Sin embargo, quisiera que mi historia fuera un recordatorio de la resiliencia y la esperanza que perduran en medio de la adversidad. Mi historia solo una de las muchas tragedias que ocurren a diario en nuestro país. Revela la profundidad de la corrupción y el poder oscuro que opera en las sombras, amenazando a quienes se atreven a alzar la voz
Lo que me ocurrió fue más que un simple secuestro. Fue una operación meticulosamente planeada por aquellos que codiciaban mi tierra y estaban dispuestos a recurrir a cualquier medio, incluso el más vil y despreciable, para obtenerla. Detrás de este siniestro plan se encontraba una alianza clandestina entre un influyente político del Centro Democrático, un grupo de paramilitares y el infame Carlos Alberto Rentería perteneciente al cartel del norte del Valle, que con su poder económico al parecer pudo permear a la fiscalía colombiana.
Es fundamental que se brinde apoyo y protección a aquellos que se atreven a denunciar. Yo seguiré luchando por mi vida y por la justicia que me ha sido negada, mientras tanto los señores Luis Alfonso Castaño Rodríguez político de Risaralda en asocio con el delincuente Luis Mauricio Gómez Hoyos seguirán disfrutando de la impunidad y de saber que en Colombia ser bandido paga.
Todo esto mientras los líderes de “derecha” colombianos, reunidos en el Centro Democrático, guardan silencio cómplice frente a los crímenes que uno de sus principales alfiles comete en mi contra.
Ni Álvaro Uribe, ni María Fernanda Cabal, ni Félix Lafaurie han tomado cartas en el asunto, como no sea para encubrir al secuestrador homicida que participó en mi tortura y secuestro.
Sí, señores de VOX, mi nombre es Juan Carlos Posada, y he sido secuestrado y torturado durante 37 días, y luego despojado de mis tierras, por miembros de un partido al que ustedes respetan y avalan: El Centro Democrático.
Y acudo a ustedes porque no tengo a quién más acudir.
Acá encontrarán toda mi historia que ya he contado públicamente:
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