CIEGOS, SORDOS Y HEDIONDOS
Colombia se merece también un Partido al que no le tiemble la mano para quitarles sus credenciales a los mafiosos, ni que sienta temor por los “voticos” que se irían con estos hampones
CIEGOS, SORDOS Y HEDIONDOS
Colombia se merece también un Partido al que no le tiemble la mano para quitarles sus credenciales a los mafiosos, ni que sienta temor por los “voticos” que se irían con estos hampones
Por Ricardo Puentes Melo
Marzo 23 de 2010
En este país siguen sucediendo cosas muy extrañas, más extravagantes que los gusticos de César y Carlitos Gaviria, los más libérrimos hombres de Estado que ha tenido jamás este desdichado país, para envidia de muchos.
Las cosas extrañas a las que me refiero en esta ocasión, son las sucedidas en las recientes votaciones para elegir a nuestro Congreso.. cosas que hieden a caño. Pero lo más triste es que las inmundicias proceden también de la misma letrina, la que debería ser más limpia que las demás.
Era de esperarse que en Bogotá el fraude lo haya hecho el Polo Democrático, partido que gobierna la ciudad y que hizo y deshizo en las mesas de votación negando la entrada de los testigos electorales de otros partidos, y otras cosillas entre las cuáles podemos mencionar cientos de votos arrojados a la basura, quemados, etc. Igualmente, no es extraño que a última hora se hayan cambiado funcionarios incómodos para el gobierno distrital, ni que más de 70% de los jurados de votación hayan sido miembros de FECODE, el sindicato mamerto de los profesores, famoso por su izquierdismo a ultranza y por sus tácticas deleznables para lograr sus fines. Del Polo no se puede esperar más.
Pero sí produce mucha tristeza -repito- saber que dentro del mismo Partido de la U, que debería estar lleno de hombres probos y no de bandoleros y pícaros, como de hecho lo está, sucedan estas cosas.
De todos es conocido que a la U ingresaron reconocidos caciques corruptos, emparentados con parapolíticos y mafiosos poderosísimos en la Costa y Antioquia. Por fortuna para quienes conservamos la fe, la U también tiene personas honestas y valiosas para Colombia.
En el Partido de la U se susurra, como si fuera pecado denunciar a los hampones que allí anidan, del tremendo fraude que ocurrió en los comicios pasados. Y susurran porque tienen temor de sufrir atentados a manos de estos criminales que siguen con las mayores votaciones dentro de la U y de los cuales nadie dice nada porque son amos y señores en las regiones ya mencionadas.
Estos señores de la mafia, han movido cielo y tierra para que personas nuevas –que están dentro de la U- no ocupen sus curules ganadas legítimamente con ideas y no con metralletas y dinero a montones. Por ello es que candidatos que dábamos por seguros ganadores salieron con insignificantes votaciones mientras que los malos sorprendieron y se atornillaron en sus curules. Lamentable.
Ninguno de los candidatos afectados quiere denunciar porque no les conviene. El oficialismo de la U parece respaldar a los bandoleros prefiriendo no opinar sobre este escabroso hecho. Quien denuncie se verá abocado a ser tratado como leproso, y nadie quiere eso.
No obstante, en el re-conteo manual de los votos, se han hallado muchísimas sorpresas: A un candidato le aparecieron cerca de 3.000 votos que estaban perdidos; a otro 500 en un solo municipio.. y falta esperar el resultado final esta semana. Seguro que tendremos más extrañezas.
Yo, formando parte de la U, me siento terriblemente decepcionado y, aunque me instaron a callar para que no me hicieran “mal ambiente”, tal y como pintan las cosas eso es lo que menos me importa.
El fraude funciona de varias maneras: Una, comprando votos, algo que fue normal en todos los partidos y regiones. Se le decía al cliente que el número del candidato estaba anotadito en el billete de veinte mil ante el cual el sufragante abría desmesuradamente sus codiciosos ojitos. Otra forma utilizada fue comprando los jurados, una modalidad que ya es tradicional en nuestro corrupto país y que produce buenos dividendos, fue la que intuyo que se utilizó en Bogotá, donde no dejaban entrar a los testigos sino media hora o cuarenta y cinco minutos después de la hora obligatoria, lapso en el cual pudieron suceder muchísimos milagros, como la votación de los del Polo. Otra modalidad que fue utilizada en la U contra otros candidatos de la misma U, consistió en que los directorios departamentales inscribían como testigos electorales solamente aquellos afines a los caciques regionales, una especie de lavaperros fieles al mandamás de siempre.
Esta última modalidad tiene que ver con la siguiente: La compra de digitadores. Son éstos quienes tienen, en última, el poder para decidir quiénes ganan y quiénes no. Los digitadores hacen maravillas, y los corruptos lo saben.
Nadie jamás ha hecho escándalo sobre esto. Alguna vez en Sucre, agarraron a un digitador pescado “in fraganti”, pero salió libre a los dos meses, gracias a la fianza que pagaron quienes lo sobornaron. Y los grandes medios no dicen nada porque esta gente es poderosísima; además, en muchos casos son del mismo clan.
Entré a la U porque supuestamente es el partido del presidente Uribe. Pero el valor de un partido no se mide por la cantidad de congresistas que tenga, sino por cómo ha ganado las curules. Y es decepcionante comprobar esto. No podemos usar las mismas bajezas que han usado los del Polo o el Partido Liberal… !El Partido de la U debe dar ejemplo..!
Colombia merece un Congreso que limpie la mugre moral que hoy día lo tiene peor de salpicado que los abrigos de Cruela de Vill o la cara de don Fabio Echeverri. Colombia merece un Congreso que no sufra de la misma y repugnante costumbre de traicionar a sus electores; uno que no se venda ante la mafia ni aplauda a sus mandaderos disfrazados de guerrilleros amnistiados o de prósperos ganaderos.
El país merece un Congreso donde se gestionen leyes a favor de la mayoría pobre y no de la exclusiva élite para quienes siempre han trabajado. Un Congreso que defienda los derechos de los infamemente explotados de siempre, y no aquellos de quienes se broncean semestralmente su trasero en el mediterráneo.
Necesitamos un Congreso cuyo discurso contra la corrupción no sea la cháchara barata electorera, sino un compromiso firme con resultados inmediatos.
Necesitamos un Congreso limpio de conexiones con los narcotraficantes de la guerrilla o aquellos que se hacen llamar “paramilitares”. Un Congreso que no se baje los calzones ante los petrodólares de Chávez ni ante las presiones y órdenes de Obama quien, como lo asegura Petro, es muy cercano a las ideas y propuestas del ex-guerrillero.
Colombia se merece también un Partido al que no le tiemble la mano para quitarles sus credenciales a los mafiosos, ni que sienta temor por los “voticos” que se irían con estos hampones.
Desafortunadamente, cada vez me convenzo más de que esto está todavía muy lejos de nuestra realidad. Da tristeza comprobar que Colombia sufrirá otros cuatro años de abusos por parte de unos legisladores que tienen la conciencia endurecida por el delito constante. Cada vez es más evidente que el Congreso se parece más a San Quintín que al sagrado recinto de justicia y honor que debería ser.
¿Y los partidos…? Nada.. Los partidos siguen sordos. ¿Hará algo al respecto, Dr. Santos…?
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