LOS CHINOS SAMPER(ES) Y SU DEPRESIÓN ANTICORRUPCIÓN
Perdóname Dios. Cambia los sentimientos de la familia Samper, dales un buen corazón para que compartan algo de lo recibido de los señores de Cali, y para que dejen de intentar poner en puestos públicos de control a sus amigos
LOS SAMPER(ES) Y SU DEPRESIÓN ANTICORRUPCIÓN
(Otro artículo sacado del baúl del año 2008. Para no olvidar)
Por Ricardo Puentes Melo
Lo dijo Jesús –no Sarria, amigo de César Castellanos y de la familia Samper- sino el Hijo de Dios: “¿Y Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo..?” (Mateo 7:3)
Obviamente, nuestro Señor no debió estar pensando en Don Danielito Samper cuando dijo esto, ya que el ilustre periodista nunca ha visto una viga –ni siquiera una simple brizna- en los ojitos de su hermano, el expresidente Ernesto Samper, beneficiario de los dineros del narcotráfico y sospechoso de algunos crímenes de Estado aún sin resolver. Pero el mayor pecado de “el bojote”, como se le conoce en el inframundo y en los cocteles de la alta sociedad colombiana, siempre será el prestarse para emborracharse con la cúpula del Polo, proclive a la dosis personal maxi y al amor libre desprovisto de las carajadas de la decencia y las advertencias contra las venéreas y el Sida.
Don Daniel Samper publica una nota en El Tiempo (del cual fue -¿aún es?- accionista) donde llora a mares porque Isaza salió del país picho en plata y con una novia que, creo yo, o es ciega, o los mil millones de pesos de su amante bandido le dan el aliciente necesario para darle un beso con lengua al ex copartidario de los amigos de los chinos Samperes.
Yo estoy de acuerdo con don Daniel. A un criminal no se le debería premiar con mil millones de pesos, y menos darle visa para Europa para que se los gaste en lo que le resta de vida, en premio por su pasado asesino.
En lo que no estoy de acuerdo con don Samper, es que él no mida con el mismo rasero a todos, incluidos sus amigos y su familia.
Para don Samper está mal que alias Isaza reciba mil millones de pesos; pero no dice nada porque alias “bojote” (su hermano) haya recibido mucho más que eso y, de ñapa, se haya atornillado en la silla presidencial para usar el erario público en pagar a los congresistas su defensa. Samper le salió más caro al país que Isaza. De eso no hay duda. Dice también don Samper, que “El pago del exabrupto no se gira solo contra los fondos del erario, sino que se resta de los valores sociales y la ética de los colombianos, que ven cómo un delincuente, por el hecho de arrepentirse, obtiene lo que se le niega a la mayoría de ellos.” Y dice bien… Pero también debería decírselo a su hermanito, el ex presidente, porque el vergajo ese no solamente se burló de la justicia, sino que se la pasa por ahí dando discursos sobre la moral, el manejo del Estado y los falsos positivos. Ay, don Daniel… Es que el amor fraterno de usted por don Ernesto, parece más una obsesión freudiana.
Además, don Daniel la emprende contra el nuevo Procurador porque se atrevió a demandar a la revista Soho, una especie de PlayBoy colombiana pero con más morbito, donde Daniel Samper Jr., funge como director de casting para las niñas que llegan allá con la esperanza de ser fotografiadas todas empeloticas, un viejo vicio de familia que alcanzó su máxima expresión en las pachangas de la Casa de Nariño cuando era presidente el miembro menos inteligente de la familia.
Dice don Daniel que la demanda que puso el hoy Procurador, Alejandro Ordóñez, contra la revista Soho fue un atentado contra la libertad de prensa. Ordóñez demandó a Soho porque al pelao de don Daniel se le ocurrió mandar tomarle una foto a una señora, toda desnudita y bien formada, en el papel de Jesucristo (a quien citamos al comienzo de este escrito); y porque también le dio por recrear la última cena con una serie de políticos de izquierda, poetas, travestis y rateros. Don Daniel papá defiende a don Daniel hijo y dice que el chino tiene derecho a hacer sus travesuras donde quiera y contra quien quiera.
Ahí también le encuentro razón a don Daniel. En parte. Porque está bien que el joven Daniel, delfín de tan ilustre familia, haga sus diabluras. Todos los chinos de familias oligárquicas las hacen. Pero don Daniel papá se extralimita en su discursillo mamertoide porque defiende el derecho de su retoño para burlarse de un cuadro religioso católico, pero niega el derecho de un ciudadano a demandarlo por ello, por irrespetar algo que es sagrado para los católicos.
Yo no soy católico –eso lo saben bien quienes me conocen-. Y la foto de marras me pareció bien graciosa, sobre todo ver a Carlos Gaviria posando en una foto de esas, fingiendo ser uno de los apóstoles. Es gracioso porque los apóstoles no eran –que se sepa- miembros de la comunidad gay palestina. También es gracioso que Carlos Gaviria –quien fuera una vez del Opus Dei-, ahora haga cosas por las cuales en ese entonces se hubiera azotado gustoso durante cinco días seguidos. Bien por el cambio, aunque en parte.
Menciona también don Daniel papá, que le da pena con el Polo, que se tranzó con las ofertas clientelistas a cambio de su voto a favor de Ordóñez, pero olvida mencionar don Daniel que su amigo, Gustavo Petro, fue uno de los que traicionaron la bancada. No lo menciona para nada… Ni siquiera pone sus iniciales…!
Insinúa también don Daniel papá –y ahí sí dice mal-, que Ordóñez es un “quemador de libros” como lo eran los dominicos de la Inquisición. Eso no es cierto. Ordóñez no quemó una sola revista Soho ni mandó a la hoguera al director de la misma, Daniel hijo. Es más, Ordóñez demandó y perdió la demanda. Y ya. Pero los dones Danieles –papá e hijo- siguen jodiendo con el temita para dárselas de Luteros, víctimas de este perverso Inquisidor que osó usar su derecho a opinar y a demandar a quien se le dé la gana. Igual derecho para unos que para otros, don Daniel (papá e hijo). Es mejor que las cosas se decidan en los estrados judiciales, que en el monte. Dígale eso a su amigo admirado, don Carlos Gaviria que sabe mucho de delito político y que es partidario de asesinar presidentes si esto se hace por buena causa -la suya-.
Sumercé, don Daniel papá, quería un Procurador a su medida, y a la medida de su hermano don Ernesto. Bueno.. No se pudo esta vez. ¿No le bastó con tener Fiscal (De Greiff) a la medida de su hermano y del Cartel de Cali…? ¿No le parece un poco desmedido también poner Procurador a quien inviten a almorzar en casa de su hermano don Ernesto..?
Yo no sé quién será este señor Ordóñez. Pero, al menos, no ha figurado por ningún lado defendiendo narcotraficantes ni mucho menos recibiéndoles plata para campañas políticas.
Por otro lado, y ya para terminar, también estoy de acuerdo con don Daniel papá cuando insta a los millones de colombianos a que mantengamos los ojos abiertos ante las actuaciones del nuevo Procurador. Y también sé que eso no servirá de mucho. Todo el país se enteró de que su hermano don Ernesto recibió dineros del narcotráfico pero nada se pudo hacer. Él siguió atornillado al poder, robando el erario público para sostenerse él, sus amigos y su familia. En ese entonces, don Daniel papá –e hijo-, no sólo atacaron a la prensa que denunciaba, cuyos derechos hoy dice defender, sino que –además- se fue a vivir a Europa. Hoy, don Daniel critica a alias Isaza por irse a Europa, pero olvida que –según reposa en los expedientes de los Rodríguez Orejuela- él mismo salió del país ayudado por la mafia. La mafia es una sola, sea de guerrilla o de ultraderecha, y sus beneficiarios son solo eso: comisionistas.
Así que, don Daniel papá y don Daniel hijo, gracias por darnos clases de decencia, de derechos constitucionales y de depresión por la corrupción. Pero ya no les creemos. Si mucho, nos da tristeza ver que usted, un hombre que otrora fue un periodista valiente que destapó muchas ollas podridas, ahora tenga empeñada su pluma a favor de quienes antes denunciaba.
Siga escribiendo. Lo hace muy bien. Y dígale a don Daniel hijo, que no empelote más esperpentos como Yidis Medina. Aunque nunca leo su revista Soho, confieso que a veces le he echado unas miraditas pecaminosas a varias muchachas que aparecen por allí en cueros. Mea culpa, don Daniel papá y don Daniel hijo… Espero que Dios me perdone por ello.
Una última cosa: por favor, traten de empelotar a Nohemí Campbell. Esa negra tiene su tumbao.
Perdóname Dios. Cambia los sentimientos de la familia Samper, dales un buen corazón para que compartan algo de lo recibido de los señores de Cali, y para que dejen de intentar poner en puestos públicos de control a sus amigos. Perdónalos, Señor, y dales todo lo mejor en esta pagano-católica navidad y en el también pagano-católico Año Nuevo.
Y que puedan contactar a Nohemí Campbell. Amén.
Diciembre 17 de 2008.
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