hombres fuertemente armados la agredieron violentamente, la intimidaron con armas de fuego y la amenazaron con matar a toda la familia si no les informa dónde se encuentra Edgar Villamizar. Le dijeron a la hermana “Dígale a ese sapo hijueputa que aparezca o jodemos a toda su familia.. Sabemos dónde viven todos y cuántos hijos tienen”.
Espeluznante. La Fiscalía General de la Nación, que debería defender a los ciudadanos, no solo se ha convertido en una entidad experta en pagar testigos falsos, en fabricar pruebas, ocultar cadáveres de supuestos “desaparecidos”, y suplantar testigos impunemente. Ahora también parece que actúa como una banda de sicarios.
Y ni el presidente Santos, ni el vicepresidente Garzón, ni el ministro Vargas Lleras, ni la Fiscal Vivián Morales dicen nada al respecto. Al contrario, le abren las puertas de sus despachos a la ex fiscal Ángela María Buitrago como si se tratara de una personalidad digna de eso.
Entretanto, el coronel Plazas sigue detenido sin una sola prueba en su contra; el cabo Villamizar anda escondiéndose de la persecución infame de la Fiscalía, y su hijo, hermanas y sobrinos estarán desde hoy en la mira, como objetivos de guerra de este ente que tiene en la cárcel a quienes rescataron al país de la mafia narcoguerrillera; esa misma mafia a la que tan buenos oficios brindó la Fiscal Vivián Morales y su compañero sentimental, Carlos Alonso Lucio, miembro del grupo de asesinos que asaltaron el Palacio de Justicia.
Las vidas del cabo Edgar Villamizar, de su hijo y demás familia, están hoy en peligro. Responsabilizamos a este gobierno, a la Fiscal y al ministro Vargas Lleras, de lo que pueda sucederles.
Nota: ¿Dónde están los buenos miembros de la Fiscalía general de la Nación? ¿Por qué permiten que unos cuantos desacrediten a esa entidad?
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