MOCKUS, AL SERVICIO DE SU MAJESTAD: LA BANCA
Mockus tiene como una de sus banderas el lema: “Los recursos públicos son sagrados..” De verdad que este hombre nos cree tontos
MOCKUS, AL SERVICIO DE SU MAJESTAD: LA BANCA INTERNACIONAL
Permítanme hacer y controlar el dinero el dinero de la nación
y no me importará quien escriba las leyes.
(Mayer Rothschild)
-Mockus está al servicio de los Rothschild-
Por Ricardo Puentes Melo
Abril 27 de 2010
El mal de Parkinson ya está afectando hondamente a Mockus. Es eso, o el tipo es el más cínico lituano de este país al que le fascina que se le meen encima.
Ahora, Mockus tiene como una de sus banderas el lema: “Los recursos públicos son sagrados..” De verdad que este hombre nos cree tontos.
Como les mencioné en un artículo pasado, Mockus craneó junto a algunos de sus compañeros “intelectuales” de la Nacional, el robo de la Empresa de Energía Eléctrica de Bogotá para entregársela al capital extranjero. Aquí empezamos a contarles como sucedió.
Hay una persona que juega un papel importante en la vida de Mockus, y es el famoso Rudolf Hommes, ambos vecinos de apartamento en un exclusivo sector del centro de Bogotá. Hommes, amigo de César Gaviria, se encargaría de lograr que éste nombrara a Mockus en la rectoría de la Nacional. Así, cuando los asuntos del “destino” colocan a César Gaviria trabajando para Virgilio Barco, y luego coronando la presidencia de Colombia, la vida les da un vuelco a estos hijos de inmigrantes.
No puede negarse que Mockus siempre fue un personaje excéntrico, célebre por su desaseo personal, por andar siempre bajo los efectos de la marihuana y, sobretodo, por su capacidad para la vaguedad con la cual dejaba boquiabiertos a los tontos de su auditorio que al no entender lo que decía el profe, suponían que debía ser sumamente importante. Cuando Ricardo Mosquera alcanza la rectoría de la Nacional en 1988, Mockus –aunque se acababa de graduar de un magister en filosofía, llega al cargo de vicerrector académico, no por sus méritos enteramente, ya que en la Nacional hay personas más inteligentes y más capaces y organizadas, sino por la mano neoliberal y manipuladora de su amigo, Rudolf Hommes. Por esa misma mano, Mockus se convierte en rector en 1990. Para ese año, Rudolf Hommes ya tenía muy claro su plan para privatizar las empresas de servicios públicos.
Para alguien que tenga más de dos dedos de frente, es muy extraño que el vecino de Rudolf, que había ingresado a la Nacional como asistente y estudiante de filosofía, y que en 1988 se gradúa de su magister sea nombrado de inmediato como vicerrector, ignorando verdaderas lumbreras que estaban haciendo fila y que llevaban muchísimos años en la Nacional. Todavía más increíble su llegada a la rectoría. Pero para algo serviría su amistad con Rudolf.
Una vez colocado allí, en la rectoría, Rudolf hace nombrar en la vicerrectoría de Recursos a otro amigo suyo y de Mockus: Fabio Chaparro, clave en el robo de la EEB que vendría pocos años después. Para completar el combo, se nombró a Alfonso Valdivieso como ministro de Educación.
Para que se den una idea de qué tan importante es el Consejo Directivo de la Nacional, y los intereses que se mueven allí, les comento que el representante de Álvaro Uribe aquí ha sido Armando Montenegro Trujillo, representante de Nathan Mayer Rothschild and Sons, mediante la firma AGORA. Montenegro Trujillo jugaría también un papel vital en la entrega de los recursos públicos (que Antanas dice ahora que son sagrados) a los intereses multinacionales. En la revista Semana de octubre 4 de 2004 aparece la siguiente nota: “Se vende. Un menú bastante interesante de venta de activos presentó Colombia enNueva York. Mientras los medios se concentraban en el discurso delpresidente Uribeen la ONU, el director de Planeación,Santiago Montenegro, ofrecía en venta la participación de Ecopetrol en la Empresade Energía de Bogotá por 131 millones de dólares. Montenegro también lesofreció a empresas privadas la concesión para la construcción de cárceles por180 millones de dólares.”
Los hermanos pastusos, Armando y Santiago Montenegro Trujillo, son quienes han manejado a su capricho durante
muchos años y desde el puesto de Director, ocupado por ambos, el Departamento Nacional de Planeación, bastión desde el cual se han lucrado inmensamente gracias a sus hábiles maniobras para favorecer sus negocios privados. Armando es representante en Colombia de la banca de inversión judía Rothshild, e hizo parte de la Comisión del Gasto Público creada por el gobierno de Uribe, algo para lo cual debía estar inhabilitado; además, como se mencionó, es representante de Uribe en el Consejo Directivo de la Nacional. Santiago, ha fungido, además de la dirección de Planeación Nacional, como presidente del gremio de los fondos de pensiones, lugar donde ha presionado para decisiones lesivas contra los dineros de los pensionados. Ambos, del combo de Mockus. ¿Vamos bien hasta aquí…?
Desde sus tiempos en la Nacional (en algunos casos desde mucho antes), Mockus se hizo amigo y compinche de Paul Bromberg, físico judío a quien dejó en la alcaldía cuando renunció; de Fabio Chaparro, físico que continuó el proceso iniciado por Mockus para la privatización de la EEB, amigo de Rudolf y a quien le compraría su apartamento en Bosque Izquierdo; de Paulo Orozco, quien perfeccionaría luego el proceso de privatización de la EEB y la ETB. También se hizo íntimo de José Fernando Isaza, opositor de Uribe y muy cercano a Lucho Garzón; de Salomón Kalmanovitz, otro judío clave en las privatizaciones, y hoy parte integral de la campaña de Mockus; también el profesor lituano forjó estrechos lazos con Gabriel Sánchez Sierra y Luis Fernando Flórez Enciso. Y aquí vamos a hacer un alto para comenzar a deshilvanar el hilo de corrupción que rodea a Mockus y sus amigos neoliberales.
José Fernando Isaza, comunista (hay que aclarar que a niveles altos poco importa si se es comunista o neoliberal ya que ambas vertientes trabajan para un solo amo), hizo que en 1994 el entonces alcalde Jaime Castro nombrara como gerente de la Empresa de Energía de Bogotá (EEB, en adelante), a Gabriel Sánchez Sierra, quien estaba en ese entonces en la Organización Latinoamericana de Energía Eléctrica (OLADE). Una vez allí, Sánchez iniciaría los preparativos para hacer creer a los bogotanos que la EEB era una empresa inviable y que habría que privatizarla. Esto se lograría luego con los trucos matemáticos de Fabio Chaparro y Antanas Mockus.
Una vez que Gabriel Sánchez cumplió su función al servicio de los Rothschild, salió de la EEB y fue nombrado en TV Cable (una empresa también con acciones de esa familia), como encargado de dirigir los contratos para instalar las redes de TV Cable en postes y ductos, es decir, en la infraestructura pública, de todos los bogotanos. Lo logró mediante un contrato suscrito entre su ex jefe, Jaime Castro y él mismo ya como representante de esta empresa. Tiempo después, en una hábil maniobra, esta infraestructura pública pasaría totalmente a manos de inversionistas privados. Nos robaron los postes y el uso del subsuelo, y los bogotanos aún no nos damos cuenta. Antanas estuvo en esto, obviamente; luego lo ampliaremos.
Gabriel Sánchez salió de TV Cable y pasó a ser gerente de Enron, la supergigante energética, donde presionó para vender el gas costeño a Panamá y luego terminó como asesor en la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios. Para que vayan viendo.
Otra ficha importante para la entrega de las empresas de servicios públicos a la banca internacional, fue Jorge Hernán Cárdenas Santamaría, hermano de Mauricio Cárdenas quien fuera ministro de Desarrollo de Gaviria. Mockus contó con la colaboración de Jorge Hernán Cárdenas en la Vicerrectoría de la Nacional y luego, siendo alcalde, lo nombró en las juntas directivas de las empresas de servicios públicos domiciliarios.
Y, para completar el cuadro de la pandilla, tenemos a Fabio Villegas, ministro de Gaviria, y a Luis Bernardo Flórez, vinculado a organizaciones supranacionales, director de Ecopetrol y codirector del Banco de la República, al igual que Kalmanovitz. Flórez, además de ser amigo de Mockus, también es íntimo de Lucho Garzón.
Con los principales actores ya descritos, viene la narración de los hechos.
En un apartamento que el multimillonario judío Pepe Douer (cuya esposa Hilda es íntima amiga de Mockus) le regaló a su amiguito César Gaviria, se reunían a altas horas de la noche César Gaviria, Armando Montenegro y Fabio Villegas Ramírez para diseñar el plan que llevaría a la entrega de las empresas de servicios públicos y la banca a los intereses de los judíos Rothschild. Fabio Villegas también representa los intereses de ellos en Colombia. Allí ya era claro que necesitaban un hombre de su entera confianza y de prestigio popular para ocupar la alcaldía de Bogotá. Rudolf Hommes ya tenía respuesta para eso.
Brillante como es –Rudolf fue quien inventó la figura para que Julio Mario Santodomingo sacara todo su capital de Colombia sin tener que pagar un sólo peso de impuestos (se ahorró más de un billón y medio de pesos)-, y también siendo representante en Colombia de Violy Mc Causland, la banquera que asesora las inversiones de Wall Street, donde dominan los Rothschild, Rudolf –repito- ya tenía claro quién sería su ficha en la alcaldía para llevar a cabo los planes de privatización.
Rudolf Hommes sabía que ese hombre idóneo era Antanas Mockus, hoy candidato de nuevo a la presidencia y convertido en el consentido de los medios que, cosa rara, también están al servicio de la banca internacional.
(continuará)
Abril 27 de 2010
VER PARTE 1: https://www.periodismosinfronteras.org/profe-mockus-no-todos-usamos-taparrabo.html
PARTE 3 FINAL: https://www.periodismosinfronteras.org/mockus-y-el-gran-atraco-a-bogota.html
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