EL PRONTUARIO DE PIEDAD CÓRDOBA

La negra Piedad Córdoba es, a la luz del Código y la Constitución, una delincuente. Una delincuente a quien la honorable Corte Suprema de Justicia no quiere ni investigar ni juzgar

EL PRONTUARIO DE PIEDAD CÓRDOBA

La negra Piedad Córdoba es, a la luz del Código y la Constitución, una delincuente. Una delincuente a quien la honorable Corte Suprema de Justicia no quiere ni investigar ni juzgar

Por Ricardo Puentes Melo

Abril 14 de 2010

En septiembre de 2008, publiqué un artículo sobre Piedad Córdoba, mostrando mi extrañeza porque hacía ya mucho tiempo que la habían demandado ante la Corte Suprema de Justicia y no sucedía nada. Casi dos años después, la Corte sigue en silencio mientras que el Procurador Ordóñez ha tomado a esa vaca por los cuernos.

Apartes del artículo dicen así:

¿Cuándo empezará en serio la investigación por la FARCPOLÍTICA?

A mí no me sacan de la cabeza que Petro y Piedad Córdoba son la punta de algo que se está gestando. Hace unos días Petro amenazó al país con regresar a la rebelión si nos atrevíamos a elegir de nuevo a Álvaro Uribe para presidente. Y hace poco la negra Piedad hizo un llamado a los estudiantes de la Nacional-entre quienes había cientos de menores de edad- para que se metieran a la subversión, es decir, a la guerrilla.

“Cosa dura, caballero”, habría dicho Machomán, un cubano que salió huyendo de la dictadura de los Castro brothers y a quien se le arruga el corazón cada vez que oye nombrar a su isla del alma.

Yo sospecho, además, que la honorable Corte Suprema de Justicia -receptora de agasajos de narcos y acérrima enemiga del único presidente que le ha regresado la dignidad al país y que ha combatido a narcos, guerrilleros y paracos- se está haciendo la de la vista gorda con las actuaciones de Piedad Córdoba y sus relaciones –igual que las de otros congresistas- con las guerrillas colombianas.

La honorabilísima Corte Suprema, que no tiene reparos en aceptar regalitos de delincuentes, también le salió al paso a la reforma a la justicia que propone el gobierno porque tal reforma le quita poder a la –hasta el momento- intocable Corte. ¡Qué dirían los magistrados sacrificados en el Palacio de Justicia si pudieran ver cómo la Corte de hoy se arrodilla cómplice ante quiénes masacraron la justicia hace 20 años junto a los narcotraficantes…! ¡Qué dirían esos magistrados si supieran que hoy quienes los reemplazaron no sienten ningún rubor al aceptar invitaciones y diamantes de procedencia mafiosa…!

La negra Piedad, que es más roñosa y astuta que zorra gallinera, puede darse el lujo de hacer llamados a los países vecinos para que ataquen a Colombia; puede decir públicamente que deberían haber muchas más personas que imitaran a Manuel Marulanda, alias Tirofijo; puede llevarles razones a los guerrilleros, entrar y salir de sus campamentos, recibir dinero de Chávez para dárselo a la guerrilla, y muchas más cosas que ella saldrá a explicar como “acciones humanitarias..” Y los magistrados de la Corte, mientras brindan con güisqui o bailan en las rumbas de mafiosos, se hacen los de las gafas. ¿Por qué…? Porque simpatizan con movimiento TOCU –Todos Contra Uribe-, del cual forman parte todas las agremiaciones que admiran a Al-Capone, Tirofijo y Chávez.

Echándole una mirada a nuestro Código Penal, que los magistrados de la Corte no quieren repasar, podemos encontrar que la negra Piedad ha cometido delitos graves. Veamos:

ARTICULO 468. SEDICION. <Penas aumentadas por el artículo de la Ley 890 de 2004, a partir del 1o. de enero de 2005. El texto con las penas aumentadas es el siguiente:> Los que mediante el empleo de las armas pretendan impedir transitoriamente el libre funcionamiento del régimen constitucional o legal vigentes, incurrirán en prisión de treinta y dos (32) a ciento cuarenta y cuatro (144) meses y multa de sesenta y seis punto sesenta y seis (66.66) a ciento cincuenta (150) salarios mínimos legales mensuales vigentes.

ARTICULO 470. CIRCUNSTANCIAS DE AGRAVACION PUNITIVA. La pena imponible se aumentará hasta en la mitad para quien promueva, organice o dirija la rebelión o sedición.

ARTICULO 471. CONSPIRACION. Los que se pongan de acuerdo para cometer delito de rebelión o de sedición, incurrirán, por esta sola conducta, en prisión de dieciséis (16) a treinta y seis (36) meses.

ARTICULO 473. CIRCUNSTANCIA DE AGRAVACION PUNITIVA. La pena imponible para las conductas descritas en los artículos anteriores se agravará hasta en una tercera parte, cuando el agente sea servidor público.

ARTICULO 184. CONSTREÑIMIENTO PARA DELINQUIR. <Penas aumentadas por el artículo de la Ley 890 de 2004, a partir del 1o. de enero de 2005. El texto con las penas aumentadas es el siguiente:> El que constriña a otro a cometer una conducta punible, siempre que ésta no constituya delito sancionado con pena mayor, incurrirá en prisión de dieciséis (16) a cincuenta y cuatro (54) meses.

Aunque la negra no ha tomado las armas (no, que sepamos), el artículo 470 dice claramente que quien promueva la rebelión incurrirá en un agravante que aumentará su pena. Y mucho más –según el artículo 473- si quien la promueve es servidor público.

¿Por qué a Piedad no la han encanado por promover la sedición a los estudiantes de la Nacional, entre quienes estaban cientos de menores de edad –si eso aumenta la pena-..? No lo sé. Quién quiera averiguarlo, vaya y pregúntele a la Corte Suprema. Si no consiguen a los magistrados en la sede en Bogotá, es posible que estén por Neiva enfiestados con algún estafeta de la mafia.

El ya legendario movimiento TOCU, “Todos contra Uribe”

El asunto es que la Fiscalía no puede hacer nada contra la negra Piedad; solamente la Corte Suprema puede investigarla y juzgarla. Y, a sabiendas de eso, es que la negra marrullera hace lo que se le da la gana con el Código Penal y la Constitución Colombiana. Dicen que con las hojas de la Magna Carta, ella envuelve sus toallas higiénicas usadas para luego arrojarlas en donde se arrojan los desechos hospitalarios. Cosas de chismes, creo yo… pero vaya uno a saber..

Cuando uno de estos muchachos que escucharon a Piedad decida matar un policía, secuestrar a alguien o poner una bomba en un centro comercial, dirá: “Es que la senadora Piedad me dijo que me metiera a la subversión… Y si nadie la metió a la cárcel a ella, ¿por qué me van a meter a la cárcel a mí…?”

La negra sabe que la subversión es un buen negocio, rentable y prometedor. A Petro le fue muy bien, igual que a León Valencia, Navarro y demás. Ellos fueron coautores de masacres, secuestros, asesinatos, extorsiones y muchos más delitos; y la sociedad no los castigó. Al revés, gracias a los buenos oficios del poderoso narcotraficante Pablo Escobar y del entonces presidente César Gaviria, estos guerrilleros recibieron amnistía total y les dieron cientos de millones de dólares para que pasearan rico por Europa y montaran colegios y ONGs. Los millones de dólares –obviamente- salieron de nuestros bolsillos. Así que, en un país asolado por el desempleo y la corrupción administrativa, ser guerrillero puede ser una buena opción para un estudiante de la Nacional que –supongo- rara vez podrá comer tres veces al día (yo no podía hacerlo).

Pero la negra Piedad no se limita a hacer un llamado a la sedición. También, al hacer apología de los genocidas, ella misma hace apología al genocidio. Veamos qué dice el manoseado Código:

ARTICULO 102. APOLOGIA DEL GENOCIDIO. <Penas aumentadas por el artículo de la Ley 890 de 2004, a partir del 1o. de enero de 2005. El texto con las penas aumentadas es el siguiente:> El que por cualquier medio difunda ideas o doctrinas que propicien o justifiquen las conductas constitutivas de genocidio, o pretendan la rehabilitación de regímenes o instituciones que amparen prácticas generadoras de las mismas, incurrirá en prisión de noventa y seis (96) a ciento ochenta (180) meses, multa de seiscientos sesenta y seis punto sesenta y seis (666.66) a mil quinientos (1.500) salarios mínimos legales mensuales vigentes, e inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas de ochenta (80) a ciento ochenta (180) meses.

Y la negra, a sabiendas de la simpatía de la Corte por ella y el resto de adeptos del movimiento TOCU, hace lo que se le da la regalada gana.  Y el país, callado.

Pero Piedad viola más artículos. Según las computadoras de Reyes y el testimonio de los desmovilizados, la negra también incurrió en el siguiente delito:

ARTICULO 345. ADMINISTRACION DE RECURSOS RELACIONADOS CON ACTIVIDADES TERRORISTAS. <Artículo modificado por el artículo de la Ley 1121 de 2006. El nuevo texto es el siguiente:> El que directa o indirectamente provea, recolecte, entregue, reciba, administre, aporte, custodie o guarde fondos, bienes o recursos, o realice cualquier otro acto que promueva, organice, apoye, mantenga, financie o sostenga económicamente a grupos armados al margen de la ley o a sus integrantes, o a grupos terroristas nacionales o extranjeros, o a terroristas nacionales o extranjeros, o a actividades terroristas, incurrirá en prisión de trece (13) a veintidós (22) años y multa de mil trescientos (1.300) a quince m il (15.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes.

Y, ¿por qué la Corte sigue en silencio…? Debe ser porque no tienen nada qué decir o porque están muy ocupados buscando testigos contra Uribe u ofreciéndoles asilo político y rebaja de penas por acusar al presidente. Mmmmm vaya, vaya…

Hay más delitos que Piedad comete impunemente. Para no cansarlos, les regalo estos de ñapa:

ARTICULO 347. AMENAZAS. <Artículo modificado por el artículo de la Ley 1142 de 2007. El nuevo texto es el siguiente:> El que por cualquier medio atemorice o amenace a una persona, familia, comunidad o institución, con el propósito de causar alarma, zozobra o terror en la población o en un sector de ella, incurrirá por esta sola conducta, en prisión de cuatro (4) a ocho (8) años y multa de trece punto treinta y tres (13.33) a ciento cincuenta (150) salarios mínimos legales mensuales vigentes.

ARTICULO 348. INSTIGACION A DELINQUIR. <Penas aumentadas por el artículo de la Ley 890 de 2004, a partir del 1o. de enero de 2005. El texto con las penas aumentadas es el siguiente:> El que pública y directamente incite a otro u otros a la comisión de un determinado delito o género de delitos, incurrirá en multa.

Si la conducta se realiza para cometer delitos de genocidio, desaparición forzada de personas, secuestro extorsivo, tortura, traslado forzoso de población u homicidio o con fines terroristas, la pena será de ochenta (80) a ciento ochenta (180) meses de prisión y multa de seiscientos sesenta y seis punto sesenta y seis (666.66) a mil quinientos (1.500) salarios mínimos mensuales legales vigentes.

ARTICULO 455. MENOSCABO DE LA INTEGRIDAD NACIONAL. <Penas aumentadas por el artículo de la Ley 890 de 2004, a partir del 1o. de enero de 2005. El texto con las penas aumentadas es el siguiente:> El que realice actos que tiendan a menoscabar la integridad territorial de Colombia, a someterla en todo o en parte al dominio extranjero, a afectar su naturaleza de Estado soberano, o a fraccionar la unidad nacional, incurrirá en prisión de trescientos veinte (320) a quinientos cuarenta (540) meses.

ARTICULO 457. TRAICION DIPLOMATICA. <Penas aumentadas por el artículo de la Ley 890 de 2004, a partir del 1o. de enero de 2005. El texto con las penas aumentadas es el siguiente:> El que encargado por el Gobierno Colombiano de gestionar algún asunto de Estado con gobierno extranjero o con persona o con grupo de otro país o con organismo internacional, actúe en perjuicio de los intereses de la República, incurrirá en prisión de ochenta (80) a doscientos setenta (270) meses.

Si se produjere el perjuicio, la pena se aumentará hasta en una tercera parte.

ARTICULO 458. INSTIGACION A LA GUERRA. <Penas aumentadas por el artículo de la Ley 890 de 2004, a partir del 1o. de enero de 2005. El texto con las penas aumentadas es el siguiente:> El colombiano, aunque haya renunciado a la calidad de nacional, o el extranjero que deba obediencia al Estado, que realice actos dirigidos a provocar contra Colombia guerra u hostilidades de otra u otras naciones, incurrirá en prisión de ciento sesenta (160) a trescientos sesenta (360) meses.

Si hay guerra o se producen las hostilidades, la pena imponible se aumentará hasta en una tercera parte.

Yo no sé. Pero a pesar de que la mayoría del país apoya al presidente Uribe, y pide a gritos la continuación de su mandato para acabar con la corrupción en el gobierno y la justicia, estoy seguro de que no podrá lograrlo fácilmente. Los miembros de las instituciones más poderosas no quieren ese cambio porque se les acaba el negocio; no quieren el cambio porque terminarán en la cárcel.

Si Uribe no se postula para el próximo mandato, no veo claramente quién lo pueda suceder.

El asunto es que la negra Piedad Córdoba es -en mi opinión y a la luz del Código y la Constitución- una delincuente. Una delincuente a quien la honorable Corte Suprema de Justicia no quiere ni investigar ni juzgar.

Pero eso no debería extrañarnos. Si la Corte Suprema le dio casa por cárcel a Yidis Medina, una secuestradora… lo mínimo es que a una traidora y culpable de instigación a la sedición le dé vacaciones pagas en París, Suiza o Venezuela.

Si Uribe no va a la reelección diremos, como dijo Belisario una vez: “Nos llevó el diablo…!

Hasta luego, mucharejos impúdicos del Polo. Y les suplico que no le hagan caso a la vieja sediciosa de Piedad. Ella los manda a meterse a la guerrilla porque sabe que los únicos que llevarán del bulto serán ustedes. Ella, al igual que los oligarcas de la izquierda, se irá a broncearse las puchecas al Mediterráneo mientras ustedes dejan su sangre regada en la selva, y a sus familiares llorándolos eternamente. No le hagan caso a esa vieja. Si ella quiere meterse de frente a la guerrilla, que lo haga… Que no sea cobarde… que les muestre cómo es que arma una mina quiebrapatas…Que se arriesgue como los anima a ustedes a hacerlo.

Ella no lo hará. ¿Y saben por qué…? Porque así son todos esos revolucionarios de chocolate.. Miedosos, tramposos, sacajopos y abusivos. Mientras ustedes dan su vida por los intereses de ella y demás socios de la revolución, estos vergajos aumentan sus cuentas bancarias y hacen negocios con multinacionales para –cuando lleguen al poder- repartirse equitativamente el botín de la revolución.

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