EL INDULTO A PETRO, UN ENGAÑO A COLOMBIA
La verdadera intención del M-19 cuando, ya derrotado militarmente, decidió en complicidad con Gaviria, dejar la lucha armada, no era la paz sino el asumir otra forma de lucha para llegar al poder y aniquilar nuestro ejército
El indulto a Petro: un engaño a Colombia
La orden de captura contra Petro, Eduardo Chávez López y Carlos Augusto Erazo Murcia, involucrados todos en el ajusticiamiento de varios policías (entre otros numerosos casos), fue cancelada mediante sentencia judicial del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, el 9 de marzo de 1990.
Por Ricardo Puentes Melo
Octubre 28 de 2011
Hace poco un amigo me preguntó por qué razón yo estaba en contra de los diálogos de “paz” con los guerrilleros, y de la incursión de estos en la vida política del país.
Le contesté de la misma manera en que lo he dicho: Porque no creo en la buena voluntad de los terroristas. No creo que quieran hacer la paz y no creo que cuando entregan las armas a cambio de dinero y juego político, estén mostrando arrepentimiento de sus crímenes.
El comunismo ha utilizado el indulto y la amnistía como otra forma de lucha, otra via para lograr el poder para su ideología, otra forma de engañar al pueblo que generosamente les tiende la mano a los terroristas para que -¡vaya idiotez!- los hampones logren resocializarse en la comunidad a la que sometieron a sus vejámenes.
Petro, como los otros bandidos matarifes del M-19 (hoy diseminados en el Polo Democrático, en los Progresistas, en el Partido Verde, en la Fiscalía, en órganos de inteligencia, etc) fue indultado por crímenes atroces, en virtud de la complicidad de numerosos políticos afines a su ideología, como César Gaviria Trujillo.
Aunque Petro fue puesto preso por porte ilegal de armas, y cumplió su condena por este crimen, por los delitos de Secuestro, Homicidio, Rebelión, Tentativa de Homicidio y Falsedad, fue indultado. Increíble… nada menos que por delitos de lesa humanidad.
En fin… La orden de captura contra Petro, Eduardo Chávez López y Carlos Augusto Erazo Murcia, involucrados todos en el ajusticiamiento de varios policías (entre otros numerosos casos), fue cancelada mediante sentencia judicial del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, el 9 de marzo de 1990.
¿Creen ustedes que Gustavo Petro se arrepintió alguna vez de su actividad criminal contra colombianos inermes..? No… Nunca se arrepintió.
Casi un año después del indulto, este terrorista siguió reuniéndose con sus compañeros de armas y de ideología. Una de esas reuniones sucedió en Funza, donde los bandidos estaban diseñando los Estatutos y el perfil ideológico del nuevo partido AD-M19. En dicha reunión se hizo bastante énfasis en que la entrega de las armas (a la Internacional Socialista, para más datos) no era sinónimo de abandonar la lucha, sino que era, por el contrario, una manera de reafirmar la posición revolucionaria para encaminarse a la definitiva toma del poder.
Pocos meses antes, y a pesar de que ya estaban en conversaciones de paz “serias” con el gobierno, los bandidos se habían reunido en la Vereda Santo Domingo, de Toribio, Cauca. En los 7 días de esta convención de pillos, se dictaron cursos a nuevos adeptos al movimiento guerrillero. Los temas era: Instrucción política y militar, emboscadas, lanzamiento de granadas, etc.
Y adivinen quiénes eran los instructores de las dichosas materias..!
Pues nada menos que Carlos Pizarro Leongómez, Germán Rojas Niño, Jesús Arjaid Artunduaga, NN (alias ¨Gloria”, una guerrillera de la ETA), René Guarín, el secuestrador socio y cómplice del Colectivo Alvear Restrepo en el montaje de las pruebas contra los militares del palacio de Justicia, con los saludos y bendiciones a toda la guerrillerada, de nuestro conocido de autos, Petro.
En septiembre de 1989, ya pasados varios meses de firmar acuerdos de paz con el gobierno, en la misma finca Santo Domingo, en Toribio, se reunieron casi todos los de la plana mayor del M-19, y declararon que “La desmovilización del M-19 no será total, ya que deben quedar reductos a cargo de las finanzas para la subsistencia del M-19”
Es decir, queridos amigos, que el M-19 le estaba haciendo “conejo” al país. De hecho, se lo hizo con total éxito.
En esa misma reunión, a la que asistieron René Guarín, Gustavo Petro, Pizarro, Adriana Velásquez (la hermana del coronel en retiro del ejército Orlando Velásquez, amigo de Gloria Cuartas y principal acusador del general Rito Alejo del Rio), Antonio Navarro Wolf declaró como una sentencia: “Las armas que tiene el ejército, son del M-19”.
Significa eso, que la verdadera intención del M-19 cuando, ya derrotado militarmente, decidió en complicidad con Gaviria, dejar la lucha armada, no era la paz sino el asumir otra forma de lucha para llegar al poder y aniquilar nuestro ejército.
De allí que podemos entender que detrás de los montajes contra nuestros soldados siempre han estado involucrados miembros del M-19, ya sea mediante sus abogados del Colectivo Alvear Restrepo, o a través de sus aliados políticos, o desde el mismo corazón de la Fiscalía General de la Nación.
Por eso también podemos comprender la amistad estrecha de Gustavo Petro con Hugo Chávez, quien se inspiró en el M-19 para fundar en secreto, junto a dos militares comunistas, su movimiento. Para quienes no lo recuerden, cuando Chávez intentó el golpe de Estado contra Carlos Andrés Pérez, asesinando a más de 500 personas, Petro lo recibió en su casa, lo escondió y facilitó su huida hacia Ecuador y Perú donde lo refugiaron guerrilleros de esos países, hasta la captura del hoy presidente de Venezuela. El propósito de Petro es igual al de su amigo Hugo Chávez. Eso, ni dudarlo.
Es escalofriante lo que dijeron ese septiembre del 89. Ellos nunca han dejado de emboscar la institucionalidad y nada de extraño que con las millonadas que les pagaron en esas conversaciones de paz –de nuestros bolsillos- ellos hayan seguido delinquiendo y financiando la desestabilización del país y los numerosos ataques jurídicos a nuestros militares.
Ahora, con la noticia que comprobaremos después de estas elecciones, de que el Colectivo Alvear Restrepo financió la campaña de Gustavo Petro a la Alcaldía, tenemos los hilos completos de esta urdimbre de sinvergüenzas. Porque no hay que olvidar que varios miembros del Colectivo, como Rafael Barrios Mendivil –por citar uno- han sido las fichas, los abogados de Gustavo Petro y otros bandidos del M-19.
Yo tengo la plena convicción de que Petro sigue siendo bandido, ya que su arrepentimiento jamás fue sincero ni pagó nunca cárcel, ni reparó a sus víctimas. Un indulto creíble hubiera sido que a estos terroristas les hubieran dado un azadón y una pala, y haberlos puesto a cultivar la tierra para que sufrieran en carne propia los rigores a que son sometidos nuestros campesinos colombianos, esos que su banda terrorista extorsionó, asesinó y secuestró. Pero jamás podré estar de acuerdo en que a los terroristas se les deba premiar colocándolos como gobernantes del pueblo al que masacraron con indolencia.
Hay que seguir hurgando en la memoria de este sufrido país, porque los colombianos pareciera que no tuvieran memoria, o que les hubieran practicado la lobotomía.
Porque no hay otra explicación de que Gustavo Petro diga con todo desparpajo que lucha por una “Bogotá Humana Ya”, cuando precisamente la inhumanidad de este bellaco es la que ha causado la mayoría de los grandes males de Colombia.
Debido a que los colombianos desprecian absolutamente su historia y que por esa razón siempre caen en los mismos errores del pasado, es que fue posible que a Petro le concedieran un premio a la defensa de los Derechos Humanos. Sí…! Un asesino, un secuestrador, un terrorista premiado por defender los Derechos Humanos..!
Y ahora, como cereza del ponqué, le entregarán la Alcaldía de Bogotá para que cumpla el propósito que pactaron en secreto, simultáneamente con su “desmovilización”: Tomarse el poder y exterminar al ejército colombiano para entregarles sus armas a los asesinos del M-19.
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