TRUMP SABE DÓNDE ESTÁN ROMAÑA, MÁRQUEZ Y EL PAISA
Trump sabe que los narcotraficantes terroristas “Romaña”, “Iván Márquez” y “el Paisa” se encuentran viviendo en el Estado de Zulia, en Venezuela, protegidos por el gobierno de Nicolás Maduro. Duque y Santos acordaron la operación con Nicolás Maduro, y esto también lo conoce el comandante del Ejército Nacional, General Ricardo Gómez Nieto
Trump sabe dónde están Romaña, Márquez y el Paisa
Trump sabe que los narcotraficantes terroristas “Romaña”, “Iván Márquez” y “el Paisa” se encuentran viviendo en el Estado de Zulia, en Venezuela, protegidos por el gobierno de Nicolás Maduro. Duque y Santos acordaron la operación con Nicolás Maduro, y esto también lo conoce el comandante del Ejército Nacional, General Ricardo Gómez Nieto
Por Ricardo Puentes Melo
Septiembre 6 de 2018
@ricardopuentesm
ricardopuentes@periodismosinfronteras.com
El presidente Donald Trump lo sabe. Y por eso armó viaje para Colombia con el propósito de exigir claridad sobre el tema de las extradiciones de los bandidos de las FARC solicitados por el gobierno norteamericano.
Trump sabe que los narcotraficantes terroristas “Romaña”, “Iván Márquez” y “el Paisa” se encuentran viviendo en el Estado de Zulia, en Venezuela, protegidos por el gobierno de Nicolás Maduro. Y esto también lo conoce el comandante del Ejército Nacional, General Ricardo Gómez Nieto, quien, con una desfachatez a toda prueba, se atreve a decirle a la opinión pública que el Ejército “aún no ha podido establecer dónde se encuentran los exguerrilleros de las FARC”, añadiendo que ese tema no era asunto de esa institución, sino de la JEP, el tribunal de justicia creado por las FARC para atacar a quien ose oponerse a los acuerdos de La Habana.
El paradero de los bandidos lo conoce también el director saliente de la Unidad Nacional de Protección, Diego Mora Arango, y seguramente ya enteraron al entrante Pablo Elías González.
Nuestra fuente en Inteligencia del Ejército me manifestó: “Mire, señor Puentes, acá toda la tropa sabe dónde se encuentran esos bandidos. Y no es cierto lo que la prensa ha publicado sobre las fechas en que dejaron sus esquemas de seguridad, y tampoco es cierto que se encuentren en el Guaviare, Norte de Santander, Arauca ni en ningún lugar de Colombia. El alto mando sabe perfectamente que ellos están refugiados en Venezuela a donde escaparon con cerca de 400 hombres armados. Maduro los está protegiendo de una posible extradición hacia Estados Unidos.”
Por otro lado, una fuente de inteligencia norteamericana nos confirmó algo mucho más grave: “Esos capos ‘desaparecidos’, Márquez, Romaña y el Paisa, están en Venezuela, en el Estado de Zulia, en la frontera colombo venezolana. Ese escape fue cuadrado entre el presidente saliente Juan Manuel Santos y el recién elegido Iván Duque, antes de la toma del poder el 7 de agosto de este año.”
No nos debe sorprender esta revelación. Tal y como lo hemos demostrado en multitud de artículos sustentados, Iván Duque siempre fue el candidato escogido por Cuba, Santos, FARC y, por supuesto, ungido por el ex presidente Álvaro Uribe. Duque era el candidato ideal con el cual se podía engañar al pueblo colombiano, haciéndolo pasar ridículamente como un “candidato de la derecha”, y al que, mediante engaños y argucias, fueron elevando a la posición de “salvador de la patria”, “mente superior” y “archienemigo” de Gustavo Petro. Cuando la verdad es que Duque siempre admiró a Petro, son amigos y compañeros ideológicos de vieja data. Para convertir a Duque en salvador era necesario, también, inflar a un “archivillano”, y nadie mejor que Petro para este papel de la comedia.
El agente de inteligencia norteamericano nos confirmó que Duque y Santos acordaron la operación con Nicolás Maduro. Allá están en distintas casas de confianza, bajo protección de Maduro. El señor Iván Duque tratará de convencer al gobierno de Estados Unidos de que, en nombre de la paz, desista de cualquier intención de extraditar a esos narcos. Una vez se consiga ese objetivo, si es que lo consigue, el señor Duque dará la señal a esta gente de que pueden regresar a Colombia. Si esto no se logra, Romaña, Márquez y el Paisa serán enviados a vivir a Cuba con sus familias. Eso también lo hablaron con esos delincuentes, y ellos dijeron que en su momento decidirían si van a Cuba o regresan al monte”.
Obviamente, el anunció ridículo de Iván Duque, de “expropiar” la dosis mínima a los adictos y expendedores, mientras invita a la Casa de Nariño al capo Timochenko, no es más que un intento de engañar a Trump tratando de mostrar que se está combatiendo el narcotráfico. Cuando la realidad es que la dosis mínima está protegida -lastimosamente- por la Constitución y, Duque, que lo sabe, sale a decir astutamente que si el individuo a quien se le quite la dosis puede mostrar un papel firmado por un médico, donde se le acredite como adicto, ésta le será regresada por la policía.
Los medios han hecho una alharaca caricaturesca con este decreto bananero de Duque. Analistas lo alaban mientras que la izquierda fariana finge indignación. Los colombianos se dividen, de nuevo, entre quienes están a favor de esa bufonada, y quienes están en contra. Todo forma parte del espectáculo circense para tratar de engañar a Donald Trump.
Detrás de todo este tinglado aparece recurrentemente otro nombre: Álvaro Leyva Durán, de la dirigencia de las FARC, capturado hace tiempo por la Interpol debido a sus nexos con el narcotráfico, ex ministro de Betancur, cercano a Andrés Pastrana, constituyente del M19, e hijo del ratero ministro Jorge Leyva.
Álvaro Leyva no solo ha sido el artífice de los encuentros de FARC y Pastrana, de los diálogos M19-Betancur, sino que también lo fue de las reuniones de Carlos Castaño con el esmeraldero Carranza y Juan Manuel Santos, en donde Leyva, precisamente, propone que, cuando se derrocara a Samper, Juan Manuel Santos debería ser el presidente impuesto. En esa reunión, según Carlos Castaño, Leyva aseguró que Santos tenía la bendición de Cuba y las FARC para el establecimiento de ese gobierno.
Álvaro Leyva también, y recientemente, fue el gran artífice de la reunión del presidente marxista de España, Pedro Sánchez, con Iván Duque para ver cómo contrarrestan la presión de Trump sobre Colombia para extraditar a los narcos marxistas. Pedro Sánchez le ofreció a Duque poner a España como “país facilitador” para los diálogos con el ELN, y para garantizar el establecimiento definitivo de los acuerdos de La Habana.
Y es que la cercanía de Leyva con Duque no es solamente ideológica; también los unen los lazos familiares. Pero ese será tema para tratar más adelante.
Advertimos mucho sobre el izquierdismo de Duque. Y todo está saliendo al pie de la letra. ¿O no?
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