LOS HIPÓCRITAS CÓMPLICES DEL TERRORISMO INTERNACIONAL
La izquierda mundial condena el terrorismo pero se abraza con los terroristas; su discurso condenatorio se queda en proclamas públicas y mediáticas mientras que su apoyo a los terroristas sí toma acción mediante indultos, indulgencias, procesos de paz y ofrecimiento de asilos a los criminales
Los hipócritas cómplices del terrorismo internacional
La izquierda mundial condena el terrorismo pero se abraza con los terroristas; su discurso condenatorio se queda en proclamas públicas y mediáticas mientras que su apoyo a los terroristas sí toma acción mediante indultos, indulgencias, procesos de paz y ofrecimiento de asilos a los criminales
Por Ricardo Puentes Melo
Noviembre 14 de 2015
Los colombianos sabemos muy bien lo que es ser víctima del terrorismo. Lo llevamos padeciendo desde la infernal llegada del comunismo a nuestra nación que implantó la violencia y el terror en nuestros campos disfrazándola de “lucha partidista” patrocinada por la “oligarquía y el imperio”.
Como víctimas de la maldad, sentimos compasión y profundo dolor por lo que sucede en Francia y entendemos el miedo visceral que están padeciendo los parisinos en estos momentos donde la cuna de la libertad se ve amenazada por un terrorismo que allá toma otra bandera para justificar sus asesinatos.
El mundo recuerda con horror los atentados sufridos en marzo de 2012 en Tolouse cuando terroristas islámicos asesinaron tres niños judíos, pero todos callaron frente al asesinato de cientos de niños a manos de las FARC y el ELN que los degollaron, les lanzaron cilindros-bomba o los convirtieron en bombas ambulantes para hacerlos explotar en medio de guarniciones militares. Hollande, tan duro ahora con esta oleada terrorista no dudó en ese momento en Montauban, para defender con su Partido Socialista al terrorista Mohamed Merah que había acabado de asesinar a un profesor.
Tampoco se habían acabado de enfriar los cadáveres de los niños judíos cuando François Hollande, entonces candidato socialista, se opuso rotundamente a que el parlamento francés aprobara las propuestas de Sarkozy de implementar nuevas disposiciones para hacerle frente al terrorismo y sus apologistas. ¡Y ni qué decir de la matanza de Charlie Hebdo..!
Hoy Francia y el mundo entero se estremecen de pavor e indignación por la masacre de cerca de 150 personas a manos del terrorismo, pero dan palmaditas de admiración a los terroristas de las FARC, a Santos y a los hermanos Castro, que son los mayores y más sanguinarios patrocinadores del terrorismo internacional.
François Hollande declaró, luego del vil ataque en Le Bataclan, que “no habrá piedad contra los terroristas”, olvidando que él mismo dio espaldarazo feliz al proceso que adelanta Juan Manuel Santos con los terroristas de las FARC, aplaudiendo no solo el proceso, sino la piedad, el indulto y los premios a estos terroristas de acá.
Hollande también calla que Francia ha hospedado desde hace mucho tiempo a terroristas colombianos que encuentran en ese país no sólo protección sino financiación y apoyo gubernamental para facilitar su terrorismo en nuestro país. Allá se refugian bandidos del M19 que supuestamente murieron en el Palacio de Justicia, los asesinos de Gloria Lara, terroristas de las FARC. Y no solo se alojan a los bandidos, sino que se les presta toda la ayuda legal para evadir la acción de la también cómplice justicia colombiana. No hay que olvidar que en París tiene su sede la FIDH, defensora a ultranza de terroristas de Al Qaeda y también de terroristas colombianos mediante su filial en Colombia, el Colectivo Alvear Restrepo,
Los espantosos episodios de París del 13 de noviembre, son similares a los ocurridos en Bogotá en noviembre 6 y 7 de 1985. El terrorismo atacó en ambos casos. Y ambos casos la izquierda reaccionó de inmediato ya sea para disculpar y minimizar la importancia de los atentados, o bien para manifestar tímidamente su rechazo al exceso de violencia al mismo tiempo que lanzan aullidos para la reconciliación y las vías de diálogo si esto beneficia a su propia violencia.
La izquierda mundial condena el terrorismo pero se abraza con los terroristas; su discurso condenatorio se queda en proclamas públicas y mediáticas mientras que su apoyo a los terroristas sí toma acción mediante indultos, apoyos a indultos, indulgencias, procesos de paz y ofrecimiento de asilos a los criminales.
Mientras que en el caso del Palacio de Justicia los terroristas gozan de perfecta salud, cargos públicos y colectivos de abogados patrocinados desde la casa matriz en París, los héroes militares están condenados a cadena perpetua doblemente humillados cuando narcocriminales como Everth Bustamante, Gustavo Petro y Antonio Navarro Wolf, entre otros, se ríen del perdón que los benefició y siguen utilizando las instituciones democráticas como trinchera para su bellaco y cómplice silencio que acompañan con la agenda criminal que juraron cumplir cuando fingieron desmovilizarse.
Mariano Rajoy condena los ataques en París y dice que jamás se negociará con ETA, pero aplaude la impunidad para los aliados de ETA –las FARC- alegando que son asuntos diferentes.
No. No son asuntos diferentes. El terrorismo es igual en todo el mundo. Independientemente de la causa que digan defender, todos los terroristas utilizan los atentados para avivar el miedo y mover a sus víctimas a aceptar a la fuerza su ideología criminal. También, como en todo el mundo, el terrorismo no actúa independiente sino como parte de un entramado internacional que es financiado por gobiernos enemigos de la democracia que, o bien se nutren del petróleo o bien del narcótrafico para sostener su demencial lucha. Y todos los grupos terroristas cuentan también con el apoyo jurídico de ONG de “Derechos Humanos” para evitar el castigo a sus asesinos.
Las vestimentas de los terroristas varían, pero su esencia es la misma. Allá en España se llama “separatismo”, en el resto de Europa e Israel se llama “Guerra Santa”, mientras que acá se disfrazan de “conflicto armado interno”.
¡Ah, Israel..! otra víctima frecuente del terrorismo del Islam que en cambio de recibir solidaridad internacional sólo obtiene condenas por parte de la ONU en castigo por defenderse de sus verdugos.
Hoy vemos a los hipócritas vestirse con cilicio y rociándose con ceniza mientras, por debajo de sus vestiduras, gozan copulando con los autores de las masacres sobre los cadáveres despedazados de sus víctimas.
@ricardopuentesm
ricardopuentes@periodismosinfronteras.com
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