EL SECUESTRO DE ALZATE MORA, OTRO ACTO EN EL SAINETE DE SANTOS Y FARC

Toquemos madera para que no asesinen a Alzate Mora, incluso si él estuviera metido a voluntad en el guión de Santos y las FARC

El bandido Pastor Alape y el general Alzate (Foto FARC-EP)

El secuestro de Alzate Mora, otro acto en el sainete de Santos y las FARC

Toquemos madera para que no asesinen a Alzate Mora, incluso si él estuviera metido a voluntad en el guión de Santos y las FARC

Ricardo Puentes Melo
Ricardo Puentes Melo

Por Ricardo Puentes Melo

Noviembre 20 de 2014

Vainas del estilo del camarada Santos “Santiago”. Cuando secuestraron al general Rubén Darío Alzate Mora no pude pensar en otra cosa que en la astucia que Juan Manuel Santos demostró para infiltrarse en el círculo del presidente Álvaro Uribe Vélez, hacerse nombrar ministro de Defensa para, desde este cargo, atacar las Fuerzas Militares y luego mover todas sus cosas para sacar del camino a Andrés Felipe Arias y apoderarse de la candidatura única del Partido de la U para salir elegido como presidente, cargo en el que se atornilló al mejor estilo castrocomunista: con trampas, engaños y toda suerte de suciedades.

Una cosa es segura: el plan para el secuestro del general Alzate tiene su origen en Cuba, en casa de los Castro, jefes naturales de Santos.

No bien las FARC se llevan al general, Santos sale a “exigir” al ministro y al general Rodríguez que le expliquen por qué razón Alzate había roto los protocolos de seguridad estando de civil en zona roja. Fue una jugada de esas que hacen los niños que cometen la falta y corren a informar a sus padres culpando a sus hermanos de la diablura. Santos pudo haber tomado el teléfono y exigir a Pinzón y Rodríguez explicaciones.. En cambio, prefirió hacerlo ante la opinión pública, para que ésta, cuando pregunte por la autoría intelectual del hecho, no lo señale a él.

Pero fue él, indudablemente. Y tanto el ministro Pinzón como el general Rodríguez necesariamente, por protocolo militar, conocían del viaje de Alzate a zona controlada por el terrorismo narcotraficante de las FARC.

Juan Manuel Santos siempre ha apoyado la impunidad para el narcoterrorismo "guerrillero" que asesina y secuestra colombianos civiles y militares
Juan Manuel Santos siempre ha apoyado la impunidad para el narcoterrorismo “guerrillero” que asesina y secuestra colombianos civiles y militares

Solo hay dos posibilidades para que el curtido general Alzate, viejo zorro en la lucha contra el terrorismo, haya acudido al sitio de Las Mercedes, una zona donde ningún militar iría sin acompañamiento necesario para repeler una emboscada segura: O fue siguiendo órdenes superiores, o por su propia iniciativa.

La segunda opción es improbable. Ningún oficial en sus cabales va a colocarse como cordero de sacrificio ante verdugos de los que se conoce su especial y sanguinaria perversión por desollar vivos a los militares. Así que, obligatoriamente,  el general Alzate Mora acudió a la cita con sus captores obedeciendo órdenes presidenciales que, siguiendo su conducto normal, debieron pasar por el ministro Pinzón y el general Rodríguez.

Ahora, también hay dos opciones por las cuales el general Alzate, obedeciendo órdenes, salió al encuentro con las FARC, solo, sin protección y de civil: Fue engañado o él forma parte de la trama que cocinan Santos y las FARC.

Si fue engañado, con total certidumbre el general no regresará vivo. Si, como es posible también, Alzate Mora forma parte del montaje que tiene como fin mostrar que las FARC tienen voluntad de paz, entonces el general regresará a la libertad, dirá cualquier cosa para justificar el circo, y los diálogos de impunidad resultarán fortalecidos con este pequeño acto en el sainete de La Habana.

Juan Manuel Santos seguirá aplicando la obra maestra de su vida: el engaño. Y las FARC, que tienen los mismos jefes  del camarada Santiago, saben –porque lo han probado en todos los anteriores diálogos- que el amenazar periódicamente “la paz” mediante el peligro de la guerra que vendría con ruptura de diálogos, tiene un efecto poderoso en la psiquis del pueblo ingenuo, apabullado por el aparato mediático al servicio del régimen.

Si el general Alzate Mora regresa con vida, me muero de las ganas por saber cómo explicará su viaje a zona de las FARC, con pantaloneta, gafas oscuras y bronceador, acompañado por una abogada y un cabo de inteligencia militar. Como suponemos que el cabo de inteligencia fue quien hizo el contacto, ¿para qué la abogada? ¿Qué firmarán allí, en caso de que los terroristas dominen su deseo de fusilar a un general?

Toquemos madera para que no asesinen a Alzate Mora, incluso si él estuviera metido a voluntad en el guión de Santos y las FARC.

Por mi lado, no puedo más que sentir profunda tristeza al corroborar cómo la cúpula del ejército está arrodillada regodeándose de mermelada y cocteles mientras verdaderos militares, oficiales y soldados, siguen siendo asesinados por estos malditos terroristas en tanto que el no menos maligno Juan Manuel Santos baila sobre sus cadáveres pensando en los millones de dólares que los narcoterroristas de las FARC lavarán gracias a sus buenos oficios y a la estupidez colectiva que le permite semejante monstruosidad.

@ricardopuentesm

Comentarios

Loading Disqus Comments ...
Loading Facebook Comments ...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *